Activo Intangible

Capitulo 35. ACTIVO INTANGIBLE

Te tengo miserable.

El sol aún no había salido cuando Tae-jun terminó la llamada con el detective. Sentado en la sala del ático, esperó la llegada del equipo de seguridad que debía haber estado protegiendo el apartamento de Aurora. La frustración y la rabia lo consumían, y la culpa por el fallo de su propia medida de protección era un veneno lento.

Minutos después, dos hombres corpulentos y con el rostro contraído por la vergüenza entraron al ático. Eran los jefes de turno del equipo de seguridad encubierta.

La voz de Tae-jun era un cuchillo helado, más peligrosa que un grito.

—Quiero que me expliquen —dijo, sin levantar la voz, pero cada sílaba estaba cargada de amenaza—. Puse a la mujer que amo bajo su protección encubierta. Pagué un precio desorbitante para que ella sintiera seguridad sin estar abrumada. Y anoche, mi novia estuvo a punto de ser atacada en su propia casa. ¿Dónde estaban?

El jefe de turno, pálido, hizo una reverencia profunda. —Vicepresidente, fue un fallo de protocolo. Hubo un vacío de veinte minutos entre el cambio de turno. Un error estúpido, una falta de comunicación en la transición que nunca debió ocurrir. Lo sentimos inmensamente señor.

Tae-jun se levantó, su figura era imponente. Se acercó a ellos, la furia brillaba en sus ojos.

—¿Error estúpido? ¿Saben lo que ese "error" significó para ella? —Señaló la puerta de su habitación—. Está durmiendo ahí, aterrorizada. Lo único que me importaba era que ella no estuviera en peligro. Miren lo que ocurrió. Su fracaso no es una multa, es un trauma de por vida. Considérense despedidos. Y rezen para que no use a mi equipo legal para destrozar sus carreras. Ahora, váyanse.

Los guardaespaldas se retiraron sin decir una palabra más. La soledad regresó al ático, dejando a Tae-jun a solas con el peso de su propia imperfección.

Tae-jun se dirigió a su habitación. Aurora dormía de forma inquieta, su rostro pálido y tenso. Él se quitó la ropa de calle y se subió a la cama con cuidado, recostándose a su lado.

Apenas el colchón se hundió, Aurora se despertó espantada. Abrió los ojos levantándose de golpe y mirando hacia él con terror.

—Soy yo, mi amor. Soy yo. No te asustes —dijo Tae-jun, extendiendo la mano con ternura.

Ella se quedó mirándolo un segundo, procesando su rostro, su voz. La tensión abandonó su cuerpo y soltó un suspiro profundo y tembloroso. Rápidamente, se abalanzó sobre él y lo abrazó con una fuerza desesperada, escondiendo el rostro en su cuello.

—Lo siento —murmuró Tae-jun, devolviendo el abrazo con una fuerza protectora—. Siento tanto no haber estado allí. Debía haber estado más pendiente. Por mi culpa, mira lo que ocurrió. No debí dejarte sola ni un segundo.

Aurora se separó solo para mirarlo a los ojos. —No digas eso. No es tu culpa. La culpa es de ese maldito que irrumpió en mi casa. No te culpes por las acciones de un psicópata.

Tae-jun le acarició la mejilla con el pulgar, sus ojos llenos de admiración. —Eres admirable. Eres muy valiente, Aurora.

Aurora se calmó un poco, sintiéndose segura en sus brazos. Fue entonces cuando sintió la necesidad de contarle todo, de exorcizar el miedo a través de la verdad. Detalló los sonidos, la llamada a la policía y, sobre todo, la voz.

—El quería asustarme, traumatizarme Tae-jun —dijo ella, su voz aún frágil, pero su mente era brillante—. Me dijo cosas horribles, pero... yo entiendo algo. Si hubiera querido forzar la puerta del baño para entrar, podía haberlo hecho.... él no paraba de golpearla, pero la puerta aguantó. Él solo estaba allí para infringir miedo.

—¿Crees que te estaba manipulando? —preguntó Tae-jun, la rabia se mezclaba con la fascinación por su análisis.

—Sí. Sabía que podia haber llamado a la policía y que vendrían. Estaba jugando con el tiempo. Quería que yo entrara en pánico, que te llamara a ti, y que te culparas. Quería asegurarse de que sabíamos que podía entrar cuando quisiera. Lo que me dijo sobre quitarte lo que quieres... es su verdad.

Tae-jun la abrazó más fuerte, la mente volviendo al mensaje de burla que recibió.

—Tienes razón. Él se cree invencible. Está actuando sin miedo de ser atrapado, porque es tan meticuloso que cree que no deja rastro. Pero esa actitud lo llevará a cometer un error tarde o temprano. La gente así siempre subestima a la víctima y sobrestima su propia inteligencia.

Aurora apoyó la cabeza en su pecho. —Solo prométeme que pase lo que pase no te pondrás en peligro, me asusté mucho, creía lo peor mientras estaba en ese baño, ya no veré mi casa como antes, no quiero ir allí.

—Nunca más. Dormirás, trabajarás y vivirás aquí, a mi lado, hasta que esto termine —sentenció Tae-jun. La cacería había comenzado, y ahora tenía una nueva y poderosa motivación: la brillantez inquebrantable de Aurora.

*************

Los días que siguieron estuvieron marcados por una tensa calma y tranquilidad. Tae-jun no rompió su promesa: él y Aurora no se separaron. Ella vivía ahora permanentemente en el ático, el único lugar que Tae-jun consideraba verdaderamente seguro.

La noticia de la invasión se manejó con extrema discreción. Los padres de Tae-jun, la Señora Jeong Ji-eun y el Presidente, junto con algunos familiares cercanos, ya estaban al tanto de lo sucedido. Por orden del Presidente, la crisis se manejó internamente, sin que la prensa se enterara, protegiendo así la reputación de la empresa hasta que tuvieran un culpable real.

A pesar de la sombra de la amenaza, Aurora y Tae-jun hicieron un esfuerzo consciente por hacer vida normal. Salían a cenar discretamente con Seul-ki y Seok-jin, riendo y manteniendo viva la normalidad, negándose a ceder al miedo.

Una mañana, la tranquilidad en la oficina de Tae-jun se rompió con la visita del detective a cargo del caso.

A petición de Tae-jun, y con la ayuda de la astucia técnica de Seok-jin (quien había usado sus contactos para acceder a los sistemas de vigilancia de la ciudad), habían estado revisando metódicamente todas las cámaras en el perímetro del apartamento de Aurora, no solo las de su edificio, sino las de las calles aledañas.



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En el texto hay: amor romance humor, llama gemela

Editado: 09.11.2025

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