Acordes del Corazón (libro 2. жена)

Cap. 34 Inesperado

 

Nick y Jesse se habían pasado la tarde conversando acerca de la infancia del primero, y cuando Charlie llegó se unió con su entusiasmo característico y aderezando el relato con su humor habitual que convirtió la historia en algo muy ameno. Solo hubo un momento en el que a Nick le provocó asestarle, porque Charlie se quedó en silencio mirando a Jesse y luego comenzó a reír.

  • ¿Y tú qué?  --  preguntó ella  --  Seguro que no encontrarás muy divertido un puñetazo en la boca
  • Ah sí, sí que lo encontraría divertido, porque eso confirmaría lo que he venido diciendo
  • ¿De qué demonios hablas, cretino?
  • De eso  --  dijo él y Jesse compuso expresión de fastidio  --  No hay ninguna duda de que eres hija de don Giovanni, porque no solo tienes su horroroso carácter, sino que tienes su cabello, sus ojos y bueno… aunque tu eres chica y le llevas ventaja, no se puede negar el parecido físico, porque recuerdo que las donne del barrio decían que el tipo estaba como para comérselo
  • ¡Estúpido infeliz!  --  exclamó Nick e intentó moverse, pero Jesse le sujetó el brazo  --  ¡Te voy a romper todos tus malitos huesos!  --  lo amenazó, pero él estaba riendo
  • También a este se le sale de vez en cuando el lindo carácter Aliano  --  agregó en medio de su ataque de risa
  • Yo en tu lugar lo pensaría antes de ir por ahí diciendo esa clase de cosas, Carlo  --  le dijo Jesse  --  porque aunque el tipo sea un maldito bastardo, sigue siendo nuestro padre

Y ciertamente Charlie lo pensaría, porque en ese momento y en los sucesivos, cada vez que viese los ojos de Jesse, recordaría con suma nitidez lo que decía su propio padre en el sentido de que Giovanni Aliano era uno de los individuos más peligrosos que había conocido en su vida, el más frío, vengativo y letal, y por alguna razón, aquella personita se lo recordaba de manera extraordinaria y posiblemente siempre había sido así, lo que llevaría a Charlie a pensar que era la razón por la que siempre había tenido la impresión de que Jesse podía cortarles la garganta sin mucho esfuerzo.

 

David y Mihailo llegaron juntos, pues se habían encontrado en el elevador, pero Mihailo notó que el médico estaba preocupado.

  • ¿Qué sucede, David? ¿Jesse está bien, no?  --  preguntó con ansiedad
  • Sí, hasta ahora ha evolucionado bien
  • ¿Pero?

David iba a contestar, pero en ese momento se abrieron las puertas del elevador y guardó silencio. Parte de su preocupación se evaporó al entrar a la habitación y encontrarse con la imagen de Jesse riendo a carcajadas, de manera que después de los saludos, se dedicó a hacer el chequeo de rutina comprobando que salvo por la ligera y normal agitación por haber estado riendo, todo lo demás estaba en orden. De manera que miró a Nick en forma interrogativa pues no había olvidado lo sucedido en la mañana, y aunque había estado preocupado, un choque múltiple y con muchos heridos, lo había mantenido atado a la emergencia durante todo el día impidiéndole volver a subir.

  • Creo que es mejor que te sientes, doc  --  le dijo y mirando a Mihailo le hizo la misma recomendación

Mihailo arrugó el entrecejo pues no le gustó cómo sonó eso, pero Jesse sujetó su mano impidiéndole moverse, así que se sentó en el borde de la cama.

Independientemente de lo que ambos hubiesen pensado o esperado, sobre todo en el caso de David que se había imaginado que Nick y Jesse se habían peleado por algo, en ningún caso ni de lejos, lo que escucharían a continuación. Mihailo parecía en estado de shock y a Jesse le pareció que ni siquiera cuando se había enterado de su propia situación había estado así. Mientras que David después de mirar a uno y a otra alternativamente, se había sujetado la cabeza con ambas manos preguntándose cómo había sucedido aquello. No obstante, Jesse no estaba hecha para el silencio, y si bien lo guardó mientras Nick les hacía el relato, una vez concluido y viendo las actitudes de los otros dos, se hartó del asunto.

  • ¿Qué les pasa a ustedes dos?  --  preguntó  --  Parece que les acabasen de anunciar el fin del mundo

Y ciertamente David estaba bastante de acuerdo con eso, porque él había pasado de cuestionarse lo inesperado de la revelación, a imaginarse cómo iba a tomarse Dèjan aquello que calificaría para él en el renglón de catástrofe por muchas y muy variadas razones. Él conocía a Nick y a título personal no lo consideraba una mala persona, pero estaba perfectamente al tanto que sus actividades eran delictivas, así como también sabía que Dèjan había asumido a Jesse como su responsabilidad y de ninguna manera consideraría ni por un momento, que aquel sujeto que ya de hecho le caía muy mal, estuviese mínimamente preparado o fuese adecuado para hacerse cargo de ella, y con derecho o sin él, eso iba a traer muchos problemas.

Mihailo por su parte, que tal vez no sabía tanto de Nick, pero ciertamente más que David, estaba horrorizado al pensar que aquel sujeto pudiese ser el hermano de Jesse, y se imaginó un futuro muy negro para la chica, pues si ya antes Nick había hecho denodados esfuerzos por atraerse su colaboración, y aunque estaba bastante seguro de que Jesse seguiría negándose, no había manera que siendo su hermana no se viese inmersa en aquel mundo y resultase involucrada en algún horroroso problema del que él no pudiese sacarla.

  • ¡Ey!  --  exclamó Jesse ya muy molesta, pues tal parecía que aquellos dos fuesen estatuas de piedra




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