En cuanto Ioan había llegado a Londres había llamado a Dàmir quedando de verse en la noche en el pub después que salieran de clases. Ioan llegó temprano, los Mitchell se alegraron mucho de verlo y estuvieron conversando en la barra hasta que llegaron los chicos.
Aquella era otra cosa que Dèjan había cumplido en cuanto le había sido posible, porque después que Ioan le había informado acerca de cuál de las fundaciones podía encargarse del asunto, él se ocupó de averiguar cuál era el mejor cirujano cardiovascular que existía y lo hizo volar a Londres para realizar la intervención.
Los muchachos respiraron mientras que Dàmir arrugó el entrecejo y ellos no entendieron.
Kerim tuvo pocas dudas de a quién estaba llamando, pero guardó silencio hasta que Dàmir regresó.
Ordenaron algo para comer mientras esperaban y los muchachos se interesaron por la salud de los abuelos. Estuvieron conversando mientras comían y poco antes de finalizar se presentó a quien esperaban confirmando lo que Kerim había pensado.
Josh era uno de los chicos que había conocido poco después de llegar, justamente el día del altercado con John y posteriormente todos se habían hecho amigos. Josh se había recibido hacía poco más de un año y ahora estaba haciendo un doctorado, pero le pareció genial la idea de convertirse en el representante legal del grupo y aceptó encantado, de manera que quedó en reunirse al día siguiente con Ioan.
Aquello no le dijo mucho a Josh, porque si bien su familia tenía buenos ingresos, no pertenecían a la élite social. Sin embargo, cuando Ioan hizo girar el monitor del ordenador y quedó a la vista el logo de la Corporación Zazvic, Josh abrió mucho los ojos, porque eso sí lo conocía. A partir de de allí recibió instrucciones precisas de lo que debía hacer y lo que no debía hacer.
Y ciertamente Josh se propuso hacer el mejor de los trabajos, primero en beneficio de sus amigos, y segundo en beneficio propio.
La cuestión de la representación legal quedó satisfactoriamente resuelta, ya que tanto Dàmir como los demás estaban seguros que podían confiar en Josh, porque si bien no tenía mucha experiencia, era entusiasta y con la asesoría de Ioan todo saldría bien. Lo que si iba a tomarles un poco más de tiempo, era encontrar un representante artístico, ya que aunque en ocasiones el representante legal se hacía cargo de ambas cosas, Josh no tenía más idea que ellos de qué hacer en aquel sentido.
Editado: 21.09.2021