Acordes del Corazón (libro 1. зоrа)

Cap. 40 Conociéndose

Después de hacerle un par de preguntas a Mihailo, Dàmir lo acercó a los demás y tanto Ioan como Dèjan prestaron atención. Para ese momento Jesse aun estaba hablando con Ajle y al ver a Mihailo sonrió.

  • Bueno este es Mihailo y ahora dime tú mismo si no lo encuentras parecido a ti  --  le dijo a Ajle

Hasta ese momento Kerim había estado riéndose del empeño del chico en que su hermano se parecía a Ajle y éste porfiando que él era demasiado perfecto como para que nadie se le pareciese, aunque para todos era evidente que Jesse llevaba razón, no es  que fuesen idénticos, lógicamente, pero sí se parecían, de modo que cuando Mihailo estuvo frente a Ajle, ambos se miraron con atención mientras los demás lo hacían con curiosidad y analizaban las semejanzas. Mihailo tenía el cabello del mismo extraño color que el de Ajle, es decir era rubio oscuro con muchos destellos dorados y dudaban mucho que aquel chico hubiese pasado por las manos de ningún Giles para lograr aquel efecto, de modo que debía ser tan natural como el de Ajle, la única diferencia era que Ajle lo llevaba largo y Mihailo muy corto. Los ojos eran otro punto de semejanza y tan grises los unos como los otros. En los rasgos faciales también había semejanzas, aunque no tan marcadas como las que había entre Dàmir y Dèjan, pero las había, y un poco después cuando el chico sonriese, notarían que se le hacía un hoyuelo del mismo lado que a Ajle y no en ambas mejillas como les sucedía a algunas personas como por ejemplo, Jesse. Tenían aproximadamente la misma estatura, aunque Mihailo era unos centímetros más bajo y algo más delgado.

  • ¿Y bien?  --  preguntó Jesse cuya paciencia competía con la de Dèjan en extensión
  • No le haga caso, usted  --  dijo Mihailo  --  Jesse tiene tendencia a sostener locas teorías
  • No es…
  • ¿Cuántos años tienes?  --  preguntó Ajle interrumpiendo a Jesse
  • Acabo de cumplir dieciocho
  • Entonces comienza por quitarme el usted, porque yo voy a cumplir veinte, así que no soy tan viejo
  • De acuerdo  --  dijo Mihailo sonriendo y fue cuando notaron lo del hoyuelo 
  • Estoy esperando  --  dijo Jesse
  • Ya basta Jesse, deja de  comportarte estúpidamente  --  replicó Mihailo con tono disgustado y un poco más alto de lo usual

Aquello extrañó mucho a Ioan y a Dèjan, porque normalmente Mihailo no le hablaba así, pero también sucedió otra cosa sumamente rara y solo pocos lo notaron. En el momento que Mihailo le dijo eso al chico, los ojos de Jesse adquirieron otra expresión, una que era de miedo mezclada con dolor. Uno de los que lo había notado había sido Kerim y se apresuró a acercarse al chico, Dèjan tuvo la intención de decirle que no se le ocurriese tocarlo, pero por algún motivo Kerim parecía saber que no debía hacerlo y solo se inclinó un poco hacia él.

  • ¿Sabes qué, Jesse?  --  le preguntó  --  Independientemente de lo que diga o piense el necio de Ajle, a quien por cierto harías bien en no prestar mucha atención, yo pienso que tienes razón y Mihailo si guarda mucho parecido con él, y siendo que mi opinión es mucho más válida que la de él, puedes darte por satisfecho
  • Y ahí va el rey de la modestia  --  dijo Giuliana con acidez
  • A ella tampoco le hagas mucho caso, en realidad me ama con locura, lo que sucede es que no le gusta reconocerlo en público, pero cuando estamos solos es mucho más cariñosa, ya sabes
  • ¡Vaejik!  --  exclamó Giuliana

Jesse parecía no estar escuchándolos y Dèjan comenzó a preocuparse, porque él sabía que en otras circunstancias el chico le habría sacado mucha punta al pleito de aquellos dos. Dàmir que era el otro que había identificado y reconocido la expresión de Jesse, porque era una que conocía de manera personal por haberla experimentado mucho durante su niñez, tuvo la urgente necesidad de hacer algo para borrarla, así como el deseo de sacudir a Mihailo que en aquel momento estaba sintiéndose miserable. No obstante, ni el uno ni el otro pudieron hacer o decir nada, porque Martha se abrió paso y haciendo a un lado a Kerim se plantó entre él y Jesse.

  • Tú grandísimo sinvergüenza, deja de decirle esas cosas a esta criatura  --  le dijo y luego se volvió hacía a Jesse y cambió su tono a uno mucho más dulce  --  Vamos cielo, no le hagas caso a éstos salvajes  --  extendió su mano y para sorpresa al menos de tres de los presentes, Jesse se la sujetó y se fue a sentar con ella

Después de eso, y aunque Mihailo seguía sintiéndose una porquería por haber tratado de ese modo a Jesse, Edvin y Ajle llamaron su atención y él intentó poner cuidado en lo que le decían. Kerim se enfrascó en su habitual pelea con Giuliana y Dàmir se acercó a su padre.

  • ¿Cuál es la historia?  --  le preguntó

Dàmir sabía que su padre si bien no lo hacía todo el tiempo, eventualmente recogía criaturas desvalidas y le brindaba de algún modo su protección, como era el caso de Malik y algunos otros en distintos lugares, pero lo que le sorprendía era que los tuviese trabajando, ya que por general los ponía al cuidado de alguien que se ocupase de que estudiaran. De manera que si bien por una parte estaba seguro que aquellos dos chicos calificaban en el renglón de protegidos, aun quería saber en qué se diferenciaban del resto.

  • Los encontré hace alrededor de tres años y…  




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