Charlie y Nick se habían estado preguntando con qué intención había ido a meterse Jesse en aquel lugar y que no era la de robar, porque sabían que no se dedicaba a ello, pero pensaron que fuese cual fuere el motivo, una vez allí no tenía como salir y por eso había pedido su ayuda. Sin embargo, mientras iban de vuelta y escucharon la verdadera razón por la que había llamado, ambos chicos se miraron con sorpresa, pues aunque ya esperaban casi cualquier cosa de Jesse, aquel pequeño individuo siempre lograba sorprenderlos.
Aquello era cierto, pues desde que Mihailo se había marchado, la relación entre Jesse, Nick y los otros chicos se había estrechado, y aunque él seguía diciendo que no eran amigos sino vecinos por casualidad, la verdad era que mantenían una amistad tal vez algo extraña, pero amistad al fin, habían llegado a conocerse lo suficiente como para que confiasen los unos en los otros y ya ni siquiera se abstenían de hablar de trabajo en presencia de Jesse, de manera que él estaba perfectamente al tanto de lo que Nick podía o no podía hacer. No obstante, lo que Nick iba a decir no era aquello, aunque sonrió al escucharlo.
Nick vio el cambio de expresión de Jesse y supo que aparte de molestarlo, lo había herido de alguna manera.
Esto era algo muy molesto de Jesse en opinión de Nick, y se había insultado a sí mismo por haberle contado acerca de sus orígenes, pues desde entonces y cuando Jesse se molestaba con ellos, los llamaba por su nombre real.
Unos minutos después, y aunque Jesse protestó de todas las formas posibles, Charlie detuvo el auto al borde de una acera y Jesse emitió una exclamación muy grosera mientras ellos reían
El mencionado mal humor obedecía a que había visto a David de pie en el lugar donde se habían detenido y ahora estaba golpeando el vidrio. Nick se bajó del auto y conversó un momento con David para luego girarse y abrir la puerta.
Sin embargo, ante la perspectiva de ser sacado del auto con muy poca ceremonia optó por salir, pero apenas intentó ponerse de pie las cosas se complicaron y Nick lo sujetó.
Dicho esto lo alzó y Jesse ahogó una exclamación de sorpresa, pues había estado demasiado ocupado lidiando con el dolor y no había prestado atención a las palabras de Nick. David los condujo a través de un pequeño jardín adornado con luces de navidad, abrió la puerta de lo que parecía la cochera, y aunque lo era, también había en ella otra puerta que conducía a un reducido consultorio médico. En este punto el corazón de Jesse comenzó a latir enloquecido, un sudor frío perló su frente a pesar de que se estaba congelando, y sus pupilas se dilataron. Nick y Charlie que lo estaban mirando, se preocuparon pensando que el pobre chico debía tener un dolor brutal, mientras que David, si bien no dudaba del dolor aunque aun no había visto el daño, sabía que aquellos signos se debían a su proverbial terror a la medicina, así que en primer término procedió a calmarlo.
Editado: 24.10.2021