Acepto

16

—No lo ignores de esa manera —Me dice Jen a través del celular— fue hace años, también era casi un niño.

Ya habían pasado dos días.

—Cada vez lo que lo miro, no puedo evitar pensar que soy un objeto que estaba en venta, es solo.... Me siento utilizada y manipulada, lo espere de todos menos de él.

Estoy en mi cuarto, me encierro aquí cuando sé que está en casa, ahora no está, pero me siento más cómoda entre mis cosas y mi cama, acostada mirando el techo, sin mucho que hacer, pero con mucho en que pensar.

Pero no es así, él te ama y desde hace años, solo acepta tu felicidad ahora, la que tanto deseabas, sigue adelante.

—Exacto Jen, si fue desde hace años ¿Porque nunca se acercó? solo me reservo y espero a que fuera mayor de edad como un objeto, soy un ser humano Jen —mi voz sonó más quebrada de lo que me gustaría.

¿Te reservo? ¿A qué te refieres? No te entiendo, explícame.

—Esa cena donde me conoció, sus padres hablaron con los míos, y prometieron casarnos, estoy comprometida desde que tengo doce años, ¡Doce! —alzo la voz— ¿Te das cuenta de que nunca fui libre? siempre termino viviendo en un engaño.

Habla con el Anni, olvida el pasado y vive tu presente, el que has estado formando desde el día de tu boda hasta la adopción de tu hija... deja de pensar en el pasado.

—Este es el presente Jen, no digo que jamás voy a perdónalo, pero necesito tiempo, quiero pensar. Creo que ya llego, hablamos más rato.

Sí, piensa en lo que dije, dale una oportunidad, se feliz.

Corto la llamada, busco mis pantuflas y bajo las escaleras para ir directo al living. Quiero ver a mi hija, además es hora de su comida, aunque muy dentro de mi también quiere verlo y que no me ha abandonado.

Tom salió con Ruth a dar un paseo, solemos hacerlo siempre, pero esta vez no quiero, a pesar de su insistencia... pero de todos modos no quise ir, si voy con él, siento que todo se olvidará como si nada hubiera pasado, el cómo me hace sentir, lo amo y eso mismo me va a dejar ciega.

—¿Donde esta Ruth? —estaba sentado, se notaba agotado y frustrado en el sillón, con un sobre amarillo en la mano— No la veo.

Observo el lugar en busca de mi hija, desde hace rato que deseo abrazarla y darle muchos besos. Creo que estaba en el corral, pero no.

—La deje con mis padres, ellos la cuidaran esta noche, así se los pedí —dice mirando el sobre— ¿Podríamos hablar un momento? Necesitamos hablar sobre esta situación. No puedes seguir ignorándome por favor.

Me siento en un sillón individual que estaba al lado de él, si me siento muy cerca, tal vez mis sentido me engañen.

—¿Porque la dejaste allá? —pregunto viéndolo detenidamente, no es común que el haga eso, con respecto a Ruth nunca hace algo sin comentármelo al menos, al igual que yo con el— debiste preguntarme, no puedes solo tomar esa decisión solo por ti.

—Tengo algo que decirte, debemos hablar y con ella, solo la usaran como un modo de refugio de mi —dice serio esta vez mirándome.

—Dime —pregunto con algo de indiferencia, pero es fingida más que nada, deseo hablar con él, pero temo lo que me pueda decir, ya no quiero más mentiras y siento que todo lo que me diga voy a terminar creyéndole porque mis sentimiento hacia él, me confunden, no me dejan pensar con claridad,

¿Es temor lo que veo en él? Esta dudando mucho, no es un rasgo que vea en él, nunca.

—Tienes razón, fui egoísta pensé en mí y en lo que yo sentía, no pensé en ti. Es solo que, desde esa noche, te quedaste en mi cabeza para siempre, creí que tus padres te habían comentado sobre nuestro compromiso, supe que no fue así cuando me pediste que rompiera el compromiso,

—No lo hiciste, aun así, seguiste adelante sin preguntarme al menos como me sentía yo con todo —cruzo mis brazos sobre mi pecho, más que nada por inseguridad que por enfado.

—No quería perderte, fue egoísta lo sé, pero sabía que podíamos llegar hacer felices, que podías llegar amarme, yo estaba dispuesto a todo para que así fuera —revuelve su pelo con sus manos

Lo escucha y creía cada una de sus palabras, pero mi corazón dolía y no podía evitar pensar que traiciono todo lo que yo creía de él.

—¿Entonces yo soy la chica misteriosa que he escuchado a veces? —no sé por qué eso se me vino a la cabeza, solo lo recordé.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.