Aunque Nick ya no se ocupaba de forma personal de organizar el espectáculo de navidad para los niños, ciertamente seguía muy pendiente de él, pero, como ahora Zora estaba igualmente involucrado, y eran Jeff, Nathan y Frankie quienes se entendían con ellos, esto suponía menos trabajo para Nick. Sin embargo, como de ninguna manera iba a renunciar a algo que le gustaba tanto a su hermana, como era la puesta en escena del Cascanueces, había estado persiguiendo a Lisa por aquel motivo, pero finalmente ella le dijo que Ivy se estaba ocupando.
Y así era, porque ahora que el centro había crecido tanto, el viejo teatro ya no era adecuado, algo que Lisa notó en cuanto había comenzado los trámites, así que necesitaban uno mayor, y cuando Dàmir las escuchó hablar de aquello, se inmiscuyó en la conversación, con la resultante de que el espectáculo tendría lugar en un enorme teatro, y el director de la orquesta y la misma, serían los mismos de la boda de Dèjan y Jesse, ya que Dàmir había establecido una excelente relación con él.
La fecha inicial para la puesta en escena, era el 15 de diciembre, como había sido siempre, pero siendo que aquel era el día del cumpleaños de Dàmir, decidieron cambiarla al 20, y el Metal Christmas Eve, se efectuaría el 23.
Por todo lo anterior, Nick había programado el viaje para buscar a Jack, para el 17, pero, el día del cumpleaños de Dàmir, se presentaría una situación que lo obligaría a subirse a un avión con mucha premura.
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A medida que se acercaba navidad, el ánimo de Jack estaba siendo inversamente proporcional al general, pues estaba más silencioso y malhumorado, así que el pobre Adriano ya no sabía qué hacer.
Una mañana, y aunque parecía más animado que los días anteriores, solo parecía como comprobaría Adriano. Repentinamente, y después de apenas desayunar, y, a pesar de que no tenían pautado ir a ninguna parte, dijo que saldrían, así que Adriano se apresuró a pedir un vehículo, pues Jack seguía en su política de no conducir, de modo que Zabrit les había proporcionado el contacto con un servicio de transporte y era del que hacían uso. Cuando llegaron abajo, y como el mencionado vehículo no había llegado, Jack la emprendió en contra del portero del edificio, quien, por cierto, nada tenía que ver en el asunto. Como pudo, Adriano lo alejó y ya luego se encargaría de disculparse con el hombre.
Las cosas no mejoraron después, porque Jack decidió meterse de cabeza en un casino, y si bien Adriano ya sabía que eso no iba a suponerle un problema, pues no sabía bien cómo, pero aquel sujeto rara vez perdía y aquella no fue la excepción, el problema se presentó porque Jack parecía incapaz de jugar en silencio, así que fastidió en demasía a cualquiera que se sentase a jugar con él, de modo que al final, terminarían echándolo de aquel lugar.
De allí se fueron a un bar que no tenía el mejor aspecto en opinión de Adriano, pero por fortuna, ahí no hubo problemas, aunque habrían podido tener muchos, porque igual estaba haciéndole la vida miserable a cualquiera que se le acercara, pero o bien el espíritu navideño que exhibían los clientes obró en su favor, o definitivamente tenía un ángel guardián muy decidido, porque Adriano logró sacarlo de allí sin daños. No obstante, Jack se pasaría toda esa noche bebiendo como un cosaco, y aunque intentó que Adriano lo hiciese, éste sabía que era mal asunto no conservar sus sentidos alertas, así que, para no disgustarlo, fingió convincentemente estar bebiendo también.
Adriano comenzaría a preocuparse de veras, cuando llegó el mediodía siguiente y Jack seguía bebiendo, se había negado a comer, a dormir, y hasta a bañarse.
Aunque Adriano no le estaba entendiendo, Jack no continuó, sino que comenzó a marcar por el móvil y le contestaron enseguida.
Adriano, que sabía lo muy ebrio que estaba Jack, pensó que la llamada obedecía a eso y no porque tuviese necesidad de preguntar algo como eso, mientras que Nick se alarmó al escuchar su voz, pues no le supuso ningún reto entender que su amigo había estado bebiendo en demasía. Sin embargo, con la serenidad que exhibía en momentos de crisis, le dio el nombre de uno de sus medicamentos, pero apenas cerró la llamada, entró de nuevo al salón, pues había salido para atender la llamada, y le hizo una seña a Charlie.
Charlie no se lo hizo repetir, pero cuando entró de nuevo, sujetó a Lisa y la arrastró con él, explicándole mientras subía, lo que había sucedido.
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Editado: 22.09.2022