Al día siguiente de la conversación con su tío, Dàmir recibió la notificación que él le había mencionado, de modo que sorprendió a sus amigos impidiéndoles entrar a la segunda hora de clases y arrastrándolos a firmar los documentos en la notaría.
Sin embargo, Dàmir no dijo nada más limitándose a reír y después se fueron a buscar un lugar donde celebrar, porque a su juicio debían brindar por su recién nacida agrupación y así fue como encontraron el pub de Ed, que se convertiría en su segunda casa.
Los muchachos habían abandonado el pub después de almorzar y brindar con una botella de vino que habían comprado por el camino, corriendo a continuación a clases, porque ya se habían perdido las de la mañana. No volvieron a verse en toda la tarde ocupados como estaban cada uno en lo suyo, pero a la hora de la cena Dàmir volvía a faltar.
Ellos comieron como de costumbre y como esa mañana se habían perdido las clases, tenían mucho que investigar, así que se fueron a ello. Sin embargo, a eso de las 11:30, Kerim terminó con sus deberes y al salir de la biblioteca decidió darse una vuelta por el salón de música donde efectivamente estaba Dàmir.
Aunque Kerim estaba que se caía de sueño, ya conocía lo suficiente a aquel individuo como para saber que si lo dejaba solo, amanecería allí, de modo que se armó de paciencia y esperó. Aproximadamente media hora después, Dàmir se quitó el lápiz de la boca, hizo una última anotación y comenzó a recoger sus partituras, después de guardar todo ordenadamente en su maletín, metió la guitarra en su estuche y miró a Kerim.
Dàmir se había detenido al escucharlo y decidió que aquel era tan buen momento como cualquier otro para hablar con Kerim, así que colocando el estuche de su guitarra y el maletín con las partituras a un lado, se sentó en la escalera y le hizo señas a Kerim para que lo hiciese él también.
Los ojos de Kerim doblaron su tamaño y de hecho casi dio un salto por la impresión. Desde luego aquel apellido sí lo conocía bien y dudaba que hubiese alguien que no. Sin embargo, y aunque era muy poco probable, bien podía tratarse solo de una coincidencia, así que decidió asegurarse.
Dàmir estaba bastante seguro de eso, porque después de todo Kerim tenía un coeficiente intelectual muy superior al promedio y para más señas estudiaba Ciencias Políticas, de modo que no, no tenía ninguna duda de que lo sabía perfectamente. Aguardó pacientemente a que su amigo dijese algo, pero en ese momento Kerim estaba muy ocupado haciendo un registro apresurado en su ordenado archivo mental acerca de todo lo que sabía de los Zazvic y de Dèjan Zazvic en particular.
La pegunta obedecía a que Dàmir sabía que ningún Bosnio que supiese con exactitud quiénes eran los Zazvic, se mostraría especialmente inclinado a profesarle ninguna simpatía, porque todos asumían que su abuelo había sido uno de los más activos instigadores del conflicto, pero aunque Dàmir no sabía si eso había sido así o no, hacía mucho que había decidido que no se preocuparía por ello, y en cualquier caso lo que hubiese hecho su abuelo nada tenía que ver con él, y de hecho de haber sido así, esa maldita guerra casi le cuesta la vida a él, aunque hasta donde sabía, eso le habría importado poco al mencionado abuelo.
Editado: 21.09.2021