Adael Luna de Sangre

CAPÍTULO II Adael

Capítulo II

Adael

 

Ya en el bosque, Kantu seguía frente al hermoso desconocido Adael.

—Parece que falló. —Cerró los ojos mientras suspiraba—. Tendré que hacerlo yo, no te dijeron que la luna de sangre abriría tu destino —dijo Adael.

—¿Qué? —En ese momento los ojos del muchacho se tornaron rojos y brillaban… y unos colmillos relucían con su inquietante sonrisa—. E… Es la misma escena de mi sueño. —Kantu sintió temor al ver los ojos y colmillos de Adael.

—¡Así es! Yo me metí en tu mente… pequeña humana.

En un movimiento rápido que ni pudo ver, este la acorraló contra con un árbol, quiso reaccionar pero estaba tan impactada por todo que solo lo miraba acercar cada vez más y más esos colmillos hacía su cuello… Entonces cuando iba a morderla alguien salió de entre los árboles y tiró con fuerza del muchacho golpeándolo contra un árbol.

—¡No te atrevas, Adael! —Era otro muchacho, un poco más bajo que Adael, de pelo claro y ojos caramelo, tenía la piel blanca casi traslúcida también—. ¿Estás bien? —le preguntó, la muchacha se quedó viéndolo mientras hacía una seña con la cabeza de que estaba bien—. ¿Tienes el broche?

—¿El broche?… N… no… no sé de qué hablas —respondió atemorizada.

—El broche purificador —respondió preocupado—. ¡Se supone que debías tenerlo!

—Derick, Derick, Derick, mi querido pequeño amigo traidor. —Adael se acercó a él de una manera burlona y altanera—. ¡¿Qué haces aquí?! —Cambió su gesto burlón por uno molesto, empujó a Derick contra otro árbol.

—¡Sé muy bien lo que tramas y no te dejaré! —respondió Derick.

—Tú no puedes detenerme, ni tú ni nadie impedirán que realice mi plan —dicho esto arrancó una rama del árbol y se la incrustó en el estómago causándole mucho dolor—. Muy bien, ahora tú, humana. —Quiso atacar a Kantu pero Derick lo atacó en el hombro con la misma rama del árbol que él le había incrustado, él solo se volteó e intentó golpearlo, fue entonces que un búho apareció y comenzó a atacar a Derick.

—Kantu… Kantu —llegó Diana.

—¿Diana, cómo llegaste aquí?, no sé lo que está pasando. —Estaba alterada, la serenidad se le había terminado.

—Toma —le dio el broche.

—¡El broche! —dijo Adael—. Por esta vez se salvaron, pero nos volveremos a ver, ya nos veremos, humana… vámonos. —Adael desapareció en un abrir y cerrar de ojos junto con el búho. Kantu y Diana cayeron al piso, confundidas y cansadas por lo ocurrido.

—¿Qué es todo esto? —preguntó Kantu.

—Eres la elegida —dijo Derick mientras se agarraba la herida.

—Estás herido, será mejor llevarte a un hospital, después podrás explicarnos de qué se trata todo esto —dijo Diana, Kantu aún seguía en el suelo tratando de asimilar lo sucedido.

—No es necesario —dijo el muchacho mientras se levantaba el polo y veían cómo la herida se cerraba como si nada hubiera pasado.

Ambas tenían los ojos muy abiertos de la impresión, ahora sí estaban más confundidas, una pelea de fuerzas sobrehumanas, un broche que no sabían qué era, un hombre realmente atractivo a sus ojos como ningún otro, pero que al parecer era el chico malo de la historia, la ataca y luego desaparece a la velocidad de la luz y el otro que sana su herida sin medicina alguna. Nada de esto podía ser real, así era como empezaba su cumpleaños y sus tan esperados dieciocho años, pero esto era solo el comienzo, lo peor aún estaba por venir.

—Señor, perdóneme, no logré tomar el broche… esa mujer lo tomó para dársela a la elegida. —El joven de pelo castaño hizo una reverencia antes de poner una rodilla sobre el piso y una mano en el pecho en forma de disculpa por el error cometido.

—Levántate, Jerath, ya no importa, es mejor así. —Adael estaba sentado en una silla que más parecía un trono—. La humana aún es muy débil y así no me sirve, la luna de sangre acaba de activar el broche y necesitamos que recupere su poder al igual que su nueva dueña. —Adael sonrió como si se tratara de un juego.

—¿Por eso no la mató?… Adael… parece que esto te divierte.

—Así es —dijo desperezándose—, fueron muchos siglos humanos sin nada de acción, así que es hora de divertirnos, como en los viejos tiempos, mi querido y fiel amigo. —Parecía estar tramando algo ya que sus ojos brillaban con una tenacidad única—. Por lo pronto sigue vigilándola y ten cuidado con la otra humana que tiene un aura extraña, lo más seguro es que sea una bruja y la proteja, sobre todo ahora que el traidor de Derick está con ellas.




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