Cap. 1 Iniciando el año

El año había comenzado con mucha tranquilidad, los chicos de Zora que habían viajado, seguían en casa de sus parientes, de modo que Dàmir dedicaba casi todo el día a las niñas y a Ivy. Sin embargo, las noches eran igualmente activas, pues aquel individuo y como había dicho en una entrevista, siempre tenía alguna melodía sonando en su cabeza, y si no la vaciaba en un pentagrama, sentía que se estaba asfixiando. De manera que en las noches y después de la cena, si cenaban en casa, pues a veces él y las niñas lo hacían en el departamento de Ivy, y después de dar las buenas noches a las pequeñas, se encerraba en su estudio y daba rienda suelta a su activa imaginación.

Dèjan, al igual que lo hiciese Kerim en la época en la que aun iban a la universidad, había intentado en un par de ocasiones, hacerlo notar que era muy tarde, pero del mismo modo que sucedió siempre con su amigo, invariablemente Dàmir contestaba que solo el faltaban un par de compases.

Nick seguía trabajando como un poseso, algo que preocupaba a Jesse, de modo que el tercer día del año, cuando Nick dijo que debía viajar, se desató una de las muchas tragedias que, al parecer, siempre vivirían cuando él tuviese que viajar. De más está decir que, Dèjan enfureció y casi le acomoda un puñetazo a Nick, pero Charlie se hizo cargo, mientras que Nick, y después de escuchar el rosario de lindezas de Jesse, la sujetó y la hizo sentar.

• Enana, tú y yo somos trabajadores, porque hasta donde sé, hoy fuiste al centro ¿no es así?
• Sí, pero yo no voy por ahí subiéndome a un maldito avión un día sí y otro también
• Eso es porque tenemos trabajos diferentes, y el mío me obliga a viajar mucho
• Dijiste que eso sería al principio, pero ya llevas mucho tiempo haciendo esto y…
• No – la interrumpió él – por empezar, no llevo tanto tiempo, y si quiero que esto funcione, debo dedicarle el tiempo que sea necesario
• ¿Acaso…?
• No – la interrumpió demostrando que la conocía bien – no estoy haciendo esto porque Ivar me obligue – puntualizó – Lo hago porque en verdad me gusta. Ahora vas a tranquilizarte, porque sabes que cuando te alteras, molestas a la muñeca

Repentinamente Jesse pareció pasar de la ira al regocijo, pues le causaba gracia que Nick estuviese tan convencido de que su bebé sería una niña. En opinión de Jeff, solo lo hacía por molestar, porque con excepción de Dàmir que no había dicho nada al respecto, todos los demás parecían apostar por un varón, especialmente Jeff, porque ya Dàmir le había dicho en una ocasión, que él no tenía madera para los negocios, así que sería él -Jeff – quien tendría que ocuparse de ello en el conglomerado, ya que después de todo, ahora también era un Zazvic y heredero legal de Dèjan.

Finalmente, Jesse dejó de armar escándalo por el viaje de Nick, él podría marcharse en paz, y Dèjan volver a respirar con tranquilidad.

Dàmir era un sujeto organizado, pero él era más un creativo que un empresario, de modo que cuando Dèjan le había dado su aprobación para el proyecto de ZP, se dio mucha prisa en pedirle también, consejo con relación a alguien que pudiese encargarse de la dirección administrativa, cargo que recaería sobre Arthur Liberman, un joven licenciado en administración que Dèjan sacó del departamento de administración de CZ en EE.UU. Sin embargo, como Dàmir no había olvidado la promesa que le había hecho a Lisandra, también habló con Denisse y la puso a trabajar con el anterior, y como Denisse entendió a cabalidad, que lo que no debía hacer era molestar a Dàmir con asuntos administrativos, era quien se encargaba de transmitirle cualquier cosa que requiriese su aprobación, pero sin las tediosas y largas exposiciones de Arthur, y todo marcharía a satisfacción de Dàmir.

Kerim había tenido algunas dificultades para hablar con Johan, porque si bien pensaba hacerlo después de navidad, como su padre seguía dormido cuando él y Liam marcharon a casa de los Zazvic, entonces lo difirió para cuando regresara a casa, pero mientras estaba con Dàmir había recibido una llamada de su progenitor urgiéndolo a volver, así que se había despedido apresuradamente con un Liam no muy contento, pues había interrumpido quién sabía qué diablura, pero una vez en casa, Johan comenzó a meterles prisa, porque el loco aquel, había olvidado decirle a su hijo, que había planificado unas cortas vacaciones que los incluía a él y a Liam.

Finalmente, aquella noche y después que Liam se había dormido, Kerim había tenido la conversación, y aunque se aplicó tanto cómo pudo, cuando finalizó, tenía la impresión de no haber adelantado mucho y ahora solo le quedaba cruzar los dedos y esperar.

Los chicos regresaron a Londres la segunda semana de enero, y lógicamente todas las criaturas morían por ir a su base de operaciones, de manera que un jueves cuando Dèjan llegó, pensó que estaban asaltando su casa, pues el escándalo era horroroso, en opinión de Ioan, quien lamentó haber roto su regla de ir lo menos posible a aquella casa. Como Dèjan se había acostumbrado a que, en las últimas dos semanas, el único escándalo que solía recibirlo era el de Jesse, y en ocasiones el de Víctor cuando Dàmir no se lo llevaba con él, fue que se sobresaltó al entrar.

Quien primero corrió hacia él fue Liam, pero cuando Víctor lo vio y comenzó a gritar su nombre, toda la pandilla salió en carrera. Ioan se excusó y se marchó, aunque dudaba que Dèjan se hubiese enterado. Como aquellos niños siempre estaban comiendo algo, o simplemente se las arreglaban de forma maravillosa para tener las manos sucias, en unos minutos el traje de Dèjan tenía varias manchas y su corbata estaba en una posición muy inadecuada.

• Jefe, para ser un tipo que se quejaba tanto de mi aspecto, te ves terrible – dijo la maligna Jesse que venía con Victoria
• No es cierto, papá. Tú siempre te ves guapísimo
• Gracias, linda – dijo dándole un beso en la frente y luego miró a su mujer – Yo bien ¿y tú?
• Mejor que tú – contestó ella – Así que no te asiste el derecho a reclamarle a los niños por su desaliñado aspecto