Si Dèjan estaba preocupado por su mujer, no lo estaba menos por su hijo, porque prácticamente desde que todo aquello había comenzado, Dàmir parecía enfermo, y si no lo estaba físicamente, pronto comenzaría a estarlo, pues se había negado a comer, solo había dormido unas pocas horas, y el resto del tiempo estaba pegado al móvil dejándole largos mensajes a Ivy en el buzón, pues ella se negaba a contestarle.
Los chicos de Zora y si bien la primera noche de hospitalización de Jesse, habían ido a dormir a sus casas, a partir del segundo, comenzarían a acampar en la casa de los Zazvic. Maggi, Illinka, Lisandra y Erkki, si bien estaban allí, al menos ellas iban al hospital y pasaban un rato con Jesse, pues Illinka se había encargado de decirles que todas debían ayudar para mantenerla distraída y lo hacían de buen grado, pero estaban más angustiadas por Dàmir que por Jesse.
Aunque Sasha se había integrado al grupo de amigos, lógicamente con quien pasaba más tiempo era con Justine, tanto por trabajo como por llevarse muy bien con la francesita, de modo que al menos durante los primeros tres días la vieron poco debido a lo sucedido con Don, pero después que él había quedado nuevamente en libertad, sí se unió a los demás. A Sasha todavía le costaba un poco encajar en el círculo de Zora, algo que no sucedía con los Zaritsev. Sasha encontraba a Ajle arrogante, malcriado y egoísta, algo que sabían todos, pero habiéndolo conocido desde hacía tanto tiempo, habían aceptado como otra realidad de la vida, sus ataques de malcriadez, pero a diferencia de Sasha, sabían también, que si bien era cierto que Ajle era egoísta, lo era del mismo modo con sus afectos y defendía a sangre y fuego a los mismos. Con Edvin se le hacía difícil hablar, porque aquel chico siempre parecía en la luna y ella nunca estaba segura de si la estaba entendiendo o siquiera escuchando. Con Dàmir, y aunque él siempre la trataba con mucha amabilidad, se veían en realidad poco, y cuando se reunían, él estaba literalmente pegado a su novia. De manera que con quienes mejor se llevaba, aparte de Kerim, obviamente, era con Imran y con Mix, pues ambos eran serenos y muy amables, aunque poco conversadores.
Con las chicas se llevaba genial, y se preguntaba cómo era que alguien tan dulce como Erkki, podía soportar a Ajle, ya no digamos no quitarle la cabeza por sus extravagancias y malcriadeces. También había tenido ocasión de conocer a Mihailo, pero éste, y aunque se le parecía muchísimo en el aspecto físico, parecía estar a años luz de su hermano en el carácter, de manera que lógicamente se preguntaba cómo era que podían ser tan diferentes siendo hermanos.
Y quien definitivamente le causó un shock, fue Johan, porque aquel individuo parecía cualquier cosa menos el padre de Kerim. Si bien era tan simpático como su hijo, ella tenía otra imagen de los padres, y aquel no encajaba para nada en la misma, y la forma en la se trataban aquellos dos, no podía estar más alejada de la relación que en su mente, debía existir entre un padre y un hijo.
A pesar de todo, Sasha se había ido habituando a todo lo anterior, pero ahora estaba preocupada por Kerim, porque era la primera vez que lo veía a él tan mortificado. Y en realidad Kerim lo estaba, porque en su opinión, Dàmir iba derecho a colapsar en cualquier momento.
Aunque aun había cosas que no tenía muy claras, Sasha conocía a grandes rasgos la historia de todos, incluidas las de los niños, de modo que lo intentó por ese lado.
Sasha se sintió muy frustrada, porque todos los caminos parecían conducirla a callejones sin salida.
Imran que iba entrando en aquel momento, retrocedió con rapidez, pues había viso que Kerim estaba sonriendo, y como llevaba días sin hacerlo, él decidió dejarlo en compañía de quien evidentemente podía conseguir lo que nadie más.
Sasha por su parte, había enrojecido hasta la raíz del cabello, porque lógicamente no era ajena al empeño que había puesto Kerim en atraerse su atención, pero si bien a ella le gustaba el rubio, en una ocasión había escuchado a John y a Josh discutiendo acerca de los sentimientos de Kerim por Giuliana, de manera que, sabiendo también la fama que tenía él con respecto a las chicas, se había reñido mucho y había mantenido lo que sentía a raya.