Acróstico

Cap 3: Nerd

—Tranquila, Pheebs, más tarde tenemos con la profe de Lengua. Preguntale si te puede dar más consignas, pero que hagas sola el trabajo, o no sé —dijo Emma, tratando de calmarme.

—Sí, preguntale —dijo Oli, apoyando a Emma—. No creo que te diga que no.

—No puedo tranquilizarme, me enerva que se haga el mejor cuando ni una mosca lo quiere —dije enojada—. Dejemos el tema acá, no me quiero amargar más, ni tampoco amargar el primer día de Alan —lo miré.

—Por mí, quedate tranquila, Phoebe. Entiendo tu enojo —sonrió—. ¿Qué vas a hacer? ¿Hablarás con la profe o irás a su casa después del colegio? —me miró curioso.

—Agotaré la instancia de hablar con la profe, y si ella decide no dejarme hacerlo sola, tendré que ir a su casa —dije desanimada.

Los tres me miraron y me dieron una mirada reconfortante. Alan agarró su mochila, me pasó la mía e hizo seña para que nos fuéramos. Era su primer día, pero ya se había aprendido los horarios, y eso era bueno porque si fuera por mí, seguiríamos en el buffet. Y ahora teníamos con la profesora de Lengua.

La profe Letelier es buena... hasta que hiciste algo mal en su clase. Y ahí ya no te tendrá compasión, aunque hagas las cosas bien después de lo que sea que haya ocurrido. A mí no me iba bien en su materia, y ahora que por Vicent nos echó de clase, más bronca me tendrá. Pero bueno, no me queda otra que intentar hablar con ella y que me deje hacerlo sola.

Nos sentamos los cuatro en la fila de adelante, y cuando la profe entró, Emma me dio una palmada en la espalda en señal de que ya era hora de hablar con ella. Tomé aire, me paré y fui a donde la profe. Antes de hablar con ella me giré y los vi a los tres sentados haciéndome puñitos con las manos en forma de aliento. Les dediqué una leve sonrisa y volví a mirar a la profe.

—Hola profe, ¿cómo está? —dije con una simpatía fingida.

—Hola, alumna Jones. ¿A qué debo su saludo? —me dijo mientras sacaba su laptop de su bolso.

—Ehh... yo sé, profe, que en la última clase tuve un altercado con el alumno Gutmann y que por eso nos puso un trabajo para hacer, pero... —me interrumpió.

—¿Quiere saber si puede hacerlo sola, señorita Jones? —dijo mientras dejaba de acomodar sus cosas para mirarme.

—Sí, exactamente eso, profesora. Como vio, él y yo somos como gato y perro, no nos llevamos bien —dije con una gota de esperanza.

—Lo sé, como también sé que pueden llevarse bien. Así que, respondiendo a su pregunta, señorita Jones: no, no puede hacerlo sola. Lo tiene que hacer junto con el alumno Gutmann —me miró—. Ahora que ya tiene su respuesta puede ir a tomar asiento, a menos que quiera retirarse de clase de vuelta —me dijo mientras señalaba mi asiento.

—Gracias, profesora —me giré y fui a sentarme.

Cuando llegué, Alan me preguntó cómo había ido.

—¿Y qué dijo, Phoebe? —me dijo curioso.

—Sí, Pheebs, ¿qué dijo? —dijo Oli mientras miraba a Alan.

—Chicos, déjenla hablar —dijo Emma, mirándome.

—Gracias, Emma. Me dijo que ella sabe que "podemos llevarnos bien" y que no me iba a dejar hacerlo sola —dije mientras me tapaba la cara con las manos como si fuera a llorar.

Emma me empezó a dar palmadas en la espalda y me dijo:

—Pheebs, no te preocupes. Solo procurá hacerlo rápido para que ya no tengas que juntarte con él —trató de reconfortarme.

—Sí, Emma tiene razón —dijo Oli, intentando lo mismo.

Solo suspiré y empecé a prestar atención en clase. Pensé en qué tan largo iba a ser ese trabajo que la profe nos iba a dar y cuánto nos íbamos a demorar resolviéndolo con Vicent. Entre tantos pensamientos, la profe me sacó de ellos y me entregó unas hojas con consignas. No tenía ni ganas de ver cuántas consignas extras eran para que nos diera una semana más de entrega que al resto.

En ese momento, Emma me sacudió la pierna para que escuchara a la profesora.

—Y como ya suponían, de los dos autores que estamos trabajando, el trabajo será sobre William Shakespeare. Así que, como confío en ustedes, sé que podrán hacer un gran trabajo —dijo, para luego agarrar sus cosas e irse del curso.

La hora de ella se había pasado de alguna forma rápida, y debe ser porque yo estaba sumergida en mis pensamientos. Iba caminando con las chicas y Alan; ellos iban hablando sobre todo lo de la clase, mientras yo iba callada.

—Y... ¿ahora qué haremos? —dijo Alan, sacándome de mis pensamientos.

—¿Cómo que haremos? Ahora tenemos clase de Sociología —dije, confusa.

—Pheebs, ¿te olvidaste que hoy no venía esa profesora? —me miró Emma.

—Sí, lo súper olvidé —dije mientras me tocaba la cabeza.

—Alan, iremos a estudiar a la biblioteca —lo miró—. ¿Querés venir? —le dijo ella.

—Ehh, sí, claro —dijo feliz—. ¿Vamos, Phoebe? —me miró y me sonrió.

—No, ella no puede ir porque se viene conmigo —dijo Vicent, apareciendo en el medio.

—Ahs, lamentablemente sí, tengo que irme con él —dije, cruzándome de brazos.

Algo que detestaba era darle la razón a Vicent, pero ahora no podía llevarle la contraria. Alan me hizo una mueca, al igual que Emma, y se fueron. Vicent sonrió victorioso, como si de una competencia se tratase. Empezó a caminar en dirección contraria a la salida.




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