Acordes del Corazón (libro 9. ОдЈеци Душе)

Cap. 42 Clásica

 

Llegó el día del concierto y si bien los chicos estaban muy contentos, porque John en verdad le había puesto corazón a la campaña publicitaria, y el concierto que había sido anunciado a beneficio de la Fundación que patrocinaban las bandas de metal, había recibido una enorme cobertura de los medios, Ian estaba que se subía por las paredes y convencido de que algo iba a salir muy mal. Mark tenía en verdad mucha paciencia y sin duda debía quererlo mucho, porque la última semana había sido un verdadero infierno y otro con seguridad le habría acomodado un puñetazo a aquel loco peligroso.

Los miembros de Limeriè, Wendelen y Leyend, que eran los más activos dentro de la Fundación, habían sido puestos al corriente y naturalmente asistirían, aunque los únicos que conocían un poco a los involucrados eran los chicos de Wendelen y los de Limeriè, porque ellos habían estado en algunas ocasiones y por diversos motivos, en St. Mary debido a que Inside Hill aun no estaba operativo. 

Steven que no era especialmente afecto a aquella música, recibió una amenaza directa de Ajle en el sentido de que, si no iba, tendría muchos más problemas de los que podría afrontar, y aunque Dàmir, que era el paradigma del respeto, luego llamó a Steven para decirle que no tenía que ir si no le apetecía, Steven primero se hacía colgar antes que buscarse un lío con Ajle de quien estaba seguro cumpliría su amenaza sin importar lo que Dàmir dijese.

Reik Adams también recibió una invitación especial de parte de Zora, y como él formaba parte la Fundación, y a diferencia de Steven, sí le gustaba aquella música y coincidía con Dàmir en aquello de que esas eran las verdaderas raíces del metal, estuvo encantado de aceptarla.

De los miembros de la población infantil, el más entusiasmado era Jonathan, pues como sabemos, por algún motivo siempre le había gustado aquella música, y cuando quería fastidiar a Dàmir, aseguraba que esa sí era música de verdad.

Dàmir había invitado a su abuela, pero tanto Zara como Mirjana dijeron que lamentaban no poder asistir, pero Admir había estado delicado de salud y no querían alejarse. Dàmir dijo que entendía, pero ni siquiera preguntó qué le sucedía a su abuelo, porque en verdad no le interesaba, algo que Ivy no entendía pensando como pensaba que Dàmir era el ser más sensible sobre la tierra, así que sería Kerim quien se encargaría, o al menos lo intentaría, de recordarle que era cierto que Dàmir era muy sensible, pero que seguía siendo un ser humano, y como todos, también tenía defectos, y en este caso particular, el mencionado defecto estaba en su incapacidad para perdonar a quien a su juicio, le había hecho el mayor de los daños a sus padres.

Jesse si bien quería asistir, lo que no quería era dejar a su hija sola, y siendo que la niña estaba muy pequeña, no podían llevarla, pero finalmente Pitja la convencería diciéndole que no se dormiría hasta que ellos no volviesen. Si Dèjan había sido obsesivo con Dàmir, y aunque Dajana no estaba ni estaría nunca en la misma posición de peligro en la que estuvo su hijo, aquel individuo tenía un serio trauma, así que su caso era tal vez peor que el de Jesse, pues él llegaba al extremo de levantarse a media noche para ir a verificar que la niña estuviese bien, y ya en dos ocasiones le había causado un susto terrible a Pitja que justamente a petición de él, se había trasladado a dormir en la habitación de la niña, pero más allá de eso, terminaba llevándosela a su habitación y era cuando finalmente podía conciliar el sueño.

Los chicos de Zora, que eran los más involucrados con la orquesta, salieron más temprano para estar con ellos en los camerinos antes de que diese inicio el concierto, y a todos les quedó claro, incluido Ajle, que Ian era en casi todo punto igual que éste, porque había estado quitándose y poniéndose la camisa todo el rato, estaba pálido y sudoroso, y finalmente se había puesto a vomitar. Repentinamente Ajle, y de la forma más inconsecuente posible, lanzó una de las suyas.

  • Creo que debemos hacernos una de esas pruebas de ADN
  • ¿Qué? – preguntaron algunos
  • Claro, porque… ¿Cómo sabemos que el bastardo de Vanderberghe no violó a mi madre, por ejemplo? O tal vez…

Aunque los muchachos no sabían si reír o llorar, Imran que solía perder la paciencia con mucha rapidez con Ajle, le acomodó un porrazo en la cabeza.

  • No entiendo – dijo Edvin, pero como aquello era lo normal, no le prestaron mucha atención – ¿No debería ser Mark el más nervioso? – completó y todos miraron a éste

Con todo el show que tenía Ian, habían olvidado que Mark efectivamente podía estarlo, ya que él era el solista, sin embargo, y aunque él exhibía su serenidad de siempre, Dàmir se le acercó con rapidez.

  • ¿Tú estás bien? – le preguntó y el chico sonrió
  • Claro, no te preocupes

Otra cosa que con seguridad había contribuido poco o nada al nerviosismo de Ian, era que los jóvenes integrantes de la orquesta, quienes lógicamente estaban muy nerviosos, porque era la primera vez que tocaban en un teatro de aquellas dimensiones, habían estado entrando y saliendo a preguntar diversas cosas, por fortuna y al ver la situación, Mix se había hecho cargo, porque evidentemente Ian no estaba en condiciones de atender nada. Poco antes de que hicieran la primera llamada, la que entró fue una de las violinistas, así que Mix que en ese momento estaba con Kerim, Illinka y Lisandra que eran las única de las chicas que estaban allí debido a que habían tenido más trato con los miembros de la orquesta, el primero les hizo una seña para que aguardasen y miró a la jovencita.

  • ¿Qué necesitas?
  • ¿Puedo hablar un momento con Mark?




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