Después del concierto en el centro, Dàmir se vio lanzado de cabeza a su próxima boda. Como todo había estado primero tan complicado, y luego se había metido de lleno con el concierto, quienes se estaban ocupando de la organización eran su abuela, Mirjana y Milinka, de modo que se sorprendió cuando le dijeron que debía ir al ensayo de la iglesia, pero casi sufre un colapso cuando le dijeron que solo faltaba una semana para la mencionada boda. No se trataba de que él no quisiese, porque quería, y aunque, de hecho, sostenía que ya estaba casado, como también sabía que aquello era algo importante para Ivy, estaba perfectamente de acuerdo, así que solo estaba sorprendido porque ya tenía la fecha encima y ni cuenta se había dado.
No obstante, lo anterior quedaría relegado por una preocupación aún mayor. El día que Mirjana le dijo que un par de días más tarde debía asistir al ensayo, él había ido un momento a su estudio a recoger unas partituras, porque después de ir a la revisión médica con Ivy, se reuniría con sus compañeros en Inside Hill. De modo que después que se le pasó la sorpresa inicial, agradeció a su tía y fue por Ivy que lo esperaba en el salón.
Si bien Dàmir no había faltado a las dos revisiones médicas anteriores, de lo que no parecía muy consciente era del tiempo, así que aquel día definitivamente era el de las sorpresas, misma que se reflejó en su expresión al escuchar a la doctora.
La sorpresa de Dàmir obedecía a que, si bien y como se dijo no había faltado a las dos revisiones anteriores, como la doctora siempre hablaba en términos de semanas, fue en ese momento y cuando dijo que había finalizado el primer trimestre, que Dàmir pensó en término de meses, así que estaba sorprendido de que ya hubiesen pasado tres meses sin notar, que ese era más o menos el tiempo que había demorado Dajana en ser dada de alta, y teniendo en cuenta que les habían anunciado el embarazo el día que su hermanita había nacido, era casi necio que se sorprendiese.
A la sorpresa de Dàmir vino a sumarse el dolor, pues la tristeza que percibió en la voz de Ivy, le dolió en el alma, pero, además, vendría a sumarse también la preocupación, pues mientras hablaba, la doctora había escrito algo en su libreta y se lo había pasado. Dàmir lo leyó y compuso expresión de horror, pues ella le pedía hablar con él a solas. De algún modo logró despedirse y salieron, pero una vez que habían llegado al auto, le pidió a Ivy esperarlo un momento pues había olvidado su móvil. James lo miró con sospecha y extrañeza a partes iguales, lo primero, porque se preguntó cuál podía ser un posible motivo para que Dàmir quisiese a Ivy lejos, y lo segundo, porque Dàmir no era dado a mentir. Sin embargo, les hizo señas a los guardaespaldas y mientras dos se quedaban con Ivy, él y otro iban tras Dàmir. En cuanto Dàmir llegó al piso que acababan de dejar, la doctora lo estaba esperando en el pasillo, así que enfiló hacia ella con aspecto mortecino.