Dèjan estaba paseándose de un lugar a otro y parecía a punto de sufrir un colapso, así que Ioan se acercó a él en cuanto dejó de hablar por su móvil.
Aproximadamente media hora después llegaron los muchachos y todos venían con la misma expresión de angustia que había tenido Dèjan todo el rato.
Maggi había volado a París un par de días antes con la finalidad de entrevistarse con un anticuario y evaluar algunas colecciones de libros que le interesaban.
Giuliana no había dejado de hablar por el móvil al igual que Dàmir, ya que una vez que saludó a su padre comenzó a impartir órdenes por el móvil, aunque la mayoría de las mismas ya se habían cumplido, pues James tenía un excelente entrenamiento.
Kerim se había sentado junto a Imran que como cabía esperar estaba devastado, pero un momento después se les unió Ioan, que a pesar de entender cómo debía estar sintiéndose, consideraba que era muy importante prepararlo para enfrentar aquello. Edvin y Ajle estaban con Mihailo y el segundo parecía pensar que su hermano tenía cinco años y que era necesario instruirlo en todos los posibles peligros del mundo.
En medio de todo aquel drama, Jesse se sentía fuera de lugar y seguía preguntándose qué hacía allí, de modo que se había apartado, aunque seguía escuchando trozos de las órdenes de Dàmir, de las conversaciones que estaban teniendo lugar, y en forma lejana, escuchaba la voz de Dèjan que también hablaba por su móvil. No sabía cuánto tiempo llevaba allí cuando vio una mano que retiraba la suya de la boca y se apartó con rapidez.
Esto obedecía a que cuando Jesse estaba muy nervioso o preocupado, solía morderse la orilla de los dedos.
No obstante, fue con Dèjan o el necio aquel era capaz de arrastrarlo, pero solo mordisqueó un panecillo, aunque sí se tomó todo el chocolate.
Las horas comenzaron a pasar y cuando comenzó a caer la tarde, llegaron varios sujetos con aspecto militar.
Imran escondió el rostro entre las manos mientras que Dèjan se apartaba con el sujeto que le había estado hablando.
Aquella frase despertó un recuerdo en la mente de Jesse, pues era algo muy parecido a lo que le había dicho unos meses atrás…
Jesse no era policía ni investigador, pero tenía una capacidad deductiva quizá no muy veloz, pero sí muy acertada, de manera que intentó ordenar la información. Según lo que había escuchado del individuo con aspecto militar, el sobrino de Imran había sido secuestrado por un compañero de facultad, así que hizo memoria pues estaba seguro que Mihailo había mencionado el nombre de la misma y finalmente lo recordó. Un tiempo atrás Jesse había hecho averiguaciones acerca de las universidades para saber los costos y determinar qué tantas posibilidades tenían de que Mihailo pudiese entrar, así que sabía que aquella universidad en particular era del tipo donde iban a estudiar chicos que no carecían de recursos precisamente, de modo que no le cuadraba que algún compañero de Samir estuviese involucrado en el secuestro como había escuchado, y menos aun que uno de aquellos niños ricos tuviese algo que ver con un grupo delictivo poco importante. Sin embargo, y suponiendo que así fuese, él sabía exactamente quién podía averiguarlo. Una vez que había puesto sus ideas en orden se giró y miró a Mihailo, pero Ajle seguía pegado a él como si temiese perderlo, así que descartó la posibilidad de decirle nada. Miró con atención a todos y finalmente se decidió por Dèjan, solo esperaba que no se pusiese payaso.
Editado: 24.10.2021