No tuve todo lo que quería en mi vida, y podría culpar a los padres pero mejor culpo al destino.
Tengo dos hermanos menores, a ellos familiares los rescataron de una vida de miseria y dolor, pero conmigo lo pensaron mejor y decidieron que por lo menos uno debería cuidar de mis padres y ese debía ser yo, muchas veces fui a los bares de mala muerte a sacar a mi padre en un estado deplorable, también tenía que ir por mi madre cuando ya era muy noche y se quedaba ya sin dinero apostando en lugares pequeños, había días donde ganaba y otros donde perdía todo.
Trataba de tenerles la comida lista, la casa un tanto limpia, vendía flores, era el florista de la esquina del parque central, tenía más de 10 años en ese puesto, como me llevaba bien con todos a mi alrededor nunca tuve problemas, sabia que una cara relajada y contenta podría hacer muchas más cosas que alguien molesto, yo estaba molesto con todo pero no podía darme ese lujo de demostrarlo.
Habían días donde comía muy bien, no me sentía alguien hermoso pero la chica de la cafetería de la esquina siempre venía a verme y me traía café o algún postre, ella es muy linda Hanna es lo más hermoso que mis ojos han visto, y yo me sentía tan de poco valor junto a ella no entendía que veía en mi, nunca hablamos más allá de solo saludos y sonrisas.
Mis hermanos siguieron con sus vidas olvidando las joyas de padres que teníamos y de paso se olvidaron de mí.
Tenía ya veinte años con picos estudios en un país de alta capacidad, era un nadie totalmente nadie, hasta que ese día arreglando las rosas un hombre se acercó a hablar conmigo y me dio su tarjeta, todo era muy extraño pero yo soy altamente curioso cerré temprano el día siguiente y fuí, busque mi mejor ropa y aún así me veía como un vagabundo.
Todo lo que decía el chico que acababa de conocer era como sacado de una película, debía actuar y hacerlo de manera perfecta debía emular a un artista multifacético.
Me dijeron el nombre y yo no lo relacioné, me mostraron una fotografía, sorprendido porque yo tenía muchos de sus razgos, pero ese hombre era elegante y muy bien vestido en comparación era peor que una copia barata.
El hombre de la foto se presentó delante de mí y me quedé ido por muchos minutos, su voz era más fuerte que la mía, su porte su manera de hablar me sentí tan reducido...
Me ofrecieron un cambio de vida y lo acepté...
Interne a mis padres y deje pagado por tres años, alquile la casa y dejé a Hanna a cargo, vendi mi lugar de las flores y tomé lo más preciado y me fui.
Nunca había salido de Japón y ahora viviría en Corea?
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Awstin es un amor