Cap. 35 Negras expectativas

Durante los días siguientes, corrieron ríos de tinta con respecto a lo sucedido, y ya no solo las páginas o los diarios dedicados a la política reseñaban el asunto, sino que las páginas de espectáculo tenían un escándalo quizá mayor. Giuliana estaba enloqueciendo con la presión de los medios para entrevistar a Dàmir, pero él no quiso emitir ninguna declaración.

La CDN fue más bien parca al respecto y no dio explicaciones acerca del motivo por el que un ciudadano común, y entiéndase por común, no involucrado con aquella organización, estaba siendo invitado a participar en la comisión que se haría cargo de tratar el asunto de Jör.

Sin embargo, mientras el mundo celebraba la supuesta rendición de Jörgen, en Jör había una enorme desinformación, razón por la cual el caos en las calles de la nación continuaba. Si esto era posible, como se lo explicarían los chicos de Ice a sus amigos, era porque las comunicaciones de Jör con el exterior eran sumamente limitadas.

• Lo que sucede es que hay una sola televisora y lógicamente pertenece al estado – dijo Kalevi
• ¿Y qué sucede con el internet? – preguntó Chris
• Funciona, pero como podría funcionar el internet si quisieras limitar el acceso a niños – explicó Olavi que ya estaba mejor y habían autorizado que abandonase la cama – Así que con un acceso limitado, están casi aislados. Hace poco pudimos hablar con algunos de los que abandonaron el país, a los que ayudamos a través de la fundación de exiliados, y nos dijeron que habían restringido el acceso a las páginas de farándula en cuanto comenzamos a hacer ruido, así que es del todo improbable que la mayoría tenga conocimiento de lo que está sucediendo, porque son más bien pocos los que logran acceder a las publicaciones clandestinas, ya que en cuanto la Salainen las detecta, las bloquea
• Eso es monstruoso – dijo Bobby, que era la bajista de Wendelen y el silencioso del grupo, pero que se había licenciado en ingeniería de sistemas y para quien un mundo sin internet era impensable
• Lo sabemos, Bobby – continuó Olavi – pero es la realidad que se vive en Jör
• ¿Eso quiere decir que no saben quiénes son ustedes? – preguntó Justine
• Sí y no, porque ciertamente todo el mundo sabe quién es Pekka, pero a los demás no nos conocían, aunque mi apellido y el de Kal, también son muy conocidos, no conocían nuestros rostros hasta que nuestra música comenzó a circular, pero como vetaron las páginas de farándula muy poco tiempo después, saben más bien poco de nosotros.
• Salvo por aquellos que estudiaron con nosotros – dijo Heikki
• Pero… ¿y qué sucede con los reporteros que cubren lo que está sucediendo? – preguntó Ajle – Deben tener contactos en el país, hablar con personas; y si es así, el pueblo podría estar informado 
• No sabría decirte con exactitud, pero es muy improbable que tengan un permiso para ello, y más improbable aun que tengan contacto directo con los ciudadanos. Pero supongamos que tienen alguno, eso no sería bastante como para hacer circular ninguna información importante o no, que llegase de fuera
• Además, estás olvidando que por mucho que amen su trabajo, y en el caso de los reporteros de guerra en verdad lo hacen como para meterse en lugares en conflicto, también tienen cierto grado de instinto de conservación –estaba diciendo Lena – y todos deben recordar el alboroto que se armó uno o dos días antes de la propuesta de la CDN, cuando llegó la noticia de la muerte de dos de esos reporteros. Aunque no está totalmente confirmado, o al menos yo no lo sé, se dice que fueron apresados por las autoridades, así que con ese panorama, es poco probable que vayan a arriesgar más sus vidas de lo que ya lo hacen, intentando hablar con los ciudadanos de Jör

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Por supuesto los chicos como Lena, sabían lo que decían, y en Jör no tenían ni la más mínima idea de lo que Eino estaba planeando. Eino por su parte, se había reunido con los consejeros exponiéndoles la situación.

• Si los he reunido es con el fin de advertirles que o bien obedecen a lo que voy a exponer, o se preparan a hacer frente a las fuerzas militares de la CDN que invadirán Jör en menos de veinticuatro horas, si nuestra respuesta es negativa
• ¿De qué estás hablando, Naime?
• Por favor señores, ustedes a diferencia de la ciudadanía, tienen acceso a la información que ellos no
• Claro, pero no estarás intentado decir, que un grupo de jovencitos está amenazando a la CDN
• Seguro que no, pero ese grupo de jovencitos, ha hecho el ruido suficiente como para hacer que comiencen a mirarnos. Sin embargo, eso habría carecido de importancia de no ser por nuestros propios problemas internos con la disidencia
• Algo de lo que tú eres responsable, porque eres el jefe de seguridad del estado
• Claro, pero las cifras de muertos ya supera lo aceptable para esos tales, y eso no ha hecho que se tranquilicen como en años anteriores, de modo que las compañías que tienen sus inversiones aquí, están preocupadas y están presionando a la CDN para que resuelva la situación
• Así que van a atacarnos
• No si actúan ustedes de acuerdo a lo que voy a indicarles
• ¿Y eso es?
• Ellos enviarán una comisión mediadora para una transición pacífica, y ustedes se avendrán a ello
• ¿Jörgen está de acuerdo con esto?
• No tiene que estarlo
• ¡Eso es traición! – exclamó el jefe de los consejeros y Eino rio
• ¿Qué es lo que intentas Naime? ¿Quieres que Jörgen nos destituya a todos y por ese mismo camino que nos mande a encerrar en Säbylla[1] si tenemos suerte?
• Dudo que encuentres afortunado terminar allí, pero, en cualquier caso, si quisiera eso ya estarían ustedes ahí. Y sí, posiblemente sea traición, pero ¿qué prefieren? ¿Traicionar a quien no les importa, o salvar sus cabezas?
• No me parece que traicionando a nuestro rey, sea el camino más a propósito para conservarlas
• Un monarca que les recuerdo, por si lo han olvidado, es en principio ilegítimo. Ahora, si se avienen a escuchar, es posible que tengan una oportunidad de conservar no solo sus inútiles cabezas, sino sus estilos de vida y posición