Acordes del Corazón (libro 7. надати се)

Cap. 7 Historias

 

Después de la conmoción que había causado la conmovedora canción de Ivy, los chicos se calmaron y Zora volvió a subirse al escenario, no sin que antes Dàmir instruyera a Josh y a John, en el sentido de que no dejasen que locos como Chase u otros curiosos, molestaran a Ivy.

Cuando los chicos estaban cantando Essence, Kalevi sonrió y aquello causó la curiosidad de Olavi, porque la sonrisa parecía ser algo que había abandonado a su amigo y así lo expresó.

  • Hermano, me alegra ver que algo te haga sonreír, pero también me gustaría saber qué es

Kalevi le refirió cómo habían estado las cosas cuando había acompañado a Zora debido a la indisposición de Dàmir, algo que sorprendió a Olvai pues Kalevi no les había comentado aquello.

  • Así que Ajle tenía razón, esa canción solo puede ser interpretada por ellos y sin que falte ninguno, porque si te das cuenta, todos se destacan de manera brillante y los solos de cada uno son espectaculares, de manera que merecían la indecente cantidad de premios que se llevaron por ella – finalizó

Y aquello era puntualmente cierto, porque si bien el tema principal de su segundo álbum había sido la tristeza de Dàmir por Jesse, y de hecho el álbum se había titulado Žena[1], y el promocional había alcanzado los primeros lugares muy de prisa, había sido Essence la que se llevase más premios y definitivamente Kalevi entendía por qué.

  • ¡Es fantástico! – escucharon a un chico que estaba por delante de ellos y casi pegado al escenario – Sé que nunca voy a tocar como él, porque es el mejor guitarrista del mundo, pero espero poder hacerlo de forma decente algún día
  • No estarás pensando en convertirte en eso – dijo otro
  • ¿Por qué no?
  • ¿Sabes cuánta oportunidad tiene gente como nosotros de llegar allí?
  • Isabella dice que todos tenemos oportunidad de hacer lo que queramos
  • Y tiene razón – escucharon Nathan y Frankie que eran los que hablaban y se giraron – Si trabajamos duro para alcanzar nuestros sueños, tarde  temprano se convierten en realidad – dijo Kalevi
  • ¡Oh por Dios! – exclamó Nathan – Eres… eres… – pero como parecía a punto de ahogarse, Frankie le dio un golpe en la espalda - ¡Kalevi! – logró concluir Nathan
  • Servidor – dijo él mientras el chico lo miraba, pero cuando vio a Olavi, los mencionados ojos casi se salían de sus órbitas – Tranquilo hombre, no vamos a atacarte

Olavi les hizo algunas bromas hasta que los chicos quitaron aquellas expresiones de asombro, y Kalevi les insistió que no debían renunciar a sus sueños.

  • No son los míos, sino los de él – dijo Frankie, pero ahora Nathan tenía expresión apenada
  • Oye, tú también eres muy bueno y no quise…
  • Descuida, porque sucede que yo opino igual que tú y que media humanidad a decir verdad, es decir, que Dàmir es el mejor

Nathan finalmente se permitió respirar con normalidad y continuaron disfrutando de la música.

Los señores Ervenik nunca habían asistido a un concierto de Zora, y los Kocevic menos aún, pero los primeros habían visto algunos videos, ambos, mientras que si bien Tatiana, la madre de Edvin, también lo había hecho, no era el caso de Boris quien tenía expresión de ira.

  • ¿No se suponía que era una boda? – preguntó, pero Tatiana no le prestó atención ocupada como estaba viendo a su hijo

El caso de los Ervenik era un tanto diferente, porque si bien ellos no habían engendrado a Ajle, lo amaban de la misma forma desmedida que a sus otros hijos, y de hecho, Miljenko que era el más malcriado y celoso, se quejaba de que su madre  quería más a Ajle que al resto. Aquella fue una idea que sostuvo Miljenko toda su vida y se peleaba con Ajle por todo lo imaginable, desde los juguetes hasta las chicas, y como aquellos dos se parecían de forma extraordinaria, vivían enfrentados. Sin embargo, cuando Ajle supo que era adoptado y los Ervenik se lo informaron a sus otros hijos al regresar de Londres, Miljenko primero enfureció, luego la emprendió en contra de sus padres por haberle dicho aquella barbaridad al niño, y por último, entró en crisis y casi pierde el año en la facultad. Finalmente lograron sacarlo de aquel pozo, aunque tuvieron que atajarlo cuando Ajle avisó que no iría en las vacaciones y él quería ir a buscarlo. Milovan, el hermano mayor, que no era simpático y tenía poquísima paciencia, casi le acomoda un puñetazo al menor, pero Nedjeljka que era en realidad la menor, logró tranquilizarlo y todo volvió a la calma.

Cuando se enteraron de la aparición de Mihailo, Miljenko hizo un drama marca Ajle y los señores Ervenik se platearon seriamente llevarlo a ver a un psiquiatra. Y cuando todos estuvieron seguros que en verdad había perdido la razón, fue cuando Ajle se presentó en casa con Mihailo, pues Miljenko se fue derecho a gritarle cualquier cantidad de insensateces a Ajle, y si bien Mihailo para ese momento no entendía ni media palabra de francés, lo que si entendía bien eran las actitudes, de modo que tuvo una pésima impresión de Miljenko. Después que aquellos dos se cansaron de gritarse, y mientras Milovan intentaba tranquilizar a su malcriado y necio hermano, Miljenko casi lo sacude a él para apartarlo al escuchar lo que Ajle le estaba diciendo a sus padres con relación a que ya sabía cuál era su apellido verdadero. Nadie pudo detener a Miljenko y el asunto casi termina en tragedia, porque después que apartó a Milovan, volvió con Ajle.

  • ¡Tu apellido es Ervenik, estúpido! – le gritó y acto seguido le acomodó un puñetazo




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