No eh acabado contigo.
Una semana había pasado desde que la verdad sobre el boicot de acoso escolar fue revelada. Las acciones de DaehanTech se recuperaban lentamente, y la prensa, avergonzada por la desmentida, había cambiado de tema. Tae-jun finalmente había regresado al trabajo, aunque su guardia seguía en alto.
Una tarde, mientras se disponía a subir a su coche en el estacionamiento subterráneo de DaehanTech, se percató de un pequeño trozo de papel blanco pegado en el parabrisas.
Lo tomó con cautela. La nota no estaba escrita con ira, sino con una calma helada que lo impactó más que cualquier grito. El mensaje era breve y directo:
> "Esto aún no ha terminado, No eh terminado contigo."
La amenaza era inconfundible. Tae-jun miró a su alrededor. El estacionamiento parecía normal, pero sintió escalofríos. Subió a su coche y condujo hacia el ático, la nota doblada firmemente en su mano. El enemigo seguía en las sombras, y su nivel de audacia estaba escalando.
Esa misma noche, el ático de Tae-jun era un remanso de risas y normalidad. Do-hee y su novio estaban allí. Se unieron a ellos Seul-ki y, para sorpresa de todos, Seok-jin. Hacía apenas unos días, el par de tímidos había sorprendido a sus amigos, al revelar que, después de su encuentro en el restaurante, habían decidido dejar de fingir y formalizar su relación.
Estaban cenando y pasando un buen rato, la risa de Aurora era el sonido más dulce para Tae-jun. Sin embargo, la calma se rompió. El teléfono en el bolsillo de Tae-jun vibró. Era el jefe de seguridad del edificio.
Tae-jun se excusó discretamente. La voz del guardia al otro lado era tensa.
—Señor Jeong, lo siento por molestarlo. Un individuo estaba merodeando muy cerca de su coche, actuando de manera sospechosa... Iba cubierto con una gorra.
—¿Qué hizo? —preguntó Tae-jun, la adrenalina corriendo por sus venas.
—Estábamos a punto de intervenir, antes que hiciera algo, nuestros guardias lo descubrieron. La persona escapó inmediatamente, corriendo hacia la calle.
Tae-jun agradeció al guardia y colgó. No quería estropear la velada.
Cuando se acercó de nuevo a la sala, todos estaban muertos de risa por alguna anécdota de Do-hee. Él se unió a la conversación, pero Aurora, con esa aguda percepción que siempre lo desconcertaba, notó su tensión.
Ella se acercó a él discretamente, sus ojos fijos en los suyos.
—¿Quién llamó? ¿Qué ocurre? —susurró ella, solo para sus oídos.
—Nada importante, mi amor. Un tema menor del edificio. Te lo explico más tarde —dijo él, forzando una sonrisa.
Ella lo miró fijamente un segundo más, pero luego, viendo a Seok-jin y Seul-ki reír juntos, decidió olvidar el tema por el momento.
Una vez que todos se fueron a casa, y el ático quedó en un silencio total, Tae-jun cerró la puerta de seguridad y sacó la nota de su billetera.
—Tienes que ver esto —le dijo a Aurora, extendiéndole el papel. Luego le explicó el incidente con el guardia.
Aurora leyó la nota y luego el informe del guardia. Se sentó en el sofá, su expresión se volvió grave.
—No le menciones esto a mis padres, por favor —pidió Tae-jun—. Están lo suficientemente estresados por lo de las acciones. No quiero preocuparlos más.
—No lo haré —aseguró Aurora. Luego lo miró directamente—. Tae-jun, ¿quién podría ser? No tienes ni la más mínima idea de quién podría ser esta persona.
Tae-jun se pasó una mano por el cabello, la frustración era palpable.
—No. Y es lo que me saca de quicio. Siempre traté de hacer las cosas bien. Entiendo que puedo ser exigente, pero nunca le he hecho daño a nadie de esta manera. ¿Quién querría perjudicarme así?
Aurora se inclinó hacia él. Su mente analítica estaba funcionando a máxima velocidad.
—Tae-jun, escúchame bien. Esta persona que te quiere hacer daño está gastando demasiada energía. No es un simple acosador. Es alguien con un plan y con recursos. El ataque mediático, la amenaza directa... Es alguien que de verdad quiere hacerte daño, no solo dañarte.
Ella tomó su mano.
—Y está logrando su objetivo. Está sacándote de quicio a propósito. Quiere que te distraigas con la paranoia y que cometas un error. Tenemos que anticiparnos. Este hombre ya intentó lastimarte con mentiras. Ahora intentará algo más directo.
Editado: 30.10.2025