Accalia Y La Batalla De Lobos

Capítulo 3

Manada  Daciana 

 

Luego de llevar a la academia a Acci, tenía que reunirme con mi manada para discutir los últimos acontecimientos. Hace unos días encontraron varios conejos, ciervos y aves muertas en nuestra jurisdicción, además, las cercas habían sido tumbadas.

También se halló huellas de lobos, por el olor pudimos ver que eran Los Farkas. 

Nos reunimos en la azotea de mi mansión, lo cual fue construido para este tipo de eventos y ,sobre todo, para proteger a nuestras mujeres, ancianos y niños, el lugar tiene salida al otro lado de la Colina y a otro lugar que prefiero ni pensarlo por seguridad.

—Temo por nuestras mujeres,  ya que el nacimiento en nuestra manada siguen siendo niñas —habla uno de los Deltas —Eso nos hace ver vulnerables —baja la mirada.

—Cada día hay más pleito con la manada de los Farkas, sus hombres están matando a más especies  en el bosque, por cierto se están metiendo en nuestro territorio cada vez más, no lo hacen por necesidad sino por diversión, por provocarnos — hablé —y, sí, creen que somos vulnerables por ser la manada con más niñas, están equivocados.

—¿Qué podemos hacer?, llamarle la atención. No quiero violencia —responde la beta de los Dacciana, el señor Erick Daciana, mi primo.

—No eso no —digo rotundamente —que entiendan que no somos débiles, que nuestras mujeres pueden pelear mejor que ellos, además las chicas son más listas —digo animándoles.

—¡Si! –gritan los ocho hombres reunidos.

—Por ahora no digamos nada a vuestras mujeres, no hay que inyectarle el temor, sino entrenemosla más y expliquemosla para prevenir lo que se avecina…

—No estoy muy de acuerdo —habla Erick —pero lo que tú digas primo, siempre has tenido la razón y gracias a ello hemos mantenido esta manada a salvo y muy vigente. 

Erick es un tipo muy pacífico. Cuando era joven su mayor sueño fue ser el alfa de la manada, pero mi abuelo me eligió a mí, ya les contaré más adelante. Además tiene una niña de la misma edad de Accalia a quién aprecio y quiero mucho.

***

Desde los tiempos más remotos, la manada de Los Farkas venían causando problemas, su fin principal era apoderarse de todas las manadas existentes, sin embargo, la manada de Los Chann no estaba de acuerdo mucho menos la Manada de los Dolph. Lucharían a toda costa.

Cada uno quería cuidar y proteger a lo suyo y ser libre en cuanto a sus decisiones del modo de su vida. 

Los farkas querían siempre atacar a Los Daciana, porque a comparación de las otras manadas, los Daciana estaban formados más por mujeres que hombres, casi el 90 por ciento, eran mujeres y solo el 10 por ciento eran hombres, lo cual denotaba debilidad ante los ojos de sus enemigos y de cualquier otra especie. 

Por ello, el alfa de los Daciana, el señor Accis siempre estaba entrenando a las jóvenes de su manada y, sobre todo a su hija. Ser una manada dominada por mujeres jamás les haría débil. Al contrario, deberían de temerle, pero eso en el mundo lobuno está muy sobrevalorado.
 

Manada Rochester 
 

—Me preocupa que Rochester tenga actitudes tan violentas —habla la madre de Roch, la LunaOmega, la señora Elijah.

—Es parte de la edad mi señora —dice una de las ayudantes —a esa edad son así, tanto los chicos como chicas, yo era peor.

—No sé cómo son  ustedes, pero en el mundo de los humanos, no son tan así, al menos nadie de mi familia. 

—Mi señora, es que también tiene que entender, Rochester es el último de sus hijos o sea ha crecido rodeado de hombres, sería un poco diferente si hubiesen tenido una hermana. Aquí solo tú y yo somos mujeres —dice riendo con amargura. 

—Sí, tienes razón, he tenido cinco hijos varones y ni una niña, nos quedamos con ese dolor de querer una niña —suspiro.

—Yo igual mi señora, mi esposo y yo seguimos buscando a la niña y ya estamos por los seis hombrecitos.

—Pero tiene su lado positivo, pues somos la manada más fuerte, Los chann somos invencibles —ríe la ayudante.

—¿Tú crees? —respondo.

—Sí mi señora, esta mañana, he oído decir a mi esposo que Los Farkas están preparando un ataque  a la manda de los Daciana, son presa fácil.

—Qué, cretinos, tendré que llamar a Xander—me alejo para informarle. A lo que no responde, oigo el tintineo de su celular en el sofá —ha olvidado el maldito celular —suspiro y salgo a la cochera, tendré que conducir.

Me voy sin avisar, tendré que conducir hasta la fábrica de “VESTIDOS DE NOVIA CHANN”. Algo que no sabían es que mi esposo es amante de los vestidos de novia, su madre fue costurera y ya saben del porqué. Recuerdo que en nuestra boda él hizo el vestido más hermoso de la historia lobuna, ningún vestido puede igualar aquella obra de arte.

Salgo en marcha, dejando atrás la casa, el bosque… encaminanádome a la pista principal, enciendo la radio, en mi distracción  choco contra algo, al parecer un animal, bajo asustada y es una mujer bajita y robusta. Me quedo confusa, me pareció ver una cola.

—Lo siento —la ayudo a ponerse de pie —le llevaré al médico —digo muy apenada.

—No, no, solo fue un golpe nada más —dice adolorida.

—Déjeme llevarle —insisto, a lo cual no accede. 

Dándome por vencida —¿algo que pueda hacer por usted? —manifesté insistente.

—Usted es de los Chann, ¿cierto? —me interroga.

—Soy la esposa del señora Xander Chann, Elijah Chann —digo extendiéndole mi mano.

—Dile a su esposo que mi familia está en peligro, que nos están persiguiendo, somos la última especie de zorrunos licántropos —dice llorando —Dile que hemos huido en búsqueda de refugio.

Para ser humana entendía bastante bien, conocía todo sobre ellos —No se preocupe voy en camino a ver al señor Chann, si quieres lo llevo para que  le cuente detalladamente. 

—No, no, mis hijos pequeños están en casa —diciendo eso desaparece. 
 




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