Cap. 15 Viaje de bodas
Dèjan despertó sobresaltado y le llevó algunos segundos ubicarse, pero un tiempo mucho menor identificar qué era lo que lo había despertado.
- Cálmate, niña – dijo sujetando a Jesse
Unos minutos antes, Jesse había abierto los ojos incorporándose a continuación con violencia al notar que tanto su cabeza, como la mitad de su cuerpo estaba sobre algo que ciertamente no era una cama, pero al parecer le estaba tomando más tiempo que a Dèjan ubicarse en tiempo y espacio, aunque finalmente dejó de forcejear.
- Ya – dijo – ya entendí, así que puedes soltarme
- ¿Seguro que no intentarás romperme el cuello? – bromeó él ganándose una mirada poco amistosa – Además, no es que tenga muchas ganas de soltarte
- No seas majadero, tengo que levantarme
- ¿Tienes? ¿Por qué razón? – insistió
- Porque… bueno… porque sí, hombre
- Excelente razón tal vez para ti, pero no me convence a mí
- Creí entender que eras madrugador
- Lo soy, pero no habiendo un motivo para serlo justo ahora, me parece que quedarnos aquí es un inmejorable plan
- Quiero bañarme y…
- Lo harás después – dijo besando su hombro
- … tengo hambre
Por muy feliz que estuviese Dèjan con aquel pleito, o por muchas ganas que tuviese de continuar allí, cambiar la programación de su cerebro con relación a la reacción que provocaba aquella frase, parecía imposible, de modo que se enderezó y la miró, pero al hacerlo pareció recordar que no estaba escuchando a un niño desamparado y le sonrió.
Se separó de ella y haciendo a un lado las sábanas, se puso de pie, pero un segundo después estaba haciendo considerables esfuerzos por no reír.
- ¿Qué haces? ¡Cúbrete! – exclamó Jesse, aunque quien lo haría sería ella tapándose hasta la cabeza
Dèjan caminó hacia el otro lado de la cama y le quitó la sábana, aunque no resultó sencillo.
- Veamos, señora Zazvic – puntualizó mientras sujetaba su mano – ¿Ves esto? – le preguntó señalando la alianza matrimonial – Hasta donde sé y creo saber lo suficiente, significa que eres mi esposa…
- Ya lo sé, pero…
- …razón por la cual, no tiene nada de malo que me veas sin ropa y ciertamente yo quiero verte a ti sin ella – dijo en tono burlón
El cerebro de Jesse pareció hacer cortocircuito al recordar que o se quedaba en aquella cama, o tendría que ir por ahí sin ropa, pues ella seguía pensando que habían olvidado el equipaje. Si bien Dèjan la hizo salir de la cama, lo que no logró fue que soltase la sábana, así que la dejó en paz, pero Jesse casi le acomoda un puñetazo al abrir la puerta corredera y verlo allí con la toalla en la mano.
- ¿Me permites? – le preguntó, aunque no esperó autorización y la envolvió en la toalla – No veo por qué quieres privarme de ver lo que me pertenece
- No soy una cosa
- Tampoco yo, pero eso no evita que seas la dueña hasta del último centímetro de mi persona
Aunque nunca sabría bien cómo, lograron salir de allí y de nuevo Jesse tuvo el violento deseo de asestarle cuando él la condujo al vestidor y vio que ciertamente el discutido equipaje estaba allí. Mientras se alistaban, Dèjan escuchó con una sonrisa en los labios, la sarta de insensateces y amenazas que ella estaba profiriendo y hasta que estuvieron listos para salir. Sin embargo, antes de hacerlo, Jesse llamó a Nick y después de eso fue que estuvo dispuesta a abandonar la suite.
Cuando entraron al restaurant del Hotel, fue cuando la curiosidad de Jesse hizo su aparición.
- ¿Dónde estamos? – preguntó cuando se sentaron
- En el restaurant – dijo él con malignidad pues sabía a qué se estaba refiriendo ella
- Eres…
- Dijiste que tenías hambre ¿no es así? – le dijo y ella lo miró con hostilidad – ¿Me dejas ordenar por ti?
- ¿En serio me estás preguntando? Porque siempre lo haces y no te interesa lo que yo tenga que decir. Solo asegúrate de pedir café – le dijo, pero por pura fórmula abrió el menú – ¡Diablos! – exclamó – ¿Qué demonios es esto? ¿Chino?
- No, es cirílico
- ¿Qué idioma es ese?
- No es un idioma, es un alfabeto
Jesse esperó a que Dèjan ordenase lo que iban a comer, pero cuando terminó y el mesero se marchó, ya ella estaba en pie de guerra.
- Mentiroso
- Vaya, pensé que no escucharía eso en un tiempo, pero veo que sostienes la misma opinión de Pitja
- Esto no es ciri… lo que sea, este es tu idioma – acentuó
- Veamos, mi idioma se escribe con el alfabeto cirílico, aunque también utilizamos el latino
Como notó que ella no estaba entendiendo y lo que sí estaba era a punto de asestarle, decidió explicarle.
- Muchos idiomas eslavos como el búlgaro, el ruso, el bosnio, el serbio y algunos otros, utilizan el alfabeto cirílico, pero en mi país se utilizan los dos alfabetos de manera oficial, así que en la escuela se aprenden ambos
- Pobres criaturas – dijo ella y Dèjan rio – Un momento – dijo y él elevó una ceja – Entonces estamos en tu país
- Y ahora el suyo por matrimonio, señora Zazvic
- ¿Iremos a visitar a Zara?
- Seguro que no, nadie visita a su madre en su luna de miel, y por otra parte, ella vive en Hungría