Acordes del Corazón (libro 1. зоrа)

Cap. 46 Nueva realidad

Cuando salieron del edificio de la corporación, Ajle iba haciendo toda clase de planes y como solo él podía hacerlo, a toda velocidad, de manera que antes de subirse a la camioneta ya Mihailo se sentía perdido.

Los chicos decidieron que lo mejor era dejar a los hermanos solos, pues en opinión de Dàmir necesitaban tiempo para conocerse, y aunque sabían que a Ajle lo traía sin cuidado quién lo escuchase, con seguridad no era el caso de Mihailo que parecía diametralmente opuesto a su hermano, de manera que mientras ellos volvían a Inside Hill, Ajle se iba con Mihailo y le desearon suerte al chico en aquella primera aventura con su hermano.

Lo primero que había hecho Ajle había sido vestir de pies a cabeza a Mihailo, pues en su opinión era lo más urgente por hacer, después de eso se habían ido a comer y de seguido lo había llevado a conocer su nueva adquisición, pero apenas si lo dejó ver nada y de allí se fueron a recorrer tiendas; Mihailo estaba boquiabierto por la velocidad a la Ajle adquiría un sinnúmero de objetos que él particularmente no les veía la utilidad. Ajle le consultó en varias ocasiones acerca de algunas cosas, pero independientemente de lo que Mihailo dijese, y la mitad de las veces no sabía qué decir, Ajle las compró lo mismo. A la hora del té tuvieron un momento de quietud y Mihailo se animó a preguntarle por la familia que lo había adoptado, porque aunque Ajle ya había hablado mucho, lo había hecho en forma desordenada y como funcionaba su cerebro, así que Mihailo había entendido poco o nada.

  • Lo supe hace relativamente poco, y de no haber sido por el infame trabajo que me mandaron acerca de las consecuencias del conflicto, tal vez no me habría enterado nunca

En esta ocasión y con un poco más de orden, le explicó cómo habían estado las cosas y que finalmente sus padres habían reconocido que no lo eran y le habían contado la parte de la historia que conocían por los informes.

  • Pero tuviste mucha suerte
  • ¿Suerte? No recuerdo nada de nada
  • Por lo mismo  --  insistió Mihailo  --  pero aparte de no recordar, has tenido una familia que te ama
  • Pero no es la mía  --  dijo Ajle tercamente
  • Tal vez, pero la tienes, en cambio yo no  --  dijo en forma sencilla y quizá por eso fue que Ajle sintió como si lo hubiesen golpeado con enorme mazo

Y la situación empeoraría muchísimo, porque tal y como había pensado Dàmir, estando solos Mihailo se destapó y le contó a Ajle todo lo que recordaba de su vida. Las vejaciones y maltratos a los que había sido sometido en el orfanato, la lucha constante para no ser atropellado por sus propios compañeros, su posterior fuga, los días y las noches de hambre y frío, sumado todo lo anterior a la incertidumbre  de lo que traería cada nuevo amanecer.

Kerim siempre había sostenido que el problema de Ajle era que había sido un niño malcriado a quien su madre adoptiva, quizá por las condiciones que sabía habían rodeado a la criatura, había consentido en demasía, de manera que él había crecido sintiéndose el centro del universo, y cuando descubrió que no lo era ni siquiera de la familia que creía suya, entró en crisis, pero ahora habiendo escuchado la terrible historia de su hermano, por primera vez en su vida se sintió mezquino y tuvo verdadera consciencia de dos cosas; la primera, que era un ser sumamente egoísta, y la segunda, que como le habían venido diciendo sus amigos hasta el cansancio, realmente había tenido mucha suerte. Con esta nueva consciencia, Ajle se juró que su hermano no volvería a pasar ni un solo día más de trabajo y que él personalmente se encargaría de que no le faltase absolutamente nada.

Al final de la tarde, Mihailo le pidió pasar por la corporación y Ajle accedió, pero Jesse no había regresado o ya se había marchado. Mihailo tuvo la intención de ir a casa, pero, aunque ahora sabía que Ajle era su hermano, no se sentía cómodo llevándolo a la misma, pues sabía que a Jesse no iba a gustarle, así que decidió que esperaría para hablar con él cuando regresase a casa para dormir. Lo que no sabía Mihailo en ese momento, era que no iba a regresar esa noche y en realidad ninguna otra.

Cuando llegaron a Inside Hill, los chicos los estaban esperando ansiosos, se morían por saber cómo había ido todo y sobre todo si Mihailo había sobrevivido a aquel loco titulado. Lo primero que notaron fue el cambio en el aspecto general de Mihailo, y aunque se veía bien, tuvieron pocas dudas de que Ajle no le había dado ni la menor oportunidad de escoger qué vestir, pues a todas luces ahora Mihailo era otra versión de Ajle.

Como los chicos habían tenido oportunidad de dormir, tenían mejor aspecto y mejor ánimo, así que comenzaron a  hablar con los recién llegados y aparentemente todo había ido muy bien.

Un poco más tarde llegó Josh y él sí se veía cansado, pues no había tenido oportunidad de dormir como sus amigos, pero como también tenía curiosidad por saber cómo le había ido a los hermanos, decidió sacrificar otro par de horas de sueño para ir a Inside Hill.

La cena estuvo muy animada, y aunque Mihailo aun carecía de confianza, participó en la misma mucho más que en la anterior oportunidad que había estado allí. Una vez finalizada esta, pasaron al salón y Ajle se apartó con Dàmir.

  • Tú sabes que aun mi departamento no esta listo, Dàmir, así que quería preguntarte si hay algún problema con que…  --  no alcanzó a terminar cuando Dàmir le había acomodado un porrazo en la cabeza  --  ¡Ey!
  • ¿Eres estúpido o qué?
  • Pregunta retórica, hermano  --  dijo Kerim, ya que Dàmir había elevado lo suficiente la voz como para ser escuchado por todos
  • Aun no he dicho nada
  • Ni falta que hace, vas a preguntarme si Mihailo puede quedarse aquí y repito que eres estúpido por convicción ¡Claro que puede quedarse, necio!  --  le dijo y caminó hacia donde estaban los demás




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