Acordes del Corazón (libro 7. надати се)

Cap. 22 Jarko

 

Jack había iniciado una carrera que en principio ni siquiera había considerado un trabajo serio. Sin embargo, definitivamente y como decía Charlie, Dios tiene un plan y no necesariamente debe ser el mismo que tienen sus criaturas, porque si bien Jack se había metido en aquello con la intención de poder ofrecer a Jesse una vida tranquila y segura, eso no había contribuido a que conservase la relación.

No obstante, una vez que Jesse lo mandó a paseo, Jack se sumergió en el trabajo y descubrió varias cosas en las que no había reparado al inicio. Al principio él hacía lo que le decía Giuliana sin prestar mucha atención, pero cuando comenzó a prestarla, notó que en verdad no todo consistía en pararse frente a una cámara y dejarse fotografiar, de manera que se dedicó a aprender de verdad.

A Jack no le gustaba leer, pero tenía una memoria fantástica; tampoco se le daban bien los complicados análisis de nada, de manera que si no le presentaban las cosas en forma más que resumida, simple, ya podían pasarse horas intentando explicar y él tendría la misma expresión de incomprensión, y a decir verdad, era improbable que fuesen horas, porque lo que tampoco tenía era paciencia, de modo que después de que casi le acomoda un puñetazo a Dennis Montcourt, un fotógrafo que tenía varios premios internacionales, a nadie le quedarían ganas de fastidiarlo.

Jack también descubrió que si bien ya no podría ejercitarse, ir al polígono, o correr con sus amigos, igual el tren de ejercicio que se les imponía a quienes como él, se ganaban la vida frente a la cámara, no era menos intenso, y la diferencia estaba en lo poco divertido que resultaba sin Charlie y sus payasadas, o sin Nick riñéndolo por cualquier motivo. La falta de lo anterior, redundó en que se dedicase  con mayor ahínco al ejercicio, pues no tenía con quien perder el tiempo, y su entrenador le dijo a Giuliana que su presencia era un mero adorno y que emplearía mejor el dinero en comprarle algo de simpatía a aquel insufrible sujeto.

Finalmente Jack descubrió que le gustaba lo que hacía y siguió obedientemente las órdenes de Giuliana, solo que ahora estaba más consciente de lo que hacía y en mejor disposición para aprender, de manera que Giuliana vio llegado el momento de sentarse a hablar con él acerca de su trato hacia los demás. Esto le costó un poco más a Giuliana, porque Jack no entendía de ninguna manera el tener que mostrarse simpático con quien no se lo parecía a él, el pequeño detalle, pensó Giuliana, era que a él muy pocas personas le resultaban agradables; así como tampoco entendía por qué se complicaban tanto para explicarle las cosas. Con lo primero, Giuliana le dijo que si debía mostrarse simpático, era porque lo que vendían era su imagen, así que por fuerza no podía ir por ahí peleándose con todo el mundo y tendría que esforzarse en aprender a fingir. Con lo segundo, Giuliana pensó que no había caso, porque Jack tal vez en algún momento lograse un mínimo de diplomacia, pero no podían modificar sus procesos mentales, así que le tocaría a ella o a quien designase cuando ella estuviese ocupada en otra cosa, entenderse con los directores de arte y los fotógrafos, y luego traducir de forma sencilla para Jack.

Solo hubo dos cosas en las que tuvieron un serio desacuerdo, y una se resolvió a favor de Giuliana y la otra a favor de Jack. Lo primero fue con relación a la intransigencia de Jack a abandonar las prácticas en el polígono, de manera que había sacado suscripción tanto en París como en Milán que eran los lugares donde más tiempo pasaba, de modo que al final Giuliana tuvo que ceder. Y el segundo problema era con relación a la misma Giuliana, pues ella no podía estar todo el tiempo con él, así que por fuerza tenía que asignarle a alguien de su equipo. Esto para quien primero representó un reto  una vez que había convencido a Jack, fue para la misma Giuliana, porque entre los miembros del equipo y si bien sabían hacer su trabajo, lidiar con Jack no era un asunto sencillo, ya que no se trataba de una estrella malcriada o excéntrica que tuviese necios caprichos como no entrar a un camerino si no tenía una heladera con un agua mineral especial, o negarse a alojarse en un hotel si no podía llevar a su mascota que podía ser desde poodle hasta una gallina, sino de un individuo difícil per se e indudablemente peligroso en todos los sentidos posibles e imaginables. Las chicas del equipo estaban descartadas de antemano por buenas que fuesen en su profesión, porque poner a una chica de cualquier edad al lado de Jack, era lo mismo que apostar al desastre y comprarse todos los números. De manera que comenzó a estudiar  las habilidades, experiencia y paciencia de sus compañeros. Arthur era un excelente RA con una experiencia no muy larga todavía debido a su edad, pero era gay y no solo estaría en la misma situación de las chicas, aunque a él la única atención que le prestaría Jack, sería para gritarle que desapareciera de su vista en cuanto notase que lo miraba como sería inevitable que lo hiciera. Giuliana pasaría una indecente cantidad de tiempo buscando quién se ocupase de Jack en su ausencia, pero al final tendría que contratar a alguien externo, porque cuando le dijo a Dave, que era el que cumplía con el perfil, Dave le dijo que mejor le pidiese la renuncia, pues él tenía esposa y dos hijos y tenía la esperanza de verlos crecer. Después de mucho buscar, se le presentaría el candidato de forma algo extraña, o más bien inusual. Una noche en la que había ido a hacer una visita rápida a sus hermanos, Donatello la hizo sentarse.

  • Liana, quisiera pedirte algo
  • No me puedo quedar, Don, solo vine a saludarlos un momento, pero tengo mucho trabajo
  • No voy a pedirte que cocines – le dijo, pues era algo que hacía con frecuencia – solo quiero tu ayuda porque conoces a mucha gente y…
  • Don, ya te pareces a Nicky. Dime de una vez qué necesitas
  • Trabajo para alguien
  • ¿Qué clase de trabajo?
  • No lo tengo muy claro en verdad, porque el tipo estudió publicidad y mercadeo, así que, como esa es más o menos tu área, pensé…
  • Bien, que me envíe su R.C. y veré qué puedo hacer
  • Liana, en verdad necesita el trabajo
  • De acuerdo Don, le encontraré uno – dijo poniéndose de pie
  • Siéntate un momento. Ya sé que estás apurada, pero es importante
  • Bien, te escucho
  • Este chico acaba de salir de la cárcel – le dijo y ella elevó las cejas
  • No te vayas a poner histérica, Liana – le dijo Jesse – el tipo se cargó a un fulano que se lo merecía, pero no es un asesino




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