Acordes del Corazón (libro 9. ОдЈеци Душе)

Cap. 27 Difícil

 

Cuando se había desatado todo aquel desastre, y siendo que Nick, Charlie y Lisa habían resultado heridos, Jim, y en ausencia de los anteriores, era quien seguía en la línea de mando, de manera que, en principio, todos los chicos le rendirían cuentas a él. Aunque Jim estaba perfectamente al tanto de todo, se sintió muy aliviado cuando llegó Jack, porque, aunque él ahora se dedicase a otra cosa, para ellos siempre seguiría formando parte de su sociedad y con la misma autoridad de Nick y Charlie.

Era posible que Jim no fuese tan observador como Charlie, pero la naturaleza del trabajo que desempeñaba, lo obligaba a estar muy bien informado en todos los ámbitos posibles, así que estaba perfectamente al tanto que Ivar no iba a dejar que ninguno de ellos intentase cobrar aquella cuenta, y más seguro aún, de que el simpático Andrija primero le metía una bala en una pierna a Jack, antes de dejarlo acercarse a quienes sospechaban eran los responsables de lo sucedido.

Jim también sabía que Jack solo querría hacer justamente eso, y él tomó las previsiones del caso encargando a Phil que tuviese a todos los chicos disponibles y preparados, al igual que los juguetes. Pero si Jim había tomado todas las anteriores medidas, era más por evitar la ira de Jack, que porque creyese que iba a poder hacer algo como en efecto no podría.

No obstante, si alguien sabía que Jack tenía que darle salida a aquel enorme dolor y a la ira que lo estaba consumiendo, era él, pues recordaba perfectamente que cuando Albert había atacado a Nick la primera vez, quienes pagaron la vajilla rota fueron los de la catorce; pero ya no estaban en el viejo callejón y ni siquiera en las antiguas instalaciones del centro, de manera que Jim estaba preocupado y preguntándose quién iba a ser la víctima de Jack esta vez.

Un par de noches después de los hechos, él había mirado a Adriano y repentinamente apostó muy alto por él, ya que se empeñaba en que Jack tenía que, por lo menos, comunicarse con un productor con el que tendría que entrevistarse un par de días más tarde para discutir acerca del inicio del rodaje de la película que harían, y como Jack no tenía ni la más mínima intención de abandonar Londres de forma inmediata, era que Adriano pensaba de aquella manera.

Sin embargo, y a pesar de que Jim casi vio formarse la intención en Jack, de acomodarle un puñetazo, mientras él atendía una llamada de Sam, sería ésta la que detendría lo que estaba seguro iba a suceder.

  • ¡¿Qué?! – había exclamado Jim haciendo que Jack clavase su azul mirada en él, olvidándose de Adriano – ¡Por supuesto que no! ¿Acaso perdieron el juicio? – seguía gritando mientras caminaba, pero sería detenido por Jack
  • ¿Qué sucede?

Jim pensó en la conveniencia de decirle, pero fue algo brevísimo o el feliz ganador del puñetazo iba a ser él.

  • El viejo de Frankie está…

No alcanzaría a terminar, porque Jack salió disparado hacia las escaleras y él lo hizo también. Todo aquello obedecía a que, lo que Sam le había dicho era que el padre de Frankie estaba abajo vociferando y no por ver, o que le entregasen el cadáver de su hijo, sino obscenidades en contra de Nick.

Frankie había sido uno de los chicos que procedía de una familia tremendamente disfuncional por donde quiera que se la viese. Su padre, aparte de alcohólico, era un criminal, algo que había averiguado Jack en el local del desaparecido Royal, pues lo escuchó a él y a quienes lo acompañaban, planificando el robo a un local, el problema, al menos en aquel entonces para él, no era el robo en sí, pues era algo que Charlie había hecho muchas veces, sino la forma, porque aquellos infelices estaban preparándose para despachar al par de guardias que cuidaban el negocio en cuestión. La madre, trabajaba en un burdel, y eso lo sabían por Albert, que era quien frecuentaba aquel antro donde podía vender su mercancía. La hermana mayor era una adicta y se había marchado de casa con uno igual a ella, y la menor iba por el mismo camino, y lo último que habían sabido de la niña, era que andaba con uno de los de la catorce. Y había tenido un hermano más, solo que no estaban muy seguros si había sido mayor o menor, pues cuando ellos conocieron a Frankie, ya ese hermano había muerto por una sobredosis. Y como no tenía bastante con todo lo anterior, también tenía un abuelo, pero el honorable caballero dirigía una pequeña mafia de individuos que, según lo que pudo averiguar Jim con lo poco que Frankie sabía del susodicho, se dedicaba a la trata de blancas.

Nick había estado muy preocupado cuando comenzó a notar que Jeff y Nathan iban con Frankie a todas partes, pues para entonces Jeff era un crío aún y susceptible a ser absorbido por cualquier grupo de viciosos. Nathan lo preocupaba menos, porque la religiosidad de aquel chico corría pareja con la de Anne, algo que quienes no conocían la historia de Nathan no podían entender, sabiendo como sabían que el niño había crecido en las calles, y solo aquellos que, como Nick, Charlie y Jack, que sí sabían que Anne había recogido a Nathan mucho antes de que tuviesen un centro, sí.

El asunto era que Nick había tenido un horroroso pleito con el padre de Frankie cuando en oportunidad de estar buscando a Jeff, lo encontró no solo a él y a Nathan, sino al animal aquel masacrando a su hijo. Aquello era algo que Nick llevaba muy mal y, de hecho, no lo soportaba ni en grado mínimo, porque si bien su padre le había dado algunas palizas, y veía que el señor Facelli apaleaba a alguno de sus niños todos los días, gracias a Giuliana, que siempre le había dicho que aquello estaba mal y en más de una ocasión lo había defendido de Giovanni, era que se había creado en él aquella aversión por el maltrato infantil. La cuestión fue que Nick se le fue encima y de no haber sido porque los chicos andaban con él, podría haberle ido muy mal, porque no era que él mismo fuese muy mayor, mientras que el criminal aquel no solo lo era, sino que le sacaba por lo menos una cabeza y muchos años de experiencia en aquellas lides; pero Nick era terco y estaba furioso, así que no había tenido en cuenta nada de eso, así como tampoco se había fijado que había otros sujetos de aspecto igualmente maligno, y como se dijo, lo que lo salvó de que alguno le rompiese el cuello, fue la rapidez de Charlie y de Jack que se dieron la mayor de las prisas en meterles una bala en la cabeza a varios de ellos haciendo que ningún otro quisiese entrometerse.




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