::Cap 37:: Sentimientos Indescriptibles

[Narra Alex]:

En cuanto Henry salió para ir hablar con Philip yo me preparaba para una conversación con mi cuñada Beatriz.
- Me alegro que las cosas por fin estén mejorando entre nosotros y que te hayas dado cuenta de que Henry y yo estamos bien, él ya me perdonó y ahora espero que podamos vivir de nuestro amor en paz ya que no me gustaría dejarlos fuera de nuestra boda.
- Y tu crees que te vamos a dejar que le vuelvas a arruinar la vida a mi hermano, no te bastó todo el daño que le hiciste?
No estaba entendiendo nada ayer todo fue muy bonito y creí que todo había vuelto a ser como antes.
- Creí que realmente nos estábamos conectando cuñadita pero ya me di cuenta que no y que además eres muy buena mintiendo.
Creo que para ese punto ella ya comenzaba a odiarme si hasta se sintió ofendida.
- Que lastima que guardes tanto odio en tu corazón cuando el que debería odiarme ha decidido perdonarme hasta me dio una segunda oportunidad.
Pero cuando nuestra conversación comenzaba a volverse cada vez más subida de tono, mi lindo príncipe regresaba de hablar con Philip pero se le veía contento.
- Hola mi amor - Me besó luego de saludarme frente a Bea lo que me hizo ponerme nervioso e incómodo que me hizo estar algo esquivo con él.
Y evidentemente se dio cuenta si incluso hasta me preguntó si todo estaba bien.
- Si mi amor todo está bien y a ti como te fue, cuéntame pero al juzgar por tu cara te fue muy bien.
Efectivamente le había ido increíble con el idiota se su hermano y que este por fin nos había aceptado como pareja.
Y mientras que él me contaba acerca de lo feliz que estaba, yo por dentro me moría por dentro y que ganas de contarle la verdad.
- Quisiera poder estar un rato contigo a solas lo más lejos de este palacio.
- Está bien, vamos, conozco un lugar - Tomó de mi mano y juntos emprendimos una caminata de más o menos un kilómetro hasta llegar a un sitio de ensueño, una cascada.
Quedé tan maravillado con el lugar que le pregunté porque nunca me había invitado a este lugar.
- Nunca se había dado la oportunidad.
Nos sentamos un rato el césped y coloqué mi cabeza en su hombro.
- Que pasa cariño desde que llegué te he notado triste, todo bien?
- Como se puede estar bien después de la familia del hombre que amas no te acepta. 
Inmediatamente él me miró completamente confundido donde literal no entendía que le estaba diciendo.
- Por qué me estás diciendo esto Alex o acaso ayer no te quedó claro lo que nos dijo Bea y de lo muy arrepentida que se veía, tu siempre buscas la manera de arruinar los bellos momentos.
Eso dolió pero no me iba a quedar callado y eso me dio pie para contarle la conversación que tuve con ella antes de él llegara. Obviamente no me creyó insistiendo en ella y Philip estaban completamente convencidos y decididos a respetar nuestra relación.
- Ellos te están mintiendo pero si no quieres darte cuenta no tenemos nada más de que hablar con permiso - Le dije y me paré enojado.
- De verdad vamos a discutir por esto Alex?
- No lo se eres tú el que está enojado no yo, solo que me molesta que no confíes en mi y contra eso no tengo nada que hacer.
- Espera, hablemos - Tomándome del brazo, sin embargo, estaba demasiado enojado como para quedarme.
Es primera vez que él me decepsionaba tanto y es primera vez también que discutíamos sin gritarnos, sin llorar, solo tenía aquel sentimiento indescriptible lo que hizo replantearme la idea de terminar dignamente con él ya que no era justo para mí estar con alguien que no confía en mí y si lo hace con personas que sabe que no lo respetan.
Pero por otro lado estaba tan enamorado de Henry que dejarlo en este estado era lo más tonto que podría hacer.
Estaba tan sumido en mis pensamientos que no me di cuenta que  él había entrado en cuarto.
- Amor, creo que te debo una disculpa y es que tenias razón pero crees que podamos hablar.
Me quise hacer un poco el interesante pero obviamente no pude resistirme a su mirada.
- Bien, te escucho en que se supone que tenía razón? - Cruzándome de brazos.
- En realidad no se si tengas razón pero de lo que si me arrepiento es de no confiar en ti cariño, te amo. 
Como podía seguir enojado con él si estaba siendo tan dulce.
- Pero por favor nunca más vuelvas a poner en duda lo que yo digo aunque sea duro de creer, yo te hice una promesa en la que jamás te volvería a lastimar y por cierto yo te amo más.
De pronto interrumpe para decirme que la solución a nuestros problemas era casándonos y no solo eso sino que la idea era casarnos aquí en Londres.
- Si tu crees que esta es la solución pues donde firmo - Acepté de inmediato con una gran sonrisa en mi rostro además de querer abrazarlo y bésarlo.
- Te amo tanto mi amor.
- También yo - Nos dimos un corto beso para luego ambos recostaramos en su cama abrazados en completo silencio solo mirándonos con ternura y amor mientras sonreíamos.
De pronto nuestro momento de romanticismo fue interrumpido por su asistente Shaan a decirnos que la mamá de Henry había llegado al palacio y que deseaba verlo con urgencia. Pensé en ir con él pero amablemente me pidió que me quedara en la habitación. 
- Dale saludos a mi suegra.
Comentario que, al parecer, no se lo tomó muy bien ya que no dijo nada en cuanto se alejaba. Eso me pareció muy sospechoso pero preferí no darle tanta importancia.
Al ver que pasaban las horas y Henry no regresaba me empezó a incomodar y esta vez si fui a investigar en que estaba mi novio y de pronto supe que él, su mamá y sus hermanos estaban reunidos en el cuarto de Bea. Quise mantenerme al margen pero inevitablemente escuché algo que jamás pensé en escuchar.
- Y cuando piensan casarse? - Le preguntó su mamá y él, sin preguntarme a mi primero, le respondió que dentro de dos semanas.
Debería sentirme emocionado pero en realidad no era lo que quería escuchar.
Y eso no era lo peor de todo.
- Lo importante es hacerlo rápido para que después Alex no se arrepienta y se convierta rápidamente en el príncipe consorte de Inglaterra.
Luego de escuchar volví a su cuarto y me puse a investigar que significaba ser príncipe consorte cuales eran sus beneficios y cuales eran sus contra.
Y entre los contra estaba por ejemplo volverme un ciudadano británico y a tener que regirme a las reglas absurdas de la monarquía.
- Ahora entiendo todo - Me decía a mi mismo con rabia, con pena y con una mezcla de emociones.
Y mientras más investigaba más me decepsionaba lo que parecía ser un acto de amor genuino, más quería terminar con todo esto.