Acordes del Corazón (libro 1. зоrа)

Cap. 14 El "sexto" miembro

Sally West era una norteamericana nacida en Texas; esbelta, cabello negro y ojos marrones. Era atractiva pero no especialmente, aunque invertía mucho tiempo y dinero en conseguir lo que otras poseían de forma natural. Sally era hija de un magnate petrolero, así que literalmente nadaba en dinero, pero carecía de clase.  Los antepasados de Sally habían sido simples granjeros hasta que accidentalmente se había descubierto petróleo en sus tierras y de la noche a la mañana se había elevado su estatus social, de modo que para cuando Sally nació, había desaparecido la granja West que había sido sustituida por la petrolera West Oil. No obstante, si bien los West tenían mucho dinero, la aristocracia petrolera seguía viéndolos como granjeros con suerte.

El mayor sueño de Sally era casarse con alguien que aportase un título nobiliario a su apellido, razón por la cual había ido a estudiar a aquella universidad, ya que a ella eran enviados muchos vástagos de importantes familias que tenían en su haber uno o varios títulos como los que ella deseaba. Sin embargo, Sally estaba por terminar su carrera y si bien estaba por conseguir, aunque a duras penas, su licenciatura en Literatura y Filosofía, no había logrado aun lo que realmente había ido a buscar.

Aunque Sally no era especialmente apreciada por sus compañeros en general, era la chica que le había quitado el sueño al bueno de Imran prácticamente desde el primer día de clases. La cuestión era que Imran no calificaba de ninguna manera como para aspirar ni siquiera a acercársele en esos términos a Sally. Imran era un excelente estudiante y mejor persona,  y a pesar de su aspecto metalero que comenzaba por su vestimenta casi siempre de negro y cuero, y terminaba en su exageradamente larga cabellera, era muy atractivo y tenía unos espectaculares ojos verdes, pero para Sally, en el supuesto de que se hubiese dignado mirarlo, tenía dos pésimos defectos, no poseía el codiciado título y no tenía ni un centavo.

Muchas de las compañeras de clase de Imran suspiraban por sus atractivos huesos, pero él parecía no notarlo obsesionado como estaba por Sally. Entre éstas chicas que se habían constituido en el club de fans de Imran cuyo lema era “odiemos a Sally”, se encontraba Maggi Wells, hermana de John y era la única que podía decir que era amiga del chico.

Aunque Maggi ya había reparado en Imran, cuando se corrió la voz del altercado que habían tenido Imran y Dàmir y la paliza que éste último le había dado a su hermano, se había armado de valor y se había sentado al lado de Imran en la clase de Literatura inglesa.

  • Hola  --  había dicho y él había levantado la cabeza del libro fijando sus ojos en la chica que agradeció estar sentada
  • ¡Ey!  --  dijo él y volvió a fijarse en lo que estaba leyendo
  • Ammm… tú eres Imran Zadar ¿no?  --  preguntó de la forma más estúpida posible en su propia opinión
  • Ujum  --  contestó él, si es que a eso podía llamársele respuesta
  • Quería disculparme contigo
  • ¿Por?  --  preguntó él, pero sin aparente interés
  • Porque supe lo que sucedió en el gimnasio
  • ¿Y?
  • Bueno… el gracioso es mi hermano
  • Bien  --  dijo él sin levantar la vista del libro
  • Espero que no te haya lastimado  --  insistió ella, aunque al igual que todo el mundo sabía que los lastimados habían sido su hermano y sus necios amigos
  • Aja

Maggi pareció cansarse de tan poca colaboración y pensó en marcharse, pero luego se sintió molesta y con deseos de golpearlo.

  • ¿Sabes hablar o tu vocabulario se reduce a sonidos onomatopéyicos y monosílabos?

Imran levantó la cabeza posando nuevamente sus ojos en ella y esbozó una sonrisa que paralizó el corazón de Maggi.

  • Pido disculpas por mi lamentable comportamiento, señorita  --  le dijo él  --  pero anoche no me fue posible leer en forma adecuada lo que debía preparar para hoy y odiaría salir mal por mi necedad. Sin embargo, esa no es excusa para haber sido tan poco cortés  --  y en este punto extendió su mano  --  Un placer conocerte, Maggi Wells

Maggi al igual que su hermano era rubia, pero a diferencia de éste ella era de escasa estatura y en aquel momento pareció encogerse aun más en su asiento. Sin embargo, logró estirar el brazo para darle la mano a Imran y la que pareció quedarse sin palabras fue ella. Por fortuna el profesor entró en aquel momento y dio inició a la clase. Independientemente de lo que hubiese dicho Imarn acerca de no haber podido prepararse para la clase, su exposición fue brillante. Antes de salir, Maggi encontró su voz de nuevo.

  • Si así te va cuando no estudias, no me quiero imaginar cómo será cuando lo haces
  • Gracias  -- dijo él mientras recogía sus cosas, pero antes de salir se giró  --  Espero haber demostrado que sí sé decir algo más que monosílabos  --  dijo sonriéndole y marchándose a continuación

Maggi maldijo para sus adentros pensando que aquella sonrisa era un arma peligrosa, pero que no podía dejarse afectar de esa manera tan inapropiada. No obstante, y aunque no habían comenzado de la mejor manera, con el tiempo llegarían a ser buenos amigos y ella se convertiría en su paño de lágrimas y en blanco de la envidia de muchas de sus compañeras.




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