Relación Secreta, ¡Cuando se enteren las tías, planeaean la boda!
El primer beso en el garaje había abierto las compuertas a una relación clandestina que era tan emocionante como ridícula. Aurora y Tae-jun se habían embarcado en la "Operación Cero Rumores" en DaehanTech, sabiendo que si su romance se hacía público, el drama familiar y corporativo de los Park y los chismes de su división de desarrollo harían que su trabajo fuera insostenible. Por ahora, solo Seul-ki y Do-hee estaban en el círculo íntimo del secreto, se los dijo por que a diferencia de Do-hee que se su mejo amiga, a Seúl-ki es prima de Tae-jun y ya la consideraba amiga cercana, así que cuando se los dijo primero se sorprendieron y luego estaban eufóricas y alegres.
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El juego de esconderse les había dotado de una nueva y cómica rutina. En la oficina, eran el Vicepresidente inalcanzable y la Directora de Proyectos extranjera. Sus interacciones eran estrictas y profesionales, llenas de términos técnicos y asentimientos formales. Pero el momento en que se encontraban a solas era una liberación de tensión.
Una tarde, Tae-jun y Aurora coincidieron en el ascensor privado que daba acceso a la planta ejecutiva. Aurora estaba a punto de romper el silencio con un comentario juguetón sobre su corbata, cuando las puertas se abrieron en el piso 10 y entró un joven analista de sistemas. Instantáneamente, los cuerpos de Tae-jun y Aurora se separaron, y la atmósfera se congeló.
—Vicepresidente —dijo Aurora, con una voz formal que parecía cortada con cristal—. He revisado el protocolo para el despliegue de la operación ,sugiero optimizar el tiempo de latencia en la transferencia de paquetes.
—Excelente, Directora Sterling —respondió Tae-jun, enderezando su ya impecable postura y mirando al techo con una frialdad glacial—. Asegúrese de que el equipo de Hyun-woo tenga los parámetros de prueba listos para mañana a las 9:00 a.m. No quiero errores en el protocolo de migración.
El pobre analista, atrapado entre dos gigantes que solo hablaban de código y deadlines, se sintió visiblemente incómodo, tosió y se bajó apresuradamente en su piso. Tan pronto como las puertas se cerraron, Aurora se abalanzó sobre Tae-jun y le dio un rápido beso en la mejilla.
—¡"Despliegue de la aplicación"! ¿En serio? Parecías un robot que acababa de recibir una actualización de firmware —se rió Aurora.
—Tenía que ser creíble —susurró él, sonriendo—. Además, me diste el beso que mi sistema estaba esperando. Ahora, tengo que volver a mi oficina a preparar un correo electrónico ultrasecreto.
Sus "citas" secretas se limitaban a llamadas nocturnas y mensajes a cualquier hora del día. Una vez, Tae-jun, intentando enviarle un meme romántico de un perro disfrazado de príncipe, estuvo a punto de enviarlo al chat del Comité de Inversiones, lo que hubiera desatado el pánico corporativo. La adrenalina de mantener el secreto solo hacía que cada encuentro breve fuera más emocionante.
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El muro de silencio se rompió una noche, justo al final de la jornada. Tae-jun tenia reunión con
Aurora en su oficina, tenían que revisar unos documentos de proyecto . Era uns oportunidad perfecta para pasar tiempo juntos. Después de una hora de revisar documentos.
La puerta principal de la oficina se abrió sin previo aviso, justo cuando Tae-jun tenía su mano en la mejilla de Aurora.
—¡Tae-jun! ¿Estás libre? Pensé que podíamos ir a tomar algo y cenar, tengo un restaurante nuevo... —dijo Choi Seok-jin, entrando con la naturalidad de un viejo amigo.
Seok-jin se detuvo en seco. Sus ojos se abrieron como platos al ver a su mejor amigo con la mano en el rostro de una mujer que nunca había visto. Seok-jin no la reconoció. El shock fue absoluto.
Seok-jin dejó caer su maletín de cuero en el suelo e hizo una reverencia exagerada y cómica.
—¡Oh, mil perdones! —exclamó Seok-jin, intentando recuperar su compostura con un juego de palabras—. Lamento interrumpir su... reunión.
Tae-jun se retiró de golpe, con el rostro de piedra, pero un leve rubor traicionaba su seriedad.
—Choi Seok-jin, No te enseñaron a tocar la puerta antes de entrar algún lugar —dijo Tae-jun, con una frialdad que Seok-jin simplemente ignoró.
Seok-jin se dirigió a Aurora con una sonrisa encantadora y completamente falsa, su mirada era de pura travesura.
—Pero permítame presentarme formalmente, ya que mi mejor amigo es un inepto. Soy Choi Seok-jin, abogado y el único ser humano que creía tolerar a este tipo, bueno hasta ahora creo..... ¡Y usted, señorita... ¿es?
Aurora no pudo evitar reírse del desastre que había provocado su presencia.
—Es un placer, señor Choi. Soy Aurora Sterling —dijo ella, con una sonrisa pícara.
Seok-jin, comprendiendo que este momento tenía que saborearlo hasta estar satisfecho, los invito a cenar. -Vamos a cenar a cada de Tae-jun señorita Sterling, y así nos ponemos al día.-
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Esa noche, en la terraza del ático de Tae-jun, el ambiente era casual, pero Seok-jin se negó a relajar su intensidad. Tan pronto como el primer vaso de licor fue servido, el "juicio" comenzó.
Seok-jin se inclinó dramáticamente sobre la mesa, apuntando a Aurora con un tenedor como si fuera un mazo de juez.
—Usted, Señorita Sterling, bajo juramento informal: ¿Desde cuándo se inició esta transacción de afecto? Exijo un cronograma claro. ¡Mire al jurado! —exigió, señalando a Tae-jun.
Aurora se cruzó de brazos, asumiendo su rol de testigo. —La transacción comenzó hace poco, estamos en una relación sumamente reciente.
Seok-jin se giró furioso hacia Tae-jun. —¿Cómo es posible, Park Tae-jun, que mi mejor amigo no me haya notificado este cambio de estado civil? ¡Necesitas un informe legal de impacto! ¿Lo sabe tu madre? ¿Lo saben las Tías? Bueno si se enteran. ¡La Tía Eun-ji ya debería estar organizando la boda!
Tae-jun intervino, dejando su copa con un golpe seco. La furia de Seok-jin era genuinamente divertida, pero era hora de ponerle un límite, su amigo cuando tomaba de volvía insoportable.
Editado: 11.10.2025