Actuando Con El CorazÓn || T.S #1

XLVIII

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Diría que sus preguntas estaban fuera de contexto.

Pero, lo cierto es que tenía tanta razón en sus réplicas que le dolía el pecho.

La había juzgado, humillado, y echado en cara argumentos que no eran válidos, cuando pudo preguntar.

Solo especuló y ahora estaba en un dilema, que demostraba que no podía ni verla a la cara sin sentir vergüenza.

Y para colmo fue en frente de todos los asistentes de la reunión oficiada por sus padres, con la suerte que Lady Chatty tuvo piedad, y perdió una suma importante conservando unos principios, que ni sus familiares lejanos tuvieron.

Y para culmen de su hazaña casi la pierde, y estaban esperando un hijo.

Con todo tan de golpe, ni siquiera había podido procesar al completo la información.

Tampoco el hecho de que tenía que decirle todo lo que sentía, y arrodillarse si era posible por su perdón, aunque no se lo exigiera.

Se lo merecía.

Evolet fue la primera en actuar.

Acunar el rostro con sus manos, y darle un pequeño beso que le regresó el corazón a la vida.

Dejándolo de una pieza cuando después de ese roce entrelazó sus ojos, y le dedicó unas palabras que casi lo hacen desfallecer.

—Si me quieres el resto no importa esposito, no me importa nada de lo ocurrido, ni me interesa saber las respuestas a mis preguntas anteriores —era una santa —. Solo dime que me quieres asi sea un poquito, y me esforzaré para que con eso hagamos un futuro junto a este bebé que nos está regalando la vida.

Con eso, sus rodillas cedieron dejándola con los ojos muy abiertos, pegando un brinco que la hizo levantar de la cama con las manos en la boca sin saber que decir o hacer.

—No nos hagas esto, loquita —pidió suplicante —. Olvidarlo no enmienda el problema cuando te traté como si no valieses nada como mujer —tomó como pudo sus manos, permitiendo que fluyesen las lágrimas que se había negado a derramar, pero ya no podía más.

Estaba demasiado asqueado consigo mismo, para permitir que lo dejara pasar de rositas pisoteando su integridad como si no valiese nada.

» Te debes dar a respetar, empezando por mi —negó —. No puedes pasar página cuando sé que tienes demasiado por decir. No puedes quedarte callada cuando te he ofendido de la peor de las maneras, explota maldita sea, porque si no esta relación está destinada al fracaso y contigo es con la única que me veo hasta el final de mis días —con eso ultimo vino una bofetada por parte de esta que le dejó la cara ardiendo, mientras sollozaba sin poder siquiera hablar.

—No me pidas que te lastime, porque sabes mejor que nadie que no puedo dañar a un ser humano de manera intensional —ese era el desastre que amaba —. Mucho menos a ti, pese a que mi corazón se hizo pedazos cuando no confiaste en mi —no tenía perdón —. Pero, al despertar lo único que quería era que me abrazaras, que me dijeras que todo estaba bien, porque tenía miedo de haberte perdido para siempre, pero tu solo me mirabas de lejos, y no podía más que hacerme chiquitita cuando estoy a punto de ser madre, y tengo mucho miedo —en ese momento se enderezó y la volvió a abrazar con todas sus fuerzas, dejando que se terminara de expresar —. Y no por mi… ya sabes, sino porque tengo miedo de no ser lo que necesita cuando mi verdadera madre me dejó con mi abuelo-padre sin importarle que la necesitaba como a nadie en esta vida, porque la que si me quería no pudo quedarse el tiempo suficiente para enseñarme lo que era el amor incondicional de una madre —no le gustaba verla asi.

Aborrecía percibirla tan desesperada.

—Pero, serás la mejor de todas y juntos le daremos lo que te fue negado, mientras te demuestro todo lo que te amo —se lo había dado a entender, pero nunca se lo dijo con todas sus letras, y era momento de que lo supiera. De que lo tuviese claro para que nada le hiciese dudarlo —. Porque te amo desde la primera vez que te vi, desde que te cruzaste en mi camino rompiendo con todo lo que me empeñaba en fomentar.

» Contigo no hay espacio para razonar, cuando el corazón me pide a gritos que lo deje actuar, que me permita quererte con libertad —se apretó más contra el —. Y no importan si tienes dudas más por ti que por mí, yo me encargaré cada día de abrazarlas para que al final de la jornada tengas claro que como tú no hay nadie, loquita.

» Que en el pasado te elegí haciéndolo parecer como obligación, pero en el presente reafirmo, que esto lo hago con conocimiento de causa, porque estoy actuando con el corazón. Pues él y mi cerebro se han puesto de acuerdo, y te aman y prefieren sobre todas las cosas —la apartó de él par que sus ojos volvieran a conectar.

Encontrándolos rojos e hinchados.

Besándolos con devoción cuando los tuvo a su alcance.

» Se que no lo merezco, pero, por favor, perdóname —pidió en un susurro desesperado —. Solo deseo una última oportunidad para demostrarte, que el mundo entero no es suficiente para describirte cuanto te he aprendido a amar en todo este tiempo.

No respondió con palabras.

Se lanzó a su boca, sin importar las dolencias besándolo con vehemencia, parando a regañadientes el beso porque el dolor corporal resultó más intenso, haciendo que rieran en sincronía por no poder detenerse un momento a pensar, que eran demasiado torpes para demostrarse amor, pero de una manera preciosa, porque eso significaba la palabra.




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