Capitulo. 6 ACTIVO INTANGIBLE

Como fuegos artificiales, esi se sintió.

Aurora.

El ajetreo de la calle de Seúl se desvaneció tras los muros de cristal de DaehanTech. Aurora dio un paso adelante, y el imponente vestíbulo se abrió ante ella como una catedral de la modernidad. El aire era fresco y olía a limpieza y a triunfo. El mármol pulido brillaba con una luz que hacía que los ojos le dolieran, y el murmullo de cientos de empleados formaba un coro de productividad constante. Las miradas de todos se posaron en ella, una corriente de susurros siguió su paso, pero ella, ajena al revuelo, se acercó a una de las recepcionistas.

—Disculpe señorita, tengo una cita con Park Seul-ki, de Recursos Humanos—dijo con su voz suave y una sonrisa amable.

La recepcionista, una mujer joven, se quedó inmóvil por un segundo, con la boca ligeramente abierta, como si acabara de ver una celebridad. Asintió rápidamente y se inclinó en señal de respeto. Solo unos 3 minutos después, las puertas del ascensor se abrieron con un tintineo, y una figura familiar salió a toda prisa. Era Park Seul-ki, con una sonrisa que iluminó su rostro.

—¡Srta. Sterling! ¡Me alegra mucho verte! —dijo, dándole una reverencia fugaz—. Bienvenida. La verdad es que estamos muy emocionados con tu llegada.

—Gracias, es un placer estar aquí —respondió Aurora con otra reverencia, su corazón latiendo con la emoción de un nuevo comienzo.

Seul-ki la guió a través del vasto edificio. Pasaron por los laboratorios de investigación y desarrollo, donde el futuro parecía estar cobrando vida. Se encontraron con varios directivos y gerentes, y Seul-ki la presentó con una formalidad que hizo que Aurora se sintiera importante. Cada saludo era una reverencia, cada mirada un reconocimiento del talento que acababa de llegar.

—Ellos son algunos de los directivos y encargados de varios departamentos de la empresa, están emocionados por trabajar contigo en los próximos proyectos —dijo Seul-ki.

Luego, la condujo por un largo pasillo. A medida que se acercaban a un área de trabajo, Aurora notó que las voces se apagaban. Dentro, un vasto espacio abierto se extendía ante ella. Había varios cubículos, cada uno ocupado por un empleado. El lugar era limpio, moderno y acogedor. Al final del área, una oficina con paredes de cristal se alzaba majestuosa, con una vista completa de todo el departamento. Los empleados hablaban animadamente, y la noticia de la "nueva mujer que vendrá de Estados Unidos" era el tema de conversación.

Cuando Aurora y Seul-ki entraron , el murmullo de voces se detuvo por completo. Todos los ojos se posaron en ella, y la quietud que se formó era tan palpable que Aurora pudo sentir su propio corazón latir. Seul-ki, notando la tensión, se adelantó con una sonrisa tranquilizadora.

—Equipo, atención, por favor —dijo Seul-ki, su voz llenando el silencio. —Les presento a Aurora Sterling, la nueva líder de la División de Desarrollo de Proyectos—dijo, con un orgullo que se sentía en el aire.
Su mirada se dirigió a un hombre en sus treinta que estaba de pie al frente, con un perfil pulcro y un porte formal.

-Este es Kim Hyun-woo, nuestro subgerente.

Hyun-woo asintió, su rostro era serio pero sus ojos transmitían una calidez sutil. Aurora se acercó y le dio un apretón de manos.

—Es un placer conocerlo —dijo Aurora con su voz suave.

—El placer es nuestro, Gerente Sterling —respondió Hyun-woo. Una pequeña sonrisa se formó en sus labios, y Aurora pudo ver en sus ojos que había una inteligencia aguda y una lealtad profunda.

Seul-ki hizo un gesto para que todos se levantaran de sus asientos y formaran un círculo alrededor de Aurora y Hyun-woo.
—Todos, por favor, preséntense con su nombre y su cargo —ordenó Seul-ki.

Uno a uno, fueron presentándose. Aurora, en su mente, iba formando un mapa de sus nuevas caras y personalidades.

El primero en hablar fue un joven con gafas de montura gruesa y un aire de intelectualidad. Lee Min-jun, diseñador de sistemas. Era tímido, se le notaba, pero su voz era firme. Aurora pensó que su timidez era encantadora.

Luego vino una mujer con una melena rizada y una sonrisa radiante. Choi Ji-woo, analista de datos. Habló con entusiasmo, y sus ojos brillaban con curiosidad. Aurora sintió que se llevarían bien.

Después, un hombre mayor con un rostro amable y una mirada paternal. Han Ji-hyeok, experto en seguridad cibernética. Habló con una voz grave y tranquila. Aurora pensó que sería su mentor.

Un par de gemelos, Kim Joon y Kim Jung-min, programadores. Eran idénticos, y ambos tenían una energía contagiosa. Aurora se rio por dentro, pensando que sería un desafío distinguirlos.

Por último, una joven con una mirada seria y un porte elegante. Yoon Mi-so, especialista en inteligencia artificial. Habló con una voz grave y tranquila. Aurora pensó que la encontraría en el café.

A medida que las presentaciones continuaban, Aurora se dio cuenta de algo: la primera impresión no era lo que se veía a simple vista. A pesar de la timidez de Min-jun, o la seriedad de Mi-so, todos tenían una chispa de pasión por su trabajo, y un aire de amabilidad que la hacía sentir bienvenida.

Aurora sonrió, rompiendo la tensión del momento.

—Hola,Buenos días, es un placer. —dijo con una voz suave, pero clara.

El silencio fue reemplazado por un murmullo de asombro y admiración. La nueva empleada si que era hermosa y todos estaban asombrados, estaban espectantes y con miedo de no llevarse bien con la nueva líder, y ahora la conocían y a simple vista se notaba que era agradable trabajar con ella.

Tae-jun.

Desde su elegante despacho, Tae-jun sintió una punzada de satisfacción. En la pantalla de su computadora, un mapa en tiempo real de los empleados le indicaba que el punto rojo con el nombre de Aurora Sterling acababa de llegar a su destino. El plan estaba en marcha. Su plan, la jugada maestra, se estaba ejecutando a la perfección.