Acordes del Corazón (libro 7. надати се)

Cap. 14 Novedades

 

Si bien Nick fumaba muchísimo, bebía poco, pero al llegar a casa esa noche, se fue derecho hacia la licorera ignorando a Giovanni. Charlie que lo conocía mejor que él mismo, sabía que aquella era mala idea, pero guardó prudente silencio y solo se quedó allí en silenciosa compañía. Por la falta de costumbre, Nick sufriría los efectos del alcohol muy pronto, así que cuando su cabeza cayó hacia atrás y la copa resbaló de su mano, Charlie emitió un suspiro y se dispuso a llevarlo a la habitación.

  • Carlo – escuchó y se giró
  • ¿Qué? – le preguntó a Marco que era el que se acercaba

Sin embargo, él no dijo nada, sino que se inclinó para levantar a Nick. Evidentemente, y siendo que ya éste no era el niño al que levantaba para llevarlo a la cama, lo que pretendía era ayudar a Charlie a hacerlo, así que entre ambos cargaron con Nick, pero una vez que lo colocaron en la cama, Marco se giró.

  • Ve a descansar un rato, bambino, que yo me ocupo de Nico

Aunque Charlie tuvo la intención de preguntar, al ver que Marco se giraba de nuevo y comenzaba a quitarle los zapatos a Nick, entendió y se marchó. Él solo había pensado en dejarlo en la cama y cuando mucho cubrirlo con las mantas, pero sonrió al pensar que Marco seguía viendo a Nick como el niño que ya no era.

Como cabía esperar, Nick despertaría con un horroroso dolor de cabeza, y de hecho, quizá habría despertado mucho más tarde, pero el repique de su móvil fue lo que lo despertó. Sin embargo, tardó un poco en localizarlo, pues no tenía idea ni siquiera de dónde estaba él, pero finalmente lo hizo y al ver el identificador, casi se cae de la cama.

  • ¡Enana! – exclamó – ¿Estás…?
  • Levántate del sillón y vete a la cama, Nicola
  • Aunque no lo creas, estoy en ella, enana

Jesse le dijo un par de inconveniencias más y cortó sin siquiera despedirse. Nick soltó el aire que había estado conteniendo y cerró los ojos de nuevo, pero sería inútil, pues ya no lograría dormirse de nuevo. Intentó incorporarse entonces, pero la cabeza lo estaba matando, así que se dejó caer de nuevo llevándose la mano a la misma. Un poco después fue que se fijó dónde y cómo estaba, concluyendo que Marco lo había metido en la cama, porque no solo estaba en una, sino que estaba casi desnudo, y siendo que estaba seguro que no lo había hecho él mismo, solo podía haberlo hecho Marco, y en ese momento escuchó la voz del individuo en cuestión.

  • La cabeza debe estar torturándote, Nico – le dijo – Ven – escuchó e intentó abrir los ojos – tómate esto

Nick no sabía qué le estaba dando, pero se lo tomó lo mismo, aunque todavía demoraría mucho en estar en condiciones de levantarse de aquella cama. Ya pasaban de las cuatro de la tarde, cuando Nick se miró al espejo después de darse un baño.

  • ¿Qué sucede contigo, estúpido?

Aunque Nick no había tenido un padre alcohólico, ni ningún trauma con la bebida, igual encontraba que beber en exceso era absurdo y no resolvía nada, pero además, podía complicar mucho las cosas, algo que había tenido oportunidad de ver en otros, así que, aunque bebía eventualmente, lo hacía con moderación y era la primera vez que le sucedía aquello, de modo que estaba molesto con él mismo.

  • ¿Cómo te sientes? – escuchó al salir del baño
  • Como el estúpido que evidentemente soy – dijo y Charlie rio – Me alegra que lo encuentres gracioso – dijo inútilmente, porque Charlie todo lo encontraba de ese modo – ¿Sucede algo?
  • No, pero lo que voy a decirte estoy seguro que no va a mejorar tu ánimo
  • Entonces no me lo digas – algo igualmente inútil
  • El rokerito quiere hablar contigo
  • ¿Qué? – preguntó con auténtica extrañeza

Más temprano, Al había entrado a toda carrera al comedor donde Charlie terminaba de desayunar, y con mucho escándalo le había dicho que Dàmir lo había llamado preguntándole el número de Nick. Lógicamente Charlie mostró el mismo asombro que Nick, pero como Al no tenía idea de para qué querría Dàmir hablar con Nick, decidió informarse él mismo y lo llamó, de modo que ahora estaba dándole el mensaje a un asombrado Nick.

  • ¿Irás? – le preguntó

Sin embargo, Nick no le contestó, sino que comenzó a vestirse mientras se preguntaba qué podía querer aquel individuo. Era cierto que ya él no lo miraba con la misma antipatía de un inicio, y de hecho había tenido oportunidad de comprobar que era mucho más simpático que el padre, pero eso no lo ponía más cerca de tener una idea de cuál podía ser su interés en invitarlo a su casa. Una vez que estuvo listo, salió y se fue derecho hacia la salida.

  • ¿No vas a comer? – le preguntó Charlie
  • No tengo hambre

Charlie concluyó que, aunque la tuviese, la curiosidad habría sido superior, así que no dijo nada y partieron. En el camino, Nick recordó que Dàmir se había llevado a los niños, pero por algún motivo dudaba que lo estuviese llamando para entregárselos, pues o bien se lo habría dicho a Charlie, o los habría enviado él mismo a Blue Garden.

Cuando llegaron, Wilfrid los condujo a un salón y un momento después hacían acto de presencia Dàmir y Kerim.

  • Nick, gracias por venir – le dijo Dàmir extendiendo su mano
  • ¿Sucede algo con los niños? – preguntó él después de los saludos
  • No, pero es justamente de ellos que queremos hablarte. Siéntense por favor




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