—Debiste haberlo besado —con Jenny nos encontrábamos en la despedida de soltera, en una de las mejores discotecas que existen en la ciudad —yo lo habría echo en tu lugar, eres una tonta, no te merecer ser llamada mi mejor amiga.
Este lugar además de enorme, la música se escucha espectacular, en el centro por supuesto la pista de baile en su punto máximo de personas saltando, gritando, bebiendo y por supuesto bailando, a su alrededor mesas tanto en el primer piso, como en el segundo para sentarse a beber en grupo, tiene algunos lugares exclusivos, nuestro grupo reservo uno. Pero en este momento ninguna está ahí, todas fuimos a bailar.
—Estás loca ¿por qué? Aun no estamos para eso —lleva toda la tarde repitiendo lo mismo "¿porque no besaste a Tom cuando fuiste a dejar su almuerzo?" "Tenías que aprovechar" "él se muere por dar el siguiente paso" y ahora que está borracha es peor, mucho peor, jamás logras callarla, es terrible.
Está a punto de sacarme de quicio.
—Ese chico se muere por ti y tú no te das cuenta —llevo sus manos a su boca, tiene ganas de vomitar.
¡No en mis zapatos! Son los más hermosos de los muchos que tengo y los que más amo. Hace tiempo ya arruino unos, esto no, jamás o en verdad me los pagara.
Cuando James su novio sale con nosotros es la única instancia donde se controla, a él no le gusta beber mucho que digamos, así que Jenny lo acompaña.
—Estás loca, solo somos amigos... es tarde ya vámonos, estoy cansada —intento tomarla del brazo.
—No, quiero bailar un poco más —hace puchero y me arrastra hasta la pista de baile, va empujando a medio mundo en el intento de llegar.
Van a hacer la una de la madrugada, le dije a Tom que no quería estar hasta tan tarde aquí y no le dicho que aún no me voy, debe estar muy preocupado, yo lo estaría.
Mientras busco el número de Tom intento que Jenny no se caiga de lo borracha que esta, un idiota me empujó, por poco caigo, pero este mismo me toma de la cintura afirmándome.
—Gracias —digo apartándome de el— ¿Jenny estas bien? —se ve horrible, mañana ni levantarse va a poder.
—Sí, me duele la cabeza vayámonos —se toma la cabeza con ambas manos.
—Ya era hora.
—Esto es tuyo —el chico que me ayudo extiende mi celular que había terminado en el suelo.
—Gracias... no puede ser ¿Porque me tiene que suceder esto ahora?
Volteo el celular. La pantalla está totalmente muerta.
—Jenny, dame tu celular, el mío ya no tiene vida —suspiro cansada y extiendo mi mano hacia ella.
—Lo deje en la casa —creo que acabo de ver algo de temor en su mirada.
La observo con odio.
¿Cómo le aviso a Tom ahora?
— ¿Tienes algún problema? —¿sigue aquí? — Me llamo Jake —extiende su mano.
Lo observo unos segundos.
—Anni —estrecho su mano— Disculpa, pero debo irme.
—Te ayudo...Tu amiga, apenas puedes sostenerla —dice como si fuera lo más obvio del mundo.
—No, gracias —lo observo con desconfianza.
—No soy un violador, tranquila —alza ambas manos.
—Igual no, gracias —intento caminar, pero mi querida amiga apenas se sostiene... ¿Porque la deje beber tanto?
—No seas terca —rodea su brazo en los hombros de Jenny y camina hacia la salida— ¿Vienes en auto?
No debería confiar en él, pero hay muchas personas afuera y el auto no está lejos, pero no puedo conducir yo, no tengo licencia... No puede ser, tendremos que tomar un taxi.
—Si, pero me iré en taxi gracias —digo ya cansada.
—Por allá siempre se detiene, saben que aquí tienen muchas oportunidades de pasajeros.
—Gracias.
Caminando hasta allá, entre los dos ayudamos a Jenny, en todo momento me aseguro de que no se sobrepase con sus manos en mi amiga. Al llegar abro una de las puertas de pasajeros y Jake sube a mi amiga
—Gracias otra vez por ayudarme, te has pasado.
—No te preocupes, a todos nos pasa que debes arrastrar a alguien de vuelta —ambos reímos, eso era muy cierto.
A mi también me han arrastrado, pero admito que solo una vez, estaba realmente muy enfadada con mis padres.
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Editado: 30.09.2019