El hotel donde habían alojado a los visitantes, no solo era el más grande de Linnoi y el único que de momento ofrecía todas las comodidades y servicios a los que estaban acostumbrados, sino el único que estaba en pleno funcionamiento debido a la poca afluencia de visitantes que tenía el país derivada a la situación actual. Pero dada la importancia de los visitantes, en aquel momento era también el lugar más vigilado y las vías de acceso habían sido restringidas, de manera que los que sabían quiénes estaban allí y por qué, habían corrido la voz y desde temprano había grupos de jóvenes, sobre todo, que habían intentado acercarse, pero como no se les permitía, se habían quedado en las cercanías y el número de personas se había ido incrementado conforme pasaban las horas. El problema no era ese y en realidad no tendría por qué haberlo sido, sino que los grupos disidentes también habían hecho acto de presencia, y como había estado explicando Valko, el más peligroso había comenzado a hacer de las suyas y en teoría, era eso lo que había desatado el caos.
Pekka, que después de abandonar el salón, se había tirado en una cama tapándose la cabeza con la almohada, no había escuchado nada, y más que por lo anterior, por haber estado hundido en los recuerdos.
Si bien sus padres no habían sido una pareja tradicional, pues no se amaban y habían contraído matrimonio solo porque era conveniente, sin duda habían amado a su hijo. Pekka tenía escasos recuerdos de ellos, porque los perdió estando muy pequeño. Sin embargo, su abuela y su tío Danko, se habían encargado de hablarle mucho de ellos, y eso, sumado a sus propios aunque escasos recuerdos, había contribuido a que pudiese formarse una idea bastante cercana de cómo habían sido y a que amase y respetase sus memorias.
Los amigos más antiguos de Pekka eran los Jarvinen, pues se conocían desde su más tierna infancia. Pekka y Heikki tenían exactamente la misma edad, y Pekka solo había nacido un par de días después que Heikki, y de hecho, éste solía decir que todo el mundo estaba tan pendiente de las celebraciones por el nacimiento de su alteza real que se habían olvidado del suyo. Cuando cumplió siete años y comenzó a ir a la escuela, algo que los demás niños hacían alrededor de los cuatro años, pero no un príncipe, y si bien Heikki ya llevaba tres años asistiendo, lo que no tenía era muchos amigos, porque aquel chico siempre había sido muy distraído, y en opinión de Pekka, se pasaba más tiempo soñando que con los pies en la tierra. Al primero que conocieron fue a Kalevi, porque aquel chico era un dolor de cabeza para los maestros y pronto notarían que en realidad lo era para todo el mundo, pues era incapaz de estarse quieto o callado, pero, además, y fue lo primero que vieron de él, tenía un talento insuperable para liarse a golpes todos los días, aunque después entenderían que no era porque le gustase, y lo que no le gustaba era que hablasen mal de su familia, pero el asunto era que en cuanto Pekka había visto que se peleaba con dos o tres chicos, él había avanzado ordenándoles detenerse, pero los niños y siendo que lo eran, no prestaron atención hasta que Olavi les dijo que si no lo hacían, estarían en muchos más problemas que un simple castigo por pelearse en el recreo, porque quien les estaba ordenando detenerse era su príncipe. Aquello había paralizado a los chicos, pero como nunca falta alguien que quiera fastidiar, apareció el bocón de la ocasión.
Como Olavi desde niño había sido sumamente ecuánime y tranquilo, aunque eso podía no aplicarse a su lengua y dependiendo de quién lo molestase o por qué, debió decidir que aquel niño no valía la pena ni el esfuerzo, pero en beneficio de Pekka, decidió aclarar.
Aquel fue el primer encuentro de los cuatro chicos y que sentó las bases de una amistad que se había mantenido a lo largo de sus jóvenes vidas. Erkki se había unido al grupo dos o tres años más tarde, porque aquella niña solo vivía para sus libros y su piano.
Aunque Pekka había estado creciendo muy consciente de quién era, eso fue haciéndose difícil, especialmente una vez que había ingresado a la escuela, porque si bien Kalevi al principio no estaba muy a gusto en su compañía debido a su anarquismo, por el que tuvieron célebres pleitos, finalmente dejaría de fastidiarlo, pero no sucedía lo mismo con los demás niños que siempre lo tratarían con distancia por mucho que él se empeñara en entablar amistad con ellos. Su situación se tornó mucho peor cuando Jörgen salió a escena de forma tan violenta, pues fue el responsable de muchas muertes que afectaban de forma directa o indirecta a los compañeros de estudio de Pekka, así que la precaria aceptación que había logrado, se fue a pique, porque los niños no parecieron notar, y de hecho no sabían el peligro en el que se encontraba él mismo; por todo lo anterior, su carácter fue variando, se fue volviendo más hosco hasta convertirse en el individuo desagradable que era en la actualidad, pero al menos sus amigos sabían que en realidad era una inmejorable persona, pero los eventos que le había tocado vivir, como la prematura muerte de sus padres, el aislamiento al que lo empujaban sus compañeros por ser quién era, y finalmente el ser señalado por las culpas de su tío, se volvió un peso difícil de cargar y forjaron al Pekka que todos creían conocer.
Hubo un momento crítico en el que Heikki y Olavi pensaron que lo iban a perder, y fue cuando Kalevi y Erkki comenzaron su relación, pero si bien aquello sentó terriblemente mal a Pekka, y sus amigos pensaron que reaccionaría como el príncipe que era, él demostraría que, aunque se suponía que lo conocían bien, no era del todo así, porque él asumió su derrota con dignidad. Sin embargo, no era que estuviesen del todo equivocados, porque efectivamente Pekka estaba furioso y dolido, pero quien recibiría los embates de su ira sería su tío, pues Danko, al ver la cercanía de Pekka con los Jarvinen, y considerando que Erkki sería una esposa adecuada, escogió precisamente aquella fecha para informarle a su sobrino que había iniciado conversaciones con el padre de Erkki y con miras a un enlace matrimonial, pero Danko, por primera vez se cuestionaría la salud mental de su sobrino temiendo que hubiese heredado el gen de la locura de Jörgen, porque el muchachito montó en cólera destrozando medio castillo y gritándole que a él no iban a hacerle lo que le habían hecho a su padre, obligándolo a casarse con una mujer que no amaba. Siendo que Danko no era estúpido, y aunque Pekka era su sobrino, también era su príncipe, de modo que no solo guardó prudente silencio, sino que suspendió cualquier negociación en aquel sentido.
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Editado: 01.07.2022