¿acaso te has olvidado de mi?

03| El extraño.

El sonido de la alarma logró aturdirme como todos los días. No sabría decirles como hace mi vecino para que su despertador interrumpa mejor mi sueño que el mío. Eran las seis y cuarenta y cinco, seis, con exactitud de la mañana, todos los días logró levantarme a las cinco ¿Que hice ayer como para quedarme dormida?

-Lo recuerdó- De la emoción al recordarlo me caí de la cama.

•••

-¿Alguien podría despertar a Hidden?- Pregunto Nalvim, mi profesor favorito.

-Kathe, Kathe.... Maldita sea Katherina despierta- Me susurró Isabella al oído para no llamar la atención del profesor.

Isabella y yo compartimos esta clase, Filosofía, también Zack la comparte con nosotros.

-Maldita sea Isabella- Grite enfadada. Frote mis ojos y note que tenía pequeñas lagañas de sueño.

-Bonito lenguaje para expresarse en mi clase, Hidden.

-Oh, lo siento profesor- Dije arrepentida.

-¿Me quede dormida Isabella?- Hable lo mas bajito para que Nalvim no me escuchara.

-Oh, claro que si y soñaste con kevin- Me respondió.

-¡¿!Que acabas de decir?¡¿- Pregunté confundida.

En ese momento notamos a Zack que estaba delante nuestro, romper uno de sus lápices.

-¿Haz visto lo que acaba de hacer?- Me preguntó.

-Podrían dejar de conversar en mi clase, por favor. A usted quiero verla mañana en el rato libre de profesores señorita Hidden.

Acababa de sonar la alarma. Del susto, tire todos mis lápices al suelo.

-Malditos lápices- Dije. Por suerte esta vez no estaba el profesor, solo que si estaba Zack, que raro. Levantando mis lapices, encontré uno suyo y no sabía como reaccionar, no he hablado con el por tres años.

- Toma, tu lápiz, no rompas este- El me miro y sonrió.

- No prometo nada- Me respondió fríamente.

•••

Ya llegando a la cafetería, recibí un mensaje de texto de Kevin.

 - ¿Como haz hecho para conseguir mi numero?- Me pregunte.

Por fin encontre a Isabella, estaba sentada en una de las primeras mesas del lugar.

- Por fin has llegado Katherina, ahora si cuentame que ha pasado ayer.

- Ayer, volví a casa en el auto de aquel chico del local de comidas rápidas.

- Eso es fantástico, pero porque noto cierta tristeza en tus ojos- Dijo Isabella.

- El es tierno y dulce, pero yo necesito a...- Básicamente fui interrumpida por Victoria.

- ¿A quién necesitas tu?- Preguntó ella. Al parecer, había escuchado nuestra conversación.

- No es tu problema a quién necesite yo- Dije fríamente.

- Si piensas en Zack, estas perdida- Me dijo.

- Ya sabes, me encanta-. Respondí con tono sarcástico.

Oí sonar a mi teléfono, era un mensaje de Kevin. Mire a Victoria por un segundo, no tenía tiempo para esto.

- Debo irme, Isa. Alcanzame mi cuaderno, ese que esta ahí- Señale el pequeño cuaderno.

- Este es el mio, ¿Donde lo olvidaste esta vez, Kathe?

- Maldita sea, en el aula, pero no quiero ir, esta Zack ahí-. Respondí.

- ¿Esta Zack ahí?- Le indiqué que si con la cabeza. ¿Y que esperas para ir?- Volvió a insistir.

- Iré solo por mi cuaderno-. Aclaré. Y le dire a Kevin que estoy en el aula 15.

•••

<< Maldita sea, sigue ahí >> Pensé al verlo a Zack. Solo entra y ya tonta, me dije y lo hice.

-Sabes, no deberías dejar que extraños te lleven a tu casa-. Me dijo Zack. Me quedé atónita al oír eso.

- ¿Extraños que yo no conozco o extraños que tu no conoces? - Le pregunté.

-Me gusta mucho el aire fresco de la noche- Cambió el tema. Yo no sabía como reaccionar, por fin estaba teniendo una conversación con él.

- No cambies de tema, y preocupate por cosas tuyas- Respondí fríamente como pude.

-Maldita sea, me acuerdo de ti, Katherina.

- ¿Que ha.. ha.. hacías ayer mirándome?- Le pregunté. Me temblaba todo el cuerpo al saber eso, saber que se acordaba de mi.

- ¿Yo? Claro que eso no estaba haciendo- Lo veía intimidado, asique tome valor y me acerqué a él. Katherina, ahí esta Kevin- Me dijo secamente.

- Vino a buscarme "El extraño", como tu lo llamas, hazme el favor de cuidarte tu. Adiós.- Lo salude mal. Maldita sea, porque lo trate así.

Me di vuelta y lo vi, corrí a saludarlo y salimos de aquel lugar. Justo recordé que olvidé mi cuaderno.

- ¿Me esperas un segundo? Olvide algo- Le dije.

Fui corriendo hacia el aula y el seguía ahí , estaba estudiando todavía, me vio y me alcanzó mi cuaderno, solo llegue a decirle.

- Gracias y también por preocuparte por mi-. Le sonreí y salí de ahí.

 

°°°
 

-¿Que vas a pedir?- Preguntó Kevin.

- Solo siéntate, por favor- Le pedí sonrojada, el noto eso y no pudo evitar reirse. ¿Que hay de divertido?




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