Acordes del Corazón (libro 9. ОдЈеци Душе)

Cap. 50 Otro

 

Jack y los demás se pasarían casi toda la mañana y parte de la tarde, intentando que Nick fuese a descansar un poco, pero perderían miserablemente su tiempo. Jeff había regresado un poco después de mediodía, y había aparecido con comida para Nick.

  • Vamos, tienes que comer – le dijo
  • En verdad…
  • Cierra la boca y no me compliques la vida, Nick – lo interrumpió él – la princesa me hizo jurar por todo lo imaginable, que haría que comieras, pero, además, también me amenazó con todo lo que te puedas imaginar y hasta con lo que no. Así que tú decides si es por las malas o por las buenas

De Jack para abajo, todos pensaron que Nick iba a sacudir al muchachito aquel, y el mismo Jeff debió pensarlo también, pero una sonrisa maligna apareció en sus labios.

  • En verdad estás empeñado en causarme y causarte problemas, porque, en principio, si intentas agredirme, Sticker te hará polvo, en consecuencia, yo tendré que meterle un balazo en la cabeza, lo que nos ocasionará una indecente cantidad de problemas con el simpático Civljane que estoy seguro no estará contento si voy por ahí matando a sus chicos. Y todo esto solo…
  • ¡Jeff! – exclamaron todos con excepción de Jack que parecía ser el único que se estaba divirtiendo

En el caso de Demian, lo que quería era apalearlo él mismo en lugar de defenderlo, porque aquel individuo era irritante sin esfuerzo, ya no digamos si se esforzaba y con él lo hacía. Nick terminaría comiéndose lo que le habían enviado, pero expresó su disgusto no moviéndose de dónde estaba.

A eso de las cuatro de la tarde, le dijeron a Nick que podía ver a Lisa, de modo que saltó y el médico que había llevado el mensaje, casi tuvo que correr tras él.

  • Señor Aliano, la paciente ha recuperado el conocimiento por breves períodos de tiempo, y aunque no ha presentado ninguna alteración, no es conveniente que se agite mucho de momento – le informó el galeno de la UCI

Una vez que estuvo preparado con todo el material estéril, intentó acompasar los latidos de su corazón y entró al cubículo. Lisa tenía los ojos cerrados, de modo que pensó que estaba dormida, así que se acercó con cuidado y la saludó como lo había estado haciendo últimamente y como no lo había hecho nunca antes.

  • Hola amor. No tienes idea de lo angustiado que estaba, porque, aunque me dijeron que todo había salido bien, no me dejaban verte y cada segundo que pasaba sentía que estaba muriendo – acercó la mano enguantada al rostro de la chica y pasó un dedo por ella – Ahora que sé que vas a estar bien, tengo miedo de otra cosa

Nick hizo una pausa antes de continuar, porque en verdad y en las últimas horas, lo que había estado pensando era que, si bien él había reconocido lo que sentía por Lisa, eso no significaba que ella estuviese en la misma situación. Había intentado convencerse de que sí, y se había estado diciendo que tenía que ser por la forma en la que ella lo trataba, y que él había sido no solo un imbécil al no notarlo, sino por no prestar atención a lo que sentía él mismo. Sin embargo, seguía habiendo una odiosa vocecita interior que le decía que podía estar miserablemente equivocado y estar siendo muy arrogante al dar por hecho algo de lo que no podía estar seguro.

  • Quizá quieras apalearme más de lo que quieres hacerlo habitualmente, pero… te amo, Lisa, y si tú no me amas a mí de la misma forma, vas a tener que matarme, porque no pienso darme por vencido y…
  • Señor Aliano, disculpe – escuchó al médico y se giró
  • ¿Qué?
  • Espere un momento afuera, porque debo revisar a la paciente
  • ¿Por qué? – preguntó con angustia

Sin embargo, ya el individuo lo había hecho a un lado y estaba colocando el estetoscopio en el pecho de Lisa, pero en ese momento ella abrió los ojos.

  • Estoy bien, doctor

Al escucharla, el corazón de Nick se lanzó a correr desbocado y de haber estado conectado a algún monitor, el médico se habría preocupado más por él que por Lisa.

  • Me alegra saberlo, linda – le dijo y Nick sintió el violento deseo de acomodarle un puñetazo – Sin embargo, es mi deber asegurarme de eso ¿Sientes algún dolor o molestia? – le preguntó
  • No
  • Si me mientes no podré ayudarte
  • Oiga – intervino Nick – ¿Por qué iba a mentirle? – preguntó en tono polar

Si el doctor había pensado eso, era primero, por la alteración que registraron los monitores, y segundo, porque Lisa tenía los ojos vidriosos, de modo que lo primero que pensó fue que estaba experimentando algún dolor. No obstante, aunque pensó en decírselo a Nick, como ella dijo que no, decidió esperar un poco.

  • ¿Y bien? – preguntó Nick pues aquel sujeto se estaba tardando mucho en responder
  • No pienso que lo esté haciendo, señor Aliano, sino que, como dije, es mi deber estar al tanto de la evolución de los pacientes
  • Y si ya le dijo que…
  • Nick – dijo ella y él hizo inmediato silencio

El médico salió discretamente mientras Nick se acercaba de nuevo a donde había estado.

  • Hola bonita – saludó ahora de la forma que sí le era habitual – ¿Cómo te sientes? – le preguntó, pero enseguida su angustia se disparó de nuevo al ver que una lágrima había escapado de los ojos de Lisa – Voy a…




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