Mientras pasaban el filtro de seguridad en el aeropuerto el personal comenzó a inspeccionar a su esposa como si fuera una sospechosa de terrorismo; la tomaron dos personas por los brazos y se la llevaron con calma diciéndole qué tenían que retenerla en la seguridad del aeropuerto, sin dar más explicaciones. Lo peor era que ambos no hablaban el idioma del país que estaban a punto de abandonar, por eso, el esposo muy enfadado comenzó a gritar.
Se desató el nudo de su corbata pues comenzó a sentir que la temperatura de su cuerpo subía por tal emoción de ira invadiéndolo caminó tras su esposa y personal de seguridad, sin cesar sus gritos. La pareja proveniente de Asia, sólo querían regresar a casa luego de una semana de negocios, era por eso que ambos vestían muy formales, pues acaban de firmar papeles y terminar tratos; la mujer pensaba, que por su aspecto daban cierta sospecha al personal del aeropuerto; no bastaba con qué los de seguridad les hablaran en español, diciéndoles que se tranquilizaran pues no querían un alboroto en el aeropuerto con los demás viajeros. La esposa fue alejada de su marido y aquel individuo encolerizado, comenzó a gritar más fuerte, provocando que los viajeros pusieran toda su atención en él.
Las puertas de cristal estallaron junto con las ventanas, dejando paso a una brisa espeluznante que aterrorizó a la muchedumbre, pues soplaba con fuerza haciéndose escuchar su lamento terrorífico. Un impacto hizo temblar el suelo ya qué un avión se había estrellado en la pista de despeje, la explosión aturdió a todos sujetos del aeropuerto, dejándolos con un zumbido insoportable en los oídos, además las llamas de la explosión brindo su calor mortal abrasando todo lo que podía a su paso.
La mujer le gritaba a su marido que guardara la calma, como si ella supiera, que era causante de tales atrocidades, porqué su reacción estaba poniendo en peligro su existencia y a todo el mundo; sin embargo, el señor con traje miró a su mujer y le rezongó qué era una trampa; aún atrapada entre las manos del personal de seguridad, observó con desaprobación a su esposo, quién movió sus manos en círculos por encima de su cabeza controlando la brisa que invadió el edificio; por otro lado, aquella brisa espectral levantaba el suelo pedazo por pedazo dejando ver las rocas que cubrían las capas tectónicas.
Nadie podía salir pues un tornado rodeaba la terminal. Las rocas se elevaban en el cielo, las personas volaban de pared a pared cayendo inconscientes al piso, mientras otros esquivaban las sillas y otros más intentaban buscar un lugar dónde sostenerse y cubrirse de las sillas, la muchedumbre, las maletas y cualquier objeto que el viento levantaba. Los aviones que se encontraban en el espacio aéreo más cercano eran atraídos por la energía del tornado que provocaba al instante su impacto al suelo adornando aquel lugar con una terrible lluvia de aeroplanos y llamas gigantes abrasando todo a su paso.
Editado: 06.02.2019