Aunque Ioan sabía que su primo era un sujeto obstinado y terco hasta la exasperación, normalmente y tal vez porque lo conocía bien, siempre había logrado disuadirlo de algunos asuntos que él consideraba potencialmente peligrosos o absurdos. Sin embargo, se le presentó una cuestión sumamente espinosa, pues poco después de la última sesión de quimioterapia de Jesse, Dèjan le dio una orden muy alarmante y con muchas posibilidades de terminar mal.
Ioan tuvo verdaderas dificultades para disimular su asombro, pues si bien era cierto que Dèjan había ayudado, protegido o financiado las carreras de muchos chicos, aquello que estaba plateándole o más bien ordenándole, se salía mucho de sus costumbres. No obstante, Ioan primero se tranquilizó antes de intentar razonar con él, pero por mucho que argumentó y lo hizo, aquel individuo seguía empeñado.
Ioan pensó que su presencia no colaboraría en nada con su causa, o al menos no, sabiendo lo que sabía, pero escuchó resignado cómo Dèjan le explicaba a su hijo sus planes con Jesse.
Dàmir guardó silencio un momento, algo que extrañó a Ioan que casi esperaba verlo saltar de alegría, pero se sorprendería más al escucharlo.
Ioan superó con rapidez la sorpresa y se adhirió a la idea de Dàmir, y aunque Dàjn no parecía especialmente conforme, finalmente aceptó y le dio órdenes a Ioan de proceder.
Dèjan había tenido que viajar pocos días antes del transplante de Jesse, pues tenía que finiquitar varios asuntos pendientes si quería estar libre para la fecha pautada y los días posteriores. Sin embargo, Ioan decidió hablar con él, pues durante los últimos dos días apenas si se había dado un momento para descansar.
Aquello obedecía a que aunque estaban cenando, Dèjan estaba pegado a su portátil.
Aunque Ioan podría haber estado en desacuerdo y de hecho lo estaba, decidió que no conseguiría nada de aquella mata de terquedad. Si bien era cierto que Dèjan aun estaba joven, no era menos cierto que joven o no, necesitaba descanso aunque él parecía opinar lo contrario.
Dèjan terminó con lo que hacía y volvieron a Londres justo un par de días antes de la intervención; se habían ido directo a la corporación y mientras Dèjan estaba reunido con unos ejecutivos, Ioan se había ido a revisar unos asuntos pendientes con Josh y fue cuando se sucedió la extraña visita de Giuliana. Ya era bastante tarde cuando Dèjan había finalizados con todo, y aunque Ioan pensó que irían a comer y luego a casa, él decidió pasar por el hospital. Sin embargo, lo primero que vio al entrar a la habitación fue a Nick, algo que no le gustó para nada, pues se suponía que ya Mihailo debía estar allí de acuerdo a lo programado.
Ioan pensó que ella no estaba ni cerca con aquella afirmación, pero decidió guardar silencio. A Ioan se le había hecho un poco más difícil tratarla después de enterarse de su género, aunque no tenía idea de por qué, pero eso no evitaba que Jesse lo atacase igual que antes y ya le había dicho en varias ocasiones que no la tratase como si estuviese muriendo aunque así fuese, sin notar que su trato no tenía nada que ver con su estado de salud.
Editado: 24.10.2021