En oportunidad de una de las visitas de Dèjan a la ciudad con motivo del cumpleaños de Dàmir, había intentado informarse acerca de las fechas de cumpleaños de los niños, pero ninguno de los dos parecía muy seguro de eso. En el caso de Mihailo solo sabía que era en enero y Jesse aseguraba que el suyo era en abril, pero como no estaban seguros en cuanto al día específico, Dèjan decidió fijarlos en el día 15 para ambos casos – ya que Dàmir cumplía años el 15 de diciembre – de modo que tanto el 15 de enero como el 15 de abril, les llevó regalos a los chicos, al igual que Ioan y Paulo. Malik por su parte y que había desarrollado una estrecha relación con ellos, los había llevado a comer a un centro comercial después de la jornada de trabajo.
Algo a lo que los chicos se habían acostumbrado, era a que Ioan parecía visitar la ciudad con más frecuencia que Dèjan, y siendo que para navidad había sido así, fue él quien les hizo entrega de sus primeros presentes de navidad agradeciendo haber ido solo, porque Jesse se deshizo en llanto sorprendiendo a Ioan que si bien habría podido esperar tanto alegría como una airada protesta como ya había ocurrido anteriormente, dejando claro que aun no se sentían lo bastante seguros como para recibir regalos sin pensar que quien se los daba tenía segundas intenciones, ciertamente no se esperaba aquella reacción. Sin embargo, luego comprendió que aquellos chicos nunca habían recibido un presente de navidad, así que fue por eso que se sintió agradecido de que Dèjan no estuviese allí o aquello lo habría golpeado como solo podían golpearlo a él aquella clase de cosas.
Durante los dos años que ya habían transcurrido y como ya se señaló, Malik había estrechado su relación con los niños y se había enterado de algunas cosas, como por ejemplo que en realidad no eran hermanos, pero prometió no decir nada, ya que por alguna razón Mihailo parecía pensar que de aquella forma protegía al más pequeño. Otro asunto de lo que se enteró, fue que Mihailo compartía la misma preocupación de Dèjan con relación a la salud de Jesse, enterándose que aquella parecía ser la razón de que al chico nunca le consiguiesen un hogar, ya que si bien llegó al retén siendo un bebé, su salud era extraordinariamente precaria y según lo que había escuchado Mihailo, nadie pensaba que iba a sobrevivir. Aparte de saber eso, Mihailo también sabía que llevar a Jesse a ver a un doctor era una tarea ímproba, informándole a Malik que aquella aversión obedecía al mucho tiempo que Jesse había pasado en la enfermería sometido a lo que suponía eran tratamientos para mejorar su salud, pero a raíz de eso, Jesse huía de cualquier cosa que tuviese que ver con médicos y le tenía franco terror a las agujas.
Malik era uno de los pocos testigos de la inusual generosidad de Dèjan Zazvic, ya que había sido y continuaba siendo un beneficiario de la misma. Dèjan lo había recogido hacía muchos años una fría noche en las calles de Boston, le había dado comida, abrigo y educación, llevándolo luego con él a Dubai donde Dèjan había establecido su base de operaciones principal. Sin embargo, más adelante Malik le había preguntado si podía ir a Londres para concluir su educación, Dèjan había aceptado y Malik trabajaba en el día en las oficinas de la corporación y estudiaba de noche la carrera de leyes. A pesar de que Dèjan le había dicho que no era necesario, Malik siempre había querido mostrarse agradecido y pensaba que lo único que podía hacer a cambio aparte de otorgarle toda su lealtad a Dèjan, era trabajar para él y era por eso que lo hacía. Sin embargo, y a pesar de todo lo anterior, Malik que había conocido de primera mano el miedo, la desesperanza y la soledad, se sentía identificado con los niños y para nada inclinado a traicionar su confianza.
No obstante, finalizando el primer invierno del año en el que los niños habían comenzado a trabajar para CZ, Malik estuvo a punto de desviarse de su línea de pensamiento, ya que un día Mihailo se presentó a trabajar solo y cuando Malik preguntó por Jesse, el niño le había dicho que no estaba bien y que había pasado la noche con fiebre. Inicialmente y no sabiendo aun acerca de la precaria salud que había tenido siempre Jesse, pensó que estando en invierno no era tan extraño algún resfriado, pero después de dos días comenzó a preocuparse. Mihailo le había pedido algunos medicamentos y él se los había proporcionado, pero siendo que Jesse seguía sin aparecer, había decidido tomar medidas, así que esperó a que Mihailo llegase con intención de convencerlo a él, en primer término, y luego ir por Jesse, pero ese día el más pequeño se presentó a trabajar. Aun así, Malik no se sintió muy seguro, ya que la extrema palidez del niño lo preocupaba mucho y esto aunado a los cinco días que había pasado mal, y aunque Jesse nunca había tenido una constitución muy fuerte, lo habían dejado más flaco aun. Sin embargo, no hubo argumento válido y Jesse siguió negándose a ver a un médico.
Todo lo anterior había tenido lugar durante los dos años previos, de modo que ahora, y aunque algo más crecidos y con mejor aspecto, los chicos seguían acudiendo todos los días a su trabajo en el aparcamiento de CZ y llevaban a cabo su labor con entusiasmo. Ya eran conocidos por todos los empleados con quienes solían bromear sin importar el estatus que estos tuviesen en la empresa. A pesar de que Jesse solía ser el más ácido, sus comentarios cosechaban muchas risas y era el más querido por todos. Mihailo que ya había comenzado a interesarse en las chicas, las piropeaba sin ningún recato, y aunque existían muy pocas posibilidades de que alguna le prestase atención, él no dejaba de invitarlas al cine o a pasear. Malik había puesto mucho empeño en ampliar los conocimientos de los niños y había tenido algún éxito, Mihailo absorbía lo que Malik deslizaba en sus conversaciones, mientras que a Jesse le gustaba mucho leer, razón por la cual Malik le había proporcionado muchos libros y habiéndole hecho este comentario a Dèjan, él había contribuido al asunto y siempre que iba a Londres le llevaba algún libro a Jesse.
Editado: 21.09.2021