Cap. 8 Negocios y poder
Después de la extraña conversación con Jesse, aunque Charlie habría querido ir a disfrutar del espectáculo, lo que intentaba era tranquilizar a Nick.
- Lo que le dije al jefe es cierto, Nick
- Sé que no eres estúpido, así que sabes tan bien como yo, que si nuestro instinto es bueno, el de ella es mucho mejor, porque estuvo sola desde la cuna, así que, si ella dice que ese tipo es el que estaba con Albert, es él
Charlie estaba tan convencido como él, pero aquel sujeto no era un pandillero al que pudieran despachar sin que nadie lo notase, o un político al que sí iban a notar, pero al que habrían podido enviar al infierno del mismo modo que lo habían hecho con muchos otros, porque por empezar, éste no sería por encargo de nadie, y precisamente era eso último lo que lo complicaba, ya que si él quería meterle una bala en la cabeza, Nick lo que quería era irse derecho a despellejar vivo al desgraciado aquel y luego lo haría pedazos con lentitud y con el mayor ensañamiento, pero siendo quien era el cretino, eso conduciría a Nick a la cárcel si tenía suerte y a la tumba si no la tenía. No obstante, logró tranquilizarlo al menos de momento, pero se preguntó cuánto iba a durarle esa tranquilidad, y solo esperaba que fuese lo suficiente para superar aquella noche y ya luego él vería la mejor manera de despacharlo.
- En mi opinión, ese fulano sea quien sea, tiene sus días contados – escuchó Charlie y no le extrañó, pues sabía que Vinnie era un entrometido de la peor especie y había estado escuchando su conversación con Nick
- Y espero estar ahí para poner fin a esos días
- Bambino – dijo pero se detuvo al ver los ojos de su hermano – entiendo y me encantará ayudar, pero recuerda que son peligrosos
- También yo
Dicho esto se alejó dejando a Vinnie con una extraña arruga en su frente.
El objeto de los pensamientos y discusión de los anteriores, fingía escuchar a Izkra mientras miraba a la pareja de recién casados.
- ¿Qué sucede? – preguntó Izkra al verlo retirar el vaso en forma violenta
- Nada, es solo que esta insípida bebida no se compara con el Vodka – dijo recomponiendo la expresión
- Tío Dèjan estaría en desacuerdo
- Creo que él y yo estamos de acuerdo en poquísimas cosas
Mientras decía eso, su vista periférica captó algo que le gustó poco, así que se apresuró a dejar a Izkra.
- ¿Me disculpas, muñeca? – le dijo alejándose
- No lo hagas esperar – dijo Mijail que era a quien Jovan había visto acercarse
Jovan lo miró sin expresión y caminó hacia la mesa donde estaba Vladimir.
- Spokoynoy noch, dyadya [1]
- Tienes un problema, Jovan
- No que yo sepa
- No era una pregunta – dijo Vladimir – Mirko es un desquiciado…
- Mi hermano no… – comenzó, pero se detuvo cuando Vladimir lo miró
- Siempre pensé que tú no habías heredado ciertos genes familiares – dijo en forma venenosa – pero tendré que cambiar de opinión de acuerdo a tu reciente comportamiento, y eso sería malo para tus asuntos
Jovan no era por ninguna parte lo que los que frecuentaban su círculo creían, y eso incluía a su propio padre, y quién sí lo conocía bien era el sujeto con el que estaba hablando, así que no tenía objeto hacerse el desentendido.
- Lo sucedido fue un accidente
- Fue un error, Jovan, y los errores se pagan
- Y ya lo hice – dijo con los dientes apretados
- ¿Por qué?
- ¿Por qué, qué?
- Todos deberían estar muertos
- Ya dije que fue un estúpido error
Vladimir lo miró durante unos segundos antes de volver a hablar, pero preguntándose si valía la pena.
- Las mujeres son una complicación, porque no son criaturas estúpidas o débiles como se empeñan en etiquetarlas, son inteligentes, astutas, perfectamente capaces de cuidar de sí mismas y peligrosas en todos los sentidos posibles
- ¿Por qué me estás diciendo todo esto?
- Mis dudas con respecto a tu salud mental aumentan con cada segundo que pasa, porque sabes perfectamente por qué.
- ¿Por qué está bien para Drasko y no para mí? ¿Porque él es tu nieto y yo no?
Mijail parecía una estatua la mayor parte del tiempo y podía estarse derrumbando el mundo a su alrededor y a él parecía no interesarle, pero en aquel momento clavó sus malignos ojos en Jovan y cualquiera habría apostado su vida a que Jovan no conservaría la suya.
- La filiación no confiere ni inteligencia ni privilegios, y la diferencia entre ustedes, es que él no persigue mujeres casadas – siseó Vladimir y Jovan parecía estar ahogándose – Estás cavando tu propia tumba, Jovan, porque hay quienes no perdonan – dijo haciéndole alguna seña a Mijail que se giró y Jovan se levantó
- Y yo soy uno – dijo Jovan dando la espalda para alejarse
- El problema es que no eres tú el acreedor, niño estúpido – dijo sin matices, pero agregó para Mijail – No hay ni que molestarse, porque Jovan llegará al sepulcro primero que Mirko y por sus propios medios