Activo Intangible

Capitulo 9. ACTIVO INTANGIBLE

¡Ya! Has silencio, pareces una de mis tías.

El aire dentro de "El Refugio" era denso, impregnado con el aroma de cuero añejo y whisky de malta. Era el club privado que Tae-jun y sus amigos frecuentaban, un lugar donde el ruido de los negocios se apagaba, pero las conversaciones importantes continuaban. Seok-jin, su mejor amigo y socio en varias empresas, estaba sentado en un cómodo sillón de terciopelo, esperándolo con una copa casi vacía.

Tae-jun entró con su andar tranquilo, y antes de que llegara a la mesa, el camarero, un hombre de rostro serio que lo conocía bien, le hizo un ligero gesto desde la barra. El mensaje era claro: Sé lo que quieres. Unos segundos después, un vaso bajo con un whisky de color ámbar, sin hielo ni adornos, fue colocado discretamente en la mesa de la barra, listo para ser recogido. Era un ritual.

—Llegas tarde, Vicepresidente —dijo Choi seok-jin con una sonrisa, mientras Tae-jun tomaba asiento y el mesero le acercaba su bebida.

—Tuve que cerrar un acuerdo que definirá nuestra estrategia de mercado para el próximo trimestre —respondió Tae-jun, dando un sorbo a su whisky—. ¿Cómo va el proceso de adquisición? Es una pieza clave en este rompecabezas.

La conversación se hundió de inmediato en los temas habituales de su círculo: la nueva dirección de la economía global, movimientos corporativos y las implicaciones de su última inversión en tecnología. Hablaban con la intensidad de hombres que movían hilos, discutiendo cifras y proyecciones con una familiaridad que intimidaría a cualquiera.

Seok-jin, satisfecho con la dosis de negocios, cambió de tema con un entusiasmo que no se veía en su rostro cuando hablaba de finanzas.

-Mejor amigo, viernes por la noche tengo un plan inmejorable. Conocí a una chica, en una galería de arte; es espectacular, Tae-jun. Y tiene una amiga que es igual de impresionante.

Seok-jin se inclinó sobre la mesa, con una mirada de conspiración.

—Iremos a esa nueva discoteca en Gangnam. Necesito tu ayuda, ya sabes, para hacer un "doble impacto". ¿Qué me dices? Es viernes, es el momento de relajarse.

Tae-jun, que acababa de dar otro sorbo a su whisky, negó con la cabeza, una sonrisa sutil jugando en sus labios.

—No, no puedo. Ya tengo planes para el viernes.

Seok-jin frunció el ceño. —¿Qué? ¿Planes? ¿Desde cuándo tienes planes que no involucran a su asistente o una hoja de cálculo? ¿Con quién vas a salir?

Tae-jun se recostó en su asiento, cruzando las piernas.

—Alguien que no conoces —dijo, la simpleza de sus palabras contrastando con el tono enigmático de su voz.

Seok-jin se rio, pero había una clara curiosidad en su mirada.

—¿Una cita a ciegas de tu tía? —preguntó con burla—. No me digas que el gran vicepresidente finalmente ha caído en las garras de su madre.

—No —respondió Tae-jun, con una mirada que hizo que su amigo se enderezara—. Es una chica que tiene una sonrisa que podría apagar todas las luces de esta ciudad, y una mente más aguda que la tuya, es lo único que te diré.

Seok-jin lo miró fijamente, dándose cuenta de que su amigo no estaba bromeando. El juego era serio.

—¿Y quién es la afortunada que ha logrado capturar la atención del hombre más ocupado de Corea? —preguntó seok-jin, su interés completamente picado.

Tae-jun solo sonrió, levantando su vaso en un brindis silencioso. El secreto, por ahora, era solo suyo.

Vamos, solo una pista. ¿Es del sector? ¿La conoces desde la universidad? —insistió Su amigo inclinándose y bajando la voz como si estuvieran en medio de una conspiración—. Te lo pregunto como tu mejor amigo, no como tu socio, así que suelta la información.

​Tae-jun se rió, rodando los ojos con un gesto genuino que nunca permitiría que un empleado viera. No era la sonrisa controlada de la sala de juntas, sino un movimiento rápido de exasperación y afecto por su amigo.

​—Me estás haciendo sentir que estoy en una entrevista con mis Tías y los directores de la junta al mismo tiempo —replicó Tae-jun, con una sequedad que era puramente cómica—. Baja la voz. Pareces que estás revelando el PIN de nuestra cuenta de inversión, y todo por saber con quién voy a cenar. No te voy a dar detalles de mi vida personal. ¿No tienes suficiente drama con tu nuevo 'proyecto de galería' como para inmiscuirte en el mío?

​Seok-jin bufó, pero no pudo evitar reírse. El golpe de las "Tias" era infalible.

​—Mi 'proyecto de galería' tiene nombre y me está dando satisfacciones —argumentó—. Pero al menos yo estoy saliendo. Tú pareces que estás preparando una fusión nuclear solo para invitar a alguien a cenar, y ahora ni siquiera quieres dar el nombre en clave.

​Tae-jun le lanzó una mirada afilada, pero con un brillo divertido en los ojos. Era su señal de que el juego había terminado.

​—Concentrémonos en nuestro proyecto. ¿O acaso los rumores de que quieres fusionar el departamento de Contabilidad con tu agenda social son ciertos? —preguntó Tae-jun, cambiando abruptamente el tono a su voz de mando, aunque con una sonrisa diminuta—. Hablemos de la migración de datos, que eso sí que me interesa.

​Seok-jin asintió, dándose cuenta de que el tema de la cita misteriosa estaba oficialmente cerrado. Con un suspiro resignado, tomó su copa y se acomodó. El ambiente de negocios había regresado, pero la pregunta sobre la misteriosa cita del viernes seguía flotando en el aire, inmensamente más intrigante ahora que Tae-jun se había esforzado tanto por ocultarla



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En el texto hay: amor romance humor, llama gemela

Editado: 11.10.2025

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