El día que los Mitchell se marchaban parecía que los chicos estuviesen en un funeral. Aunque teóricamente el matrimonio debería haberse quedado solo un par de días en Inside Hill, Dàmir se las había arreglado primero para que se quedaran hasta el día de su cumpleaños y luego les había pedido quedarse hasta después de navidad, pero en este punto Ed se habría mostrado inflexible, porque ya el negocio tenía más de una semana cerrado, y aparte de que eso era pésimo para sus finanzas también tenía pendientes las reparaciones y fue justamente de allí de donde se agarró Dàmir.
Todos habían estado observando la discusión, la mayoría con expresión preocupada, la excepción la constituían Kerim, Ioan y Giuliana que miraban el asunto con cierta diversión y bastante seguros de cómo iba a terminar.
Ed pareció vacilar durante unos momentos, pero Dàmir seguía con sus intensos y suplicantes ojos azules fijos en él y finalmente terminó por ceder.
Un rato después los chicos ya estaban bromeando de nuevo y diciéndole a Ed que todo ese discurso acerca de la preocupación eran puras patrañas de Dàmir y todo lo que quería era tener a Martha allí para que le hiciese pastel de manzana a diario, ya que Dàmir, Josh y John parecían ser adictos al mismo.
Si Ioan había entendido y Dèjan no, era porque el segundo solía ser la víctima de su hijo y nunca lo había visto en acción con relación a otra persona.
Ioan no lo habría llamado realmente manipulador y tenía intenciones de decirlo, pero en ese momento Kerim que había escuchado se había vuelto y estaba mirando a Giuliana con expresión peligrosa.
Dicho esto les dio la espalda nuevamente y se dirigió hacia los chicos que aun discutían acerca del pastel de manzana de Martha. Tal vez por el hecho de que era la primera vez desde que se conocían que Kerim la llamaba por su nombre y seguidamente porque era el discurso más largo y serio que le había escuchado, que Giuliana se quedó muda y no fue capaz de encontrar en su arsenal de palabras nada apropiado para decirle.
Ioan que en realidad sabía acerca del doctorado en Psicología de Kerim, no le extrañó que hubiese hecho un análisis tan acertado de la personalidad de su sobrino, de modo que estaba bastante de acuerdo con el chico, ya que él había visto crecer a Dàmir y sabía que su sobrino había heredado aquella capacidad que poseía Dèjan para manejar las situaciones a su antojo, la diferencia entre padre e hijo, radicaba en que Dàmir poseía además cierto encanto y dulzura de los que ciertamente Dèjan carecía. De manera que si bien los dos eran líderes por naturaleza, para conseguir sus fines uno empleaba su encanto y su astucia mientras que el otro la astucia y la inteligencia; y mientras Dàmir se preocupaba genuinamente por toda la humanidad, Dèjan solo por aquellos a los que amaba, pero al final del día, ambos eran extremadamente parecidos.
Editado: 21.09.2021