Acero Inquebrantable

Vida Nueva

El tiempo había pasado, pero la intensidad entre ellos nunca había disminuido.

Tres años después de la batalla que casi les costó la vida, Valeria e Isaac se encontraban en una etapa completamente diferente de su relación. Lo que comenzó como una conexión basada en la confianza y el respeto mutuo había evolucionado en un amor sólido, inquebrantable. Juntos habían construido algo más que una empresa: habían formado un equipo, una vida, un hogar.

Pero Isaac sabía que faltaba algo. Algo que llevaba meses planeando.

Una Noche Especial

Era una noche tranquila en la casa que compartían en las afueras de la ciudad. Una de las pocas noches en las que no había amenazas, reuniones urgentes o estrategias de defensa. Solo ellos dos, disfrutando de la paz que tanto les había costado conseguir.

Valeria estaba en el balcón, con una copa de vino en la mano, observando las luces de la ciudad. Isaac la observaba desde la puerta, memorizando cada detalle: la forma en que la brisa movía su cabello, la expresión serena en su rostro, la forma en que su presencia lo hacía sentir en casa.

Se acercó lentamente y deslizó sus brazos alrededor de su cintura, apoyando el mentón en su hombro.

—¿En qué piensas? —preguntó en voz baja.

Valeria sonrió y apoyó su cabeza contra la de él.

—En lo lejos que hemos llegado.

Isaac besó suavemente su mejilla.

—Y en lo que nos falta por recorrer.

Ella giró para mirarlo a los ojos.

—¿A qué te refieres?

Isaac tomó su mano y, sin soltarla, sacó una pequeña caja de terciopelo de su bolsillo. Valeria sintió cómo su corazón se detenía por un instante.

—Valeria… —Isaac se arrodilló frente a ella, con una sonrisa que mostraba una mezcla de confianza y nerviosismo—. Han pasado tres años desde que decidimos dejar de luchar contra lo inevitable. Desde que aceptamos que lo que tenemos es real y vale cada batalla.

Valeria sintió un nudo en la garganta.

—Isaac…

Él apretó suavemente su mano.

—Eres la persona más increíble que he conocido. No solo mi compañera en el trabajo, sino en la vida. Eres mi fuerza, mi equilibrio, mi razón para seguir adelante. Y quiero que seas mi esposa.

Abrió la caja, revelando un anillo elegante, pero sin excesos, tal como sabía que a ella le gustaría.

—Cásate conmigo, Valeria. No porque lo necesitemos para estar juntos, sino porque quiero prometerte que estaré a tu lado en cada batalla, en cada victoria, en cada momento.

Valeria sintió sus ojos humedecerse. Ella, que había pasado toda su vida evitando ataduras, temiendo el dolor de la traición, ahora tenía frente a ella a un hombre que le había demostrado que el amor podía ser su mayor fortaleza.

Respiró hondo y sonrió.

—Sí, Isaac. Quiero casarme contigo.

Isaac sonrió con alivio y felicidad antes de deslizar el anillo en su dedo. Se levantó y la envolvió en un abrazo fuerte antes de besarla con toda la emoción del momento.

Cuando se separaron, Valeria lo miró con una mezcla de amor y determinación.

—Pero te advierto… no voy a ser una novia convencional.

Isaac rió y besó su frente.

—No esperaría menos de ti.

Juntos, miraron la ciudad frente a ellos, sabiendo que el futuro aún les deparaba desafíos. Pero esta vez, no había dudas ni miedos.

Porque ahora, eran inquebrantables.



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En el texto hay: amor celos traicion, humor aventura

Editado: 29.01.2025

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