Capítulo 2

El invierno han dado inicio, Christina insistió y algunas semanas en casa de mis padres, ya que Jeremy saldrá de viaje por su empleo, pasará las fechas con sus padres y no me siento de ánimos para estar sola en su departamento donde quería que me quedara. 

Además que mi madre había insistido en qué regresase a casa al menos unos días por las fiestas, pero yo sabía que aún no le agradaba la idea que viviera con mi mejor amigo, ni tampoco la propuesta de Jeremy y a decir verdad a mi tampoco termina de convencerme. Hace un par de meses que me había propuesto que viviéramos juntos, en realidad a mi se me hizo demasiado pronto para dar ese paso en nuestra relación, puesto que solo llevábamos como mucho tres meses como novios oficialmente.

«Que es lo que recuerdo desde que apareció en el hospital»

Pero una parte de mi creía que sería buena idea apartarme un tiempo de casa de mi mejor amigo y darle su espacio. Aunque las cosas con mis padres no iban del todo mal, cada que estaba con ellos se sentía un poco forzado todo lo que hacían.

Así que al final opté por quedarme con June.

Recorro la casa de mis padres al llegar, según me aviso Sandra, la empleada del servicio, mi madre salió debido a su trabajo y no sabe cuándo volverá.

Este lugar me causa un poco de incomodidad, aunque haya sido mi hogar durante años ahora no lo siento así.

Esta casa es inmensa; rodeada de lujos, cuadros súper costosos y demás, en el salón hay una chimenea con fachada de ladrillos y encima de esta hay muchos retratos de lo que supongo fue mi infancia. Uno en especial llama mi atención; se trata de dos niñas jugando en la playa.

Cómo en algunos de mis sueños. 

Una de las niñas es castaña de ojos color café y los rasgos faciales me hace saber que soy yo de pequeña, la otra niña es un poco más alta, de cabello castaño también, los ojos del mismo color que los míos y tenía un parecido impresionante a la niña castaña.

Me pregunto quien será, hay bastantes fotografías en donde esa niña está presente y que no había notado la última vez que estuve aquí.

¿Será un pariente lejano?

Una prima quizá. La verdad no se mucho sobre las familias.

La puerta principal se abre y yo enseguida dejo el retrato en su lugar.

—¿Tratando de recordar buenos tiempos?—pregunta papá.

Deja su abrigo en el perchero antes de acercarse y tomar la foto que anteriormente tenía yo en mis manos.

—Eran buenos tiempos—sonríe nostálgico.

—¿Quien es ella?—señale a la niña.

—¿No te lo ha dicho tu madre?

Niego. ¿Debería saber quien es?

—Ella es tu hermana, Dalila.

¡Espera, espera, espera!

¡¿Tengo una hermana?!

—¿Qué? ¿Por qué no me habían dicho que tengo una hermana?

No se como sentirme con eso, es emocionante y a la vez confuso. ¿Por qué no fue a verme cuando estuve en el hospital? ¿O cuando iba a rehabilitación? ¿Por qué no la he visto en estos meses?

—Creí que tú madre te lo había dicho—deja el marco en su lugar—y como veías la fotografía supuse que recordabas algo de ella. Por eso yo no había dicho nada. 

—¿Y por qué no está aquí con nosotros? ¿Por qué no me ha visitado?

Papá se quedó en silencio, como escogiendo sus próximas palabras. Al ver que no decía nada agregue:

—Si sabe ella lo que me pasó, ¿No? 

El suspiró y osos sus manos en mis hombros, cuando me vio a los ojos pude notar incluso que su mirada parecía triste. 

—Cielo, ella... ya no está con nosotros—lo dijo tan lento como si no quisiera herirme—. Dalila murió hace un año. 

Me explico todo lo que había sucedido con mi hermana, Dalila murió en un accidente de auto hace aproximadamente más de un año tratando de huir de casa y cuando la llegaron al lugar  ya era demasiado tarde. El día que supieron que me había ocurrido lo mismo tuvieron miedo de perderme a mi también. 

Papá soltó algunas lágrimas al recordar al recordarla, dijo que ella era la más extrovertida de las dos pero aún así siempre le gustaba que yo fuera con ella a todas partes. De pequeñas ella me presentaba como su mejor amiga y en él instituto siempre estaba conmigo, a pesar de tener siempre a sus amigos ella me incluía en todo. 

Pero eso cambió en la adolescencia o al menos en el último año de su vida. Ya no quería que estuviera cerca de ella y siempre se escapaba de noche. Dice que las cosas cambiaron un día de repente, se volvió más rebelde y desobedecía a mis padres. Incluso me cuenta que una vez huyo de casa y se fue a vivir con uno de sus amigos y que yo fui a convencerla de que volviera a casa. No sabe como lo hice pero esa misma tarde ella regresó y días después ocurrió la tragedia. 

También me cuenta que desde entonces mamá estuvo deprimida, él se enfocó más en su trabajo y yo planeaba irme a vivir con mi mejor amigo, algo cambio desde su partida y ahora querían enmendar sus errores. 

No se como tomarme todo eso, igual que desde que desperté en ese hospital siento que me ocultan cosas o que me brindan información a medias. 

Esa tarde mi madre llega y propone salir a cenar en familia. No me agrada la idea pero tampoco me niego y juntos, los tres visitamos un restaurante elegante de los que le gusta a mi madre.

Durante la cena recibo una llamada de Jeremy, no respondo e insiste dos veces más haya que mi padre insiste en que responda. Salgo del restaurante atendiendo la llamada.

—¿Dónde estás?

—Hola a ti también—ruedo los ojos—, estoy bien, gracias por preguntar.

—Que bueno que estés bien, ahora dime ¿dónde estás?—espeta.

Se escucha molesto por algo.

—Con mis padres...

—Se supone que estarías hoy conmigo en casa—me lo imagino pellizcándose el puente de la nariz.

—Te dije que estaría con mis padres—le recuerdo.

—Si, pero dijiste que irías hasta navidad no ahora—reclama.