Elise Pov
Cuando al fin termino de desempacar mis cosas, bajo junto a mi madre a la sala donde Emiliano y Victoria están reunidos, ambos sentados en el sillón frente a la chimenea y con Mateo en medio; al mirarlos veo la hermosa familia que son. A pesar de que Victoria no es la madre del bebé, lo ama como si ella misma lo hubiera traído al mundo.
—Bueno tortolitos—empiezo a hablar captando su atención—Creo que ambos necesitan un tiempo asolas, asique aprovechen que por ahora tienen niñera gratis—empiezo a hacerle señas a mi sobrino y empieza a agitar sus bacitos queriendo que lo cargue—Ven conmigo mi amor—lo tomo en brazos y él se empieza a entretener con mi cabello, lo va a dejar más que enredado cuando termine, pero al menos ya dejo la etapa de jalarlo todo el tiempo. —Dejemos solos a este par para que hagan sus cochinadas—
—¡Elise! — me regaña Emiliano, pero no me importa, empiezo caminar fuera de la sala y al momento también la risa de Victoria se escucha.
—¿Quieres ir a ver a tus abuelos? —le pregunto y este niño me encanta, siempre está sonriendo. Camino hacia la cocina y veo a mi madre sacar galletas del horno mientas mi padre toma chocolate caliente en su tasa favorita. —Miren a quien traigo — le hablo y no pasa mucho antes de que mi papá me quite a su nieto y se siente con en sus piernas—Creí que Emiliano y Tori necesitaban un tiempo a solas—les digo.
—Fue una gran idea linda—apunta mi madre pasándome una galleta de chispas de chocolate, mis favoritas— Cuando Mateo estuvo enfermo, ninguno de los dos quiso irse a dormir—
—Y creo que tampoco han tenido mucho tiempo de pareja, ya sabes que Emiliano no deja con cualquiera a Mateo—le digo.
—Aunque a Victoria tampoco parece molestarle— opina papá mientras le pasa una galleta a Mateo y este la empieza a comer, aunque primero la llena de baba. —¿Cómo les está yendo con la remodelación? —pregunta y veo como mi madre me lanza una miraba burlona, solo espero que papá no se dé cuenta.
—Bien, ya presentamos los primeros planos para la remodelación— saco mi teléfono para enseñarle los Render´s que Darcy elaboro para el área del restaurante y Jardín. —Tiene muy buenos espacios y la vista junto al mar es maravillosa e incluso tiene acceso privado a la playa—le comento.
—Se ven muy bien los diseños hija—responde para después pasarme el teléfono.
—¿Podrían cuidar a Mateo por un rato? —pregunta Emiliano entrando a la cocina— Es la primera ves que Victoria esta en la ciudad y como Mateo ya esta mejor, me parece que es una buena idea mostrarle la ciudad—
—¡Claro que sí! —responde mi madre al momento— Nosotros cuidaremos de mi nieto y además podrías llevar a Tori al recorrido por tren a lo largo del rio Connecticut—le sugiere.
—Seria lo mejor, además no quiero dejar solo por tanto tiempo a mi hijo—responde, tomando a Mateo entre sus brazos y este sonríe feliz.
—Podemos llevarlo con nosotros también—sugiere Victoria entrando a la cocina.
—De ninguna manera querida—responde mi madre, —Necesitan un momento de pareja—miro a Victoria y esta un poco apenada por eso, al parecer mis padres no están al tanto del acuerdo entre ellos—Así que solo irán ustedes dos y mi nieto se queda aquí al cuidado de sus abuelos y tía—les dice.
—Vallan y diviértanse—apoya mí padre.
—Siendo ese el caso, vamos a cambiarnos—responde Emiliano y le da la mano a Victoria, antes de salir de la cocina.
—Mis dos pequeños ya están con las mujeres de su vida—responde mi madre feliz—Solo falta mi Lizzie—comenta.
—No tengo prisa mamá—respondo.
—Concuerdo con mi hija, no hay ninguna prisa porque este con alguien—responde papá.
—Como digan, pero mejor ayúdame en el jardín. Necesito cambiar mis rosas de macetas—le pide mamá a papá.
—¿Pero y Mateo? —pregunta papá, poniendo de excusa a mi sobrino para liberarse de la tediosa tarea de estar moviendo plantas de maceta en maceta.
—Podemos ponerle una cobijita con almohadas y sus juguetes. Estará bien—responde mi madre—Iré por ambos y espero verte afuera Sebastián—lo sentencia nates de irse a la que supongo será la habitación de Mateo.
—Ya nos vamos—anuncia Emiliano despidiéndose de todos—Pórtate bien—le pide a Mateo cuándo se acerca a él—Cualquier cosa me llaman—
—Si Mateo se siente mal, vendremos de inmediato—comenta Tori.
—Vallan sin preocupación, nosotros nos hacemos cargo—responde papá.
***
Miro por la ventana que da al jardín trasero como mi papá ayuda a mamá con sus rosales, Mateo juega con una pelota a una distancia lo suficientemente prudente de la Albarca, al parecer papá se percata de ello y pone las macetas alrededor de la parte de la alberca.
Mi celular suena y es un mensaje del Chat donde estamos las tres.
Tiene tiempo de una video llamada—Pone Giovanna en el grupo.
Si—respondemos con Darcy y al instante aparece las opciones para contestar la video llamada.
—¿Cuéntanos que es lo que pasa? —pregunta Darcy.
—¿No adivinaran lo que hizo el estúpido de John? —pregunta mi amiga sumamente molesta.
—Por la manera en como estas, nada bueno—responde Darcy.
—Apoyo a la pelirroja—
—El muy idiota vino a ponerme un ultimátum; que si regreso a Los Ángeles no nos casaremos—responde dejándonos perplejas.
—¡¿Cómo que casarse?! —exclamamos sorprendidas ambas, ninguna de nosotros sabía nada de esto.
—Ese es otro asunto, en ningún momento el me lo a pedido. Y mucho menos yo he sugerido tal cosa—
—¿Qué se cree ese sujeto?, ¿Acoso somos de las mujeres que solo aspiran a casarse y a vivir para su pareja? —pregunta Darcy más que indignada.
—¡Por favor, dime que terminaste con el! —le suplico a mi amiga.
—¡Por supuesto que sí! —responde Gio.
—¡Tenemos que ir a un bar a celebrar! —pide Darcy—Y no acepto un no como respuesta—
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Editado: 11.10.2022