La cena había transcurrido con el alboroto habitual, ya que Giuliana y Kerim seguían en su pleito, aunque ella había dejado de lanzarle cosas y se contentaban con lanzarle solo frases irritantes. Ajle hablaba hasta por los codos independientemente de quién estuviese prestándole atención que habitualmente era Edvin a pesar de que esto era un misterio, porque ambos hablaban en demasía y al mismo tiempo, así que era una verdadera hazaña que pudiesen entenderse, pero en aquella ocasión Ed intentaba que Edvin le explicase la mejor forma y la menos onerosa para el asunto del cableado del pub, y Edvin intentaba con ahínco y entusiasmo hacerle entender los beneficios de ciertos materiales sobre otros de utilización común. Imran miró con consternación a Ed y pensó que lo mejor que podía hacer era comprarse una revista de esas de Hágalo usted mismo y le iría mejor, o al menos sería más seguro, porque a pesar de que en teoría Edvin estaba a punto de recibirse en aquella materia, todos sabían que era un desastre con todas sus letras y siempre terminaba causando destrozos. Dàmir que sustentaba una opinión muy parecida, ya estaba ideando la mejor forma de contribuir al asunto sin que Ed se sintiese ofendido.
Dèjan se había marchado antes de que los Mitchell llegaran, porque tenía asuntos pendientes por resolver, pero le había dicho a su hijo que intentaría llegar para la cena. Sin embargo, la reunión se había extendido y no había logrado llegar a tiempo, haciéndolo cuando ya todos estaban de vuelta en el salón. Dèjan había estado en cinco o seis oportunidades en el pub de los Mitchell a lo largo de la estadía de Dàmir en Londres, la primera vez había sido con motivo de su cumpleaños y luego en distintas ocasiones cuando Dàmir se negaba a comer en otro lugar, de manera que ya conocía al matrimonio y tanto él como Ioan los saludaron como de costumbre. Sin embargo, Dèjan percibió el cambio en la actitud de Martha, ya que si bien en la primera oportunidad casi no habían hablado y ella no se había hecho un concepto de él, en las siguientes ocasiones sí lo habían hecho y lo había tratado con la misma jovialidad que a los chicos e incluso le había hecho muchas bromas acerca de su falta de juicio por haber sido padre a una edad tan inapropiada. De manera que después de un rato de atenta observación, juntó las cejas preguntándose qué sucedía, ya que no creía que ella estuviese molesta por haberse visto obligada a cerrar su local por causa de los chicos, especialmente porque le había quedado bastante claro que como decía Ioan, la buena mujer babeaba por Dàmir y lo consentía como si tuviese cinco años.
Como Ajle carecía por completo de delicadeza y discreción, rasgo que parecía haberse acentuado a raíz de lo que él llamaba su tragedia personal al igual que su acidez a la hora de hacer bromas, fue el que se adjudicó el derecho a aclarar la situación de forma sucinta y directa.
No obstante, ante lo único que se inclinaría el necio aquel sería ante el estuche de un CD que fue a dar a su desquiciada cabeza. Si en realidad Dèjan no se hubiese sentido tan preocupado por lo dicho por Ajle, habría podido reír por los comentarios, pero obvió lo que estaban diciendo los chicos y se acercó a Martha.
Martha le sonrió con timidez mientras que Dàmir lo había hecho con amplitud y sus ojos habían brillado, decidiendo a continuación que todo estaría bien y sujetando a Ioan por un brazo lo alejó dejando a su padre y a Martha para que pudiesen conversar mientras él se ocupaba de otro asunto aun por resolver.
Editado: 21.09.2021