Activo Intangible

Capitulo 24. ACTIVO INTANGIBLE

¿Y esas flores tan hermosas?

Aurora ya llevaba tres días en el hospital y, gracias a la cirugía y los cuidados de Tae-jun y su madre, se sentía mucho mejor. El alta estaba programada para el día siguiente. Por la mañana, para su sorpresa, recibió la visita de algunos compañeros de trabajo que le desearon una pronta recuperación. Ella los recibió con una sonrisa, aunque ya se había asegurado de dejar todo bajo control, también la visito Seok-jin y al final Tae-jun lo echo de la habitación por qué no lo aguantaba.

El día anterior, consciente de la prohibición de dos semanas impuesta por el Dr. Kim, había llamado a su subordinado inmediato para delegar todas sus responsabilidades, aunque les dijo, con su tono profesional habitual, que la llamaran solo por cualquier tema crítico. Pese al descanso obligatorio, la ejecutiva en ella seguía despierta.

Eran las dos de la tarde. Tae-jun había estado trabajando discretamente en su laptop en la pequeña salita de la habitación, pero se levantó para atender una llamada que requería un poco de privacidad. Aurora se quedó sola en la cama, mirando un programa en la tv.

En ese momento, la puerta se abrió y entró una enfermera con un gesto amable, sosteniendo un gran ramo de flores. Eran lirios caros, de un color blanco inmaculado, envueltos en un papel elegante. La enfermera los colocó cuidadosamente en la mesita de la pequeña salita.

—Qué hermosas. Muchas gracias —dijo Aurora, con una sonrisa—. ¿Quién las envía?

La enfermera se encogió de hombros. —Un chico las dejó en la estación de enfermeras hace un momento. Nos pidió el favor de entregarlas, dijo que era urgente, pero no quiso entrar. Se fue rápido.

Aurora se quedó sorprendida y confundida. Era extraño. ¿Quién se tomaría la molestia de comprar un ramo tan caro, venir hasta la sala de urgencias de un hospital privado y luego no entrar a entregarlas en persona? El anonimato era lo que la dejaba pensativa.

Así la encontró Tae-jun cuando regresó de su llamada.

—¡Flores! Vaya, son... impresionantes. ¿Quién las envió? ¿Recibiste visitas? Eso fue rápido, solo tarde cinco minutos fuera.

Aurora le explicó la situación, narrando lo que le dijo la enfermera: el chico que las dejó en la estación, el anonimato y la prisa. Tae-jun frunció el ceño. Se acercó al ramo, sus ojos examinando cada detalle. Las flores no eran baratas; eran de una floristería de alta gama.

Buscó cualquier pista: una tarjeta, una nota, algo que delatara al remitente. No había nada. Cero rastro. Se encogió de hombros, pero la preocupación en su rostro no disminuyó. Sin decir una palabra, tomó el enorme ramo en sus brazos y salió de la habitación.

Cuando regresó un par de minutos después, ya no tenía las flores.

Aurora se echó a reír al verlo, esa seriedad y posesiva que la divertía tanto.

—¡Las tiraste! —exclamó, extendiéndole la mano.

Tae-jun se acercó a la cama. Ella tomó su mano, tiró de él suavemente y le dio un beso tierno en la palma, antes de llevar su mano a su mejilla.

—Tae-jun, por favor. Deja de fruncir el ceño. Solo eran unas flores, quien las trajo seguro era muy tímido y no quiso entrar, Pero es un gesto muy bonito. —dijo Aurora, intentando disipar la tensión.

Él acarició su mejilla, su expresión seguía seria. —No lo creo. No solo eran flores. Alguien hizo un gran esfuerzo para comprar ese ramo costoso. Alguien se tomó la molestia de venir hasta el hospital, entrar a la estación de enfermeras para entregarlas, pero no presentarse ante ti. Eso es un esfuerzo desproporcionado.

—¿Y qué significa? ¿Que no le caigo bien? —intentó bromear ella.

—Significa que alguien quería que supieras que estaba aquí, pero que no quería que yo supiera quién era —dijo él, su voz era baja y cargada de sospecha—. Era demasiado esfuerzo para ser un gesto trivial. Por eso, ya me deshice de ellas. No vamos a pensar más en eso. Solo enfócate en recuperarte, ¿de acuerdo?.

Tae-jun se sentó y tomó su mano con fuerza. La escena había terminado, pero para él, no era solo un ramo de flores; era la primera señal de un posible intruso en la burbuja que tanto se había esforzado en proteger.



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En el texto hay: amor romance humor, llama gemela

Editado: 30.10.2025

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