Activo Intangible

Capitulo 15. ACTIVO INTANGIBLE

¿Solo los chicos participan?

Apenas hacía un mes y medio que Jeong Tae-jun había besado a Aurora por primera vez, pero la intensidad de su conexión desafiaba el tiempo. La química inicial se había cimentado en una compatibilidad intelectual y emocional asombrosa; se llevaban de maravilla, encontrando en el otro la pieza que les faltaba. Sentían que se complementaban al milímetro, y la relación, aunque fugaz en duración, era inmensa en significado. Aún no se habían atrevido a pronunciar el "te amo", pero la intensidad de sus miradas y el entendimiento tácito superaban cualquier palabra.

Habían dedicado este tiempo a conocerse profundamente, tomando la decisión de ir despacio en la intimidad física. Aunque habían dormido juntos, abrazados bajo las sábanas en el ático de Tae-jun, aún no habían tenido relaciones sexuales, reservando ese paso para cuando estuvieran absolutamente seguros de que su conexión era inquebrantable. Este enfoque solo hacía que su deseo fuera más ardiente y su conexión emocional más especial.

Un momento cumbre fue la noche en que Tae-jun finalmente se atrevió a montar la motocicleta de Aurora. Con ella al mando, navegando por las carreteras de Seúl a toda velocidad, la adrenalina y el peligro habían puesto a Tae-jun "a mil". La combinación de la potencia de la moto con la maestría y audacia de Aurora había sido la cosa más sexy que había experimentado.

Ahora, con solo dos semanas por delante, el destino era inminente. El sábado 30 era el cumpleaños de Aurora, y coincidía con el fin de semana de aniversario de DaehanTech en la Isla Jeju.

..................

El ánimo en el piso de trabajo de Aurora era eufórico. Todos los empleados estaban visiblemente emocionados por el viaje a la isla. Aurora estaba almorzando en la cafetería con dos de sus empleadas, Mi-soo y ji-woo , cuando Seul-ki se unió a la mesa. Las chicas estaban haciendo una lista de las actividades del aniversario.

—¡El año pasado ganamos el tira y jala! —exclamó Mi-soo.

—Yo iré por la competencia de cultura general —dijo ji-woo—. Pero lo mejor, lo que todas esperamos, es la carrera de obstáculos.

—¡Oh, sí! La carrera de obstáculos —suspiró Seul-ki, sabiendo perfectamente el porqué de la emoción—. Es la competencia que reúne a todos en las gradas, ¡¡no se queda nadie la verdad!!

—¡Es que es la única actividad que hacen exclusivamente para que los chicos demuestren sus músculos! —explicó Mi-soo, estallando en risas con ji-woo.

Aurora, fascinada por la euforia de sus compañeras, se unió a la risa, aunque de forma más contenida.

—Tienen razón. El evento es tan emocionante —continuó ji-woo, bajando la voz en un tono conspiratorio—. Sobre todo cuando el Vicepresidente Tae participa...

El nombre de Tae-jun detuvo en seco la mano de Aurora, que estaba a punto de llevarse el tenedor a la boca. Lo bajó lentamente, miró a Hana sin pestañear ni demostrar ninguna expresión. Definitivamente, esto le causaba más gracia que molestia. Su "chico" era guapo y tenía un cuerpo bien trabajado; la histeria de las chicas le resultaba más un cumplido que un problema.

—El año pasado —continuó Ji-woo, con los ojos brillantes—, en la última parte del muro de escalada, el Vicepresidente Jeong ¡se quitó la camiseta para cruzar la línea de meta más cómodo! Y, créeme, más de una en las gradas se desmayó,- lo menciono y sus pupilas se dilataron como si estuviera reviviendo ese momento en su mente.

Las cuatro estallaron en risas alocadas, incluida Aurora, que por dentro no podía creer las cosas que hacía el hombre más serio de la empresa.

—Oigan, y las chicas, ¿no participan en esa competencia? —preguntó Aurora, sintiendo una punzada de curiosidad.

—Participamos en todas las demás, Directora —respondió Mi-soo—. Yo siempre me apunto a las carreras de sacos y al tira y jala. Pero en los tres años que llevo aquí, nunca he visto a una chica en la carrera de obstáculos. Esa es para los chicos. Requiere mucha fuerza en los brazos y el tronco.

Aurora se giró hacia Seul-ki. —¿Es muy difícil?

Seul-ki la miró con cara de incredulidad. —Yo definitivamente no tengo el músculo ni la fuerza para participar en eso. Los chicos lo hacen ver fácil, pero la cuerda y los obstáculos son enormes, Pero en realidad puede participar quien quiera, no hay distinción de sexo, al final todo es para divertirse, aunque esté año creo el premio será en efectivo.

Aurora sonrió, asimilando la información. En su mente, una idea acababa de germinar. Si la carrera era tan muscular y difícil que se había convertido en un evento exclusivamente masculino, era el desafío perfecto.

“Definitivamente, este año esa actividad será emocionante para muchos”, pensó Aurora. A ella sí que le gustaban los desafíos. Tendría que volver a correr, y empezar con un entrenamiento de fuerza mañana mismo. La Isla Jeju estaba a dos semanas de distancia, y una nueva leyenda estaba por nacer.



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En el texto hay: amor romance humor, llama gemela

Editado: 11.10.2025

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