Accalia Y La Batalla De Lobos

Capítulo 16

Las malas noticias se dispersan como la rabia.

—Los Daciana han sido atacados por los Farkas, toda su manada ha caído y al parecer el alfa murió y con él su esposa…

La noticia me dejó perplejo. Siempre había pensado que los humanos eran más conflictivos que los licántropos, que solo los humanos provocaron muerte y guerras, sin embargo, nosotros los licántropos estamos peor que una hierba venenosa.

—Llamen a Aurora, haremos una reunión —ordené.

—Papá, ¿a quién elegimos como Alfa? —preguntó Lycan

—Una decisión justa y sensata —respondí.

A lo lejos se acercaba Aurora sudorosa con el rostro desencajado, detrás de ella venía otros de la manada casi con el mismo aspecto.

—Los he llamado para elegir al Alfa de la manada Dolph —dije sin rodeos.

—Supe lo que ocurrió a los Daciana —mencionó furiosa —Malditos infelices—suspiró.

—Es una canallada, una deshonra a nuestra especie —respondí —Aurora es momento de que tomes el mandato de la manada, como bien sabes, ya no soy el mismo lobo fuerte —suspiré nostálgico recordando mi pasado —ya soy un viejo.

Aurora se me quedó viendo con incredulidad, luego —pero Lycan —dijo.

—Lo será en su momento —contesté.

Lycan me miró con indiferencia —Padre también yo lo puedo hacer —susurró.

—Aurora, guía a nuestra manada por el mejor camino posible, haz que nuestra generación perdure y, sobre todo, lucha por la justicia. Manada DOLPH, obedezcan y cooperen para que nuestra manda marche hacia el bien.

—¡Que así sea! —gritaron al unísono.

Aurora por su parte, se inclinó en agradecimiento y respeto —Hermano confía en mí, confía en mis decisiones…confía en que la hija de la Luna haga lo más asertivo.

Todos aplaudieron, Lycan también lo hizo.

—Por última vez, ayuda a los Daciana —dije marchándome a mi habitación. Necesitaba mi soledad, los lobos cuando envejecemos generalmente nos internamos a la soledad, donde la luna y las estrellas se convierten en nuestra amigas. Los lobos ivernamos en los últimos días de nuestra existencia.

Aurora Dolph

Siempre he creído que la justicia es todo lo que necesita el mundo para existir, sin embargo, eso no será posible en el mundo de los licántropos, ya que siempre hay uno con rabia y venganza. Al final no somos diferentes a la raza humana, somos peores y viles que ellos.

Los Daciana era una manada poblada mayormente por mujeres, una manada que había renacido de las cenizas y se mantenía vigente.En los Daciana se encontraban las mujeres más bellas, se les conocía como las hijas de la diosa Luna.

Los otros betas nos informaron que habían sido atacados por los Farkas, una manada resentida, aunque nosotros nunca nos metemos en problemas, ahora lo haremos. Casi todos los hombres y mujeres habían caído en la batalla, no sabíamos de las niñas ni las ancianas.

—Ayudaremos a los Daciana —dije —al menos que la empatía sea algo característico de nosotros —mencioné.

—De acuerdo, haremos prevalecer la justicia y los valores de los licántropos y que así al menos se cuenten en los libros de historia lo diferente que somos a la raza humana —Dijo uno de los betas.

—Muy de acuerdo —aullé de afirmación —iremos por la tierra de los Daciana, veremos que ha ocurrido, según ello actuaremos.

—Tía, Aurora. sé algo —dijo Lycan —En la academia todas las niñas y jóvenes de los Daciana abandonaron la clase y se fueron, eran como si supieran o algo así, no creo que los perros Farkas hayan acabado con todas —musitó enfurecido.

—Pues en la noche fue la emboscada, según fuentes cercanos, además había huellas por nuestro territorio.

—¡Malditos!

—Lo son, pero vamos con mucho cuidado, caminemos sigilosamente —ordené.

Avanzamos toda la manada y llegamos al lugar de los hechos. No había nada ni nadie, todo era un desastre.

—Han acabado con la manada —dice Lycan —Malditos infelices me lo pagarán—ruge de rabia.

—¿Alguien tiene una solución? —pregunto

—Yo—dice Lycan—Yo, conozco a la hija del alfa que es mi compañera en la academia —dice luego carraspea —ya de nada sirve si ni siquiera sabemos que está viva o muerta.

—Los Chan…—me aclaro la garganta

—Sí, Roch debe de saber—grita Lycan —él estaba enamorado de —se queda en silencio momentáneamente —debe saber de Accalia.

Sé que le duele al hablar de esa muchacha quizá se haya emparejado, para no causar más vergüenza —Entonces, vayamos a los Chann, el otro grupo tiene que investigar por el bosque —sentenció y salimos con un fin hacia los Chann.

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Ahora mismo llueve, el sonido y el olor a tierra mojada es lo más bonito que puede existir. Besos de una lobaaaa.




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