Dàmir era en muchos aspectos muy parecido a su progenitor, la suerte para Josh, en las presentes circunstancias, estaba en que no exhibiese la intolerancia de Dèjan y que primero escuchase antes de ponerse a gritar, de manera que Dàmir escuchó lo que le explicó Josh, y entendió que faltando tan poco para iniciar la gira, la documentación no estaría lista, pero le prometió que apenas lo estuviese, se la haría llegar o volaría él mismo para que ellos la firmasen. Ajle por otra parte, cuya intolerancia y soberbia competían con ventaja con las de Dèjan, sí fue todo un reto y estuvo a punto de rifarse un puñetazo y no por parte de Josh, que tenía una paciencia infinita, sino de John que con seguridad andaba por ahí incordiando cuando repartieron la paciencia. No obstante, llegó el día de la partida y Ajle seguía conservando la cabeza que John había amenazado con quitarle.
Después que Dàmir se había despedido de las niñas, prometiendo hablarles a diario, pues Jonathan se encargaría de esas comunicaciones a través del portátil, pudo abandonar la habitación y cuando iban de salida, Kerim lo escuchó hablar con Wilfrid.
Aunque Kerim tuvo la intención de preguntar, como Dàmir había estado muy poco comunicativo los últimos días, decidió no hacerlo.
Si la gira nacional había sido exitosa, la internacional estaba cosechando un ruidoso éxito, y en todos los lugares en los que se habían presentado, las entradas se habían agotado en Pre-venta, así que aparte de que todos habían sido llenos totales, los recibimientos y despedidas en los aeropuertos, produjeron terribles congestionamientos y atascos de horas, lo que obligó a las productoras responsables, a mantener en secreto las fechas de llegada o partida de la agrupación.
A lo anterior, había que sumar el hecho de que las manifestaciones no habían cesado en las poco más de dos semanas que se habían tomado para las bodas, de modo que en cuanto iniciaron la gira y Dàmir retomó el asunto, sus encendidos discursos exacerbaron los ánimos de sus seguidores y la ira de las autoridades y del mandatario de Jör.
Otra consecuencia del llamado Movimiento Pro-Vida, como lo había bautizado un joven comunicador social después de una brillante entrevista que le hiciese a Dàmir, fue que no solo los nombres, sino los rostros de Kalevi, Pekka y Olavi, se volvieron muy populares y no solo por su trabajo artístico, sino porque los periodistas que cubrían la fuente de política internacional, comenzaron a escarbar en los libros de historia y lo apellidos Nieminen, Laine y Mäkelä, eran sumamente recurrentes, pero mientras los Nieminen siempre estuvieron asociados a la disidencia, los Laine y los Mäkelä lo estaban era a las disputas por la sucesión. A quien peor sentó aquello fue a Pekka, porque los malintencionados hicieron mucho escándalo al notar que llevaba el mismo apellido del desgraciado monarca, de manera que, cuando los amarillistas comenzaron a hacer fiesta con aquello, John le hizo una urgente llamada a Lena y ella voló de vuelta Londres para organizar una rueda de prensa, y aunque Drasko quería apalear a John, como tampoco le gustaba ver a su mujer tan preocupada, fue que accedió a volver.
En la rueda de prensa los chicos aclararon sus posiciones, aunque a quien estaban atacando era a Pekka. Olavi demostró unas excepcionales dotes de orador y un sólido conocimiento de la realidad histórica y política de su nación. En el caso de Pekka, si bien no poseía la diplomacia que Olavi parecía llevar en su código genético, lo que sí tenía, extrañamente en opinión de los que lo conocían, era un don parecido al de Dàmir para atraerse la atención de las personas, aunque sin la simpatía de Dàmir, porque el suyo parecía estar basado en la crudeza para exponer las cosas, pero lo que también quedaría demostrado sería el amor de Pekka por su patria, cuando dijo que si dependiese de él, y aunque efectivamente poseyese el discutido derecho a portar una corona que no podía interesarle menos como no fuese para destruirla, solicitaría al parlamento hacer una consulta popular para determinar si los habitantes de su nación querían la abolición de la monarquía, pues él quería a su tierra natal libre y a sus compatriotas dueños de su destino y no sujetos a los caprichos, excentricidades y locuras de ningún individuo que se creyese superior por haber nacido portando un nombre y una sangre supuestamente noble, pero que había demostrado carecer de nobleza alguna. Y finalizó diciendo, que la única manera de que aceptase portar la corona que por derecho de sangre le pertenecía, era que fuese por decisión de su pueblo.
Cuando los chicos habían comentado con Erkki los pormenores de la rueda de prensa, y en el caso de Ajle, su poco misericordiosa opinión de Pekka, ella lo miró con cierto reproche.
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Editado: 01.07.2022