Los chicos de Nick estaban muy bien entrenados, pero adicional a lo anterior, Jim era muy veloz cuando se trataba de investigaciones que involucrasen a sus cachivaches informáticos, de manera que poco después que habían llegado a casa, Charlie recibió una llamada y en cuanto cortó la comunicación y se volvió hacia Nick, este supo que tenía noticias.
Todos comenzaron a correr hacia las puertas, pero Kerim intentó detener a Dàmir.
Aunque Ioan intentó hacerle ver aquello a Dèjan, él no le prestó atención, mientras que Nick, un poco más razonable, aceptó llamar primero a los Mitchell y efectivamente Jesse ya se había marchado, pero si bien Nick ni siquiera intentó preguntar a los Mitchell si sabían a dónde, Dèjan era otro asunto y comenzó a gritar a Ed hasta que Dàmir le arrebató el móvil y se disculpó con Ed, aunque éste le restó importancia pues estaba claro en cómo debía estar sintiéndose Dèjan.
Una vez que Jesse y Al se subieron al otro taxi y que Jesse le indicó la dirección al chofer, se volvió hacia su acompañante.
Si bien Al nunca se había preocupado por cómo mantenerse, porque Giovanni se había hecho cargo de él desde muy pequeño, y después que terminó la escuela comenzó a trabajar para él y seguía viviendo en aquella casa, así que sus gastos eran mínimos, pero ciertamente tenía una cuenta a su nombre, aunque lo dudoso era que supiese de cuánto dinero disponía, pero en aquel momento sí se hizo esa pregunta y le urgía saberlo, porque su señorita iba a necesitar muchas cosas y él tenía que conseguirlas.
Cuando entraron al departamento, Jesse se fue a revisarlo todo y luego miró a Al.
Al obedeció como de costumbre en forma automática y un momento después que Jesse marcó le contestaron.
Después de eso, Jesse extrajo lo que había en el sobre, porque si bien antes ella no había tenido una tarjeta bancaria y no habría tenido idea de cómo utilizarla, ahora sí, así que después de revisar, se la pasó a Al.
Una vez que se quedó sola, se permitió pensar en lo sucedido con más calma. Como había dicho Kerim a Dèjan, ella pensaba que su madre la había abandonado porque aparte de no quererla, cargar con una niña enferma sería algo que querría mucho menos, pero si era el caso del hijo que estaba esperando, ciertamente ella no iba a abandonarlo.
Siendo que ella siempre había sido una chica optimista, ahora tenía muchas más razones para serlo, y aunque en las presentes circunstancias, en las que pensaba que todos querían deshacerse de su hijo, podría haberse sentido triste o molesta, no era así y solo estaba muy feliz.
Cuando escuchó el timbre corrió hacia la puerta, pero la imagen de sus hermanos invadió su mente, así que corrió a la cocina y comenzó a abrir gavetas hasta que encontró lo que buscaba y volvió cuando estaban llamando por segunda vez.
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Editado: 22.09.2022