Capitulo 7 Encuentro

El Baile de las Sombras
El momento del encuentro entre Adanes se acercaba. Adán 1 tenía todo listo para infiltrarse en la reunión de mercenarios. Su estrategia estaba calculada al milímetro. Concentrado en su habitación, fue interrumpido por el científico, quien lo confrontó: "¿Listo para el momento crucial, mi querido Adán 1? Es la primera vez que te enfrentas a alguien con tus mismas habilidades y fuerza. ¿Qué tienes en mente?".
Adán respondió con una sonrisa irónica: "¿Igual que yo? Si lo fuera, el sería el número 1".
"Está bien, está bien", replicó el científico. "Solo recuerda que ambos deben salir con vida de ese lugar. Necesitamos a Adán 2 para obtener información sobre el archivero de las llaves. Él tiene una pista sobre su ubicación, ya que fue quien lo llevó a un lugar recóndito del mundo para ocultarlo".
"¿Y por qué lo hizo?", preguntó Adán 1.
"Por una simple razón... le dieron algo que deseaba... el número 2. Sabes que solo cuando un Adán muere en misión se asciende a un Adán inferior, y Adán 2 no quiso esperar".
"¿Y por qué pidió ser el número 2 y no el 1?".
"Se rumoreaba en la organización que es tan arrogante que te enfrentaría en batalla por ese título, en el cuarto de los espejos... ese cuarto donde nos iniciaban y nos daban un número como ratas de laboratorio".
"Exacto, mi querido Adán. Tú eres el espía perfecto, puedes obtener cualquier cosa que te pidan. Has robado archivos, planos, fórmulas... Pero Adán 2 es el asesino perfecto, capaz de una carnicería o ser tan sigiloso... Te eliminaría antes de que te des cuenta. Y parece que su mayor anhelo es acabar contigo con sus propias manos y ser el legítimo heredero del número 1. Pero basta de charla. Iré a la reunión de los mercenarios. Buena suerte, Adán".
"Nos veremos más tarde. Ten todo listo, porque no regresaré solo", respondió Adán 1, tomando su maletín y sus armas antes de desaparecer en la espesa niebla que cubría la ciudad.
Poco después, llegó a la entrada de un castillo de apariencia abandonada, pero fuertemente vigilado. Mostró su pase y, tras ser despojado de sus armas por políticas de la reunión, fue guiado por un asistente a una enorme sala llena de mercenarios compradores de armas.
Adán 1 sintió una extraña inquietud. Entre la multitud, un individuo idéntico a él se puso ante el y desapareció en un parpadeo entre la gente que se reunía para comprar armas... Adán 1 sonrió. "Así es entonces que empiece el juego, número 2".
La reunión parecía más una fiesta que una venta de armas: música, alcohol y depravación. Adán 1 no espero más y buscó a Adán 2. Antes de empezar se sentó en el bar y pidió un vaso de agua con hielo, sintiendo una extraña sensación en su espalda, rio con sarcasmo y exclamo. "Creí que sería más difícil encontrarte, número 2", dijo finalmente.
Una voz afilada y burlona respondió: "¿Qué haces aquí, número 1?". El ambiente se congeló.
Como un reflejo, Adán 2 dijo: "Tienes cinco segundos para responder".
Adán 1 intentó persuadirlo: "Estoy aquí por ti. Nos engañaron. La organización, los Herodes, todo es una fachada. Nos usan como perros. Debemos detenerlos antes de que destruyan el mundo".
Adán 2 respondió: "¿Crees que no lo sé? Eres el mejor, pero no ves más allá de tu nariz... Sé lo que quieren y no me importa. Estamos demasiado hundidos como para ser héroes ahora. Todos somos piezas en este juego, y yo quiero ser el rey" entendiste...
Un silencio oscuro se apoderó de Adán 1. Adán 2 no se uniría fácilmente.
En un instante el silencio se quebró con el estruendo de una explosión. El techo de la sala se desplomó, arrojando escombros y polvo sobre los invitados. Gritos de pánico resonaron mientras los mercenarios, sorprendidos, buscaban refugio. Adán 1, con reflejos felinos, esquivó una viga que caía, mientras que Adán 2, imperturbable, se abría paso entre la multitud, listo para el combate cuerpo a cuerpo.
"¡Trampa!", gritó Adán 1, su voz resonaba sobre el caos. "¡Alguien nos quiere muertos!".
Adán 2, con una sonrisa cruel, respondió: "Siempre supe que esta fiesta era una mierda. Pero no pensé que sería tan divertida".
La sala se convirtió en un campo de batalla. Los mercenarios, armados hasta los dientes, disparaban a ciegas, mientras que los guardias, entrenados y organizados, intentaban contener el caos. Adán 1 y Adán 2 se movían como fantasmas, utilizando sus habilidades marciales para eliminar objetivos con precisión letal.
Adán 2 peleaba como un profesional y se encontraba enfrascado en un combate cuerpo a cuerpo feroz, esquivando golpes y derribando enemigos con rapidez brutal. Adán 1, observando la escena, notó que uno de los mercenarios apuntaba a Adán 2 con un rifle de asalto. Sin dudarlo, se lanzó hacia adelante, desarmando al asesino con un movimiento rápido y preciso, justo antes de que pudiera disparar.
Adán 2 lo miró con sorpresa, sus ojos brillando con una mezcla de confusión y gratitud.
"Me debes una bastardo", dijo Adán 1, con su voz fría exclamo. "¿Me oíste?".
Adán 2 asintió con una risa frívola, su mirada seguia fija en los enemigos que se acercaban. "Bien. Pero recuerda, número 1", dijo con una sonrisa depredadora, "cuando todo esto termine, tú y yo tendremos una conversación pendiente. El título de Adán 1 será mío".
Adán 1 sonrió. "Claro claro muchacho".
Juntos, los dos Adanes se abrieron paso a través de la multitud, utilizando sus habilidades cuerpo a cuerpo para desarmar a los enemigos. Una vez que tuvieron suficientes armas, comenzaron a disparar, eliminando a cualquiera que se interpusiera en su camino. Los guardias, superados en número y habilidad, comenzaron a retroceder. Adán 1 y Adán 2, trabajando en sincronía, los acorralaron contra una pared, eliminándolos con una ráfaga de disparos y golpes precisos a casi todos los enemigos.
"Por aquí", dijo Adán 1, señalando una puerta oculta detrás de una estantería. "Hay un pasadizo secreto que lleva a las alcantarillas".
Adán 2 asintió, siguiendo a Adán 1 a través del pasadizo. La puerta se cerró detrás de ellos, dejando atrás el caos y la muerte.
Mientras caminaban por el túnel oscuro, ninguno de los dos dijo una palabra, esperando salir del túnel para concluir con la pelea definitivamente. Pero al momento de salir, los estaba esperando alguien que nunca imaginaron... Era un Herodes. "Muy buen acto, mis queridos Adanes", replicó con una voz de autoridad y burla. "Solo que no me trajeron al que yo esperaba para darle una lección". Muy mal niños...
Adán 1 preguntó: "¿Tú eres un Herodes, verdad? ¿Cuál?".
"Soy Gabriel, el Herodes de Rusia. Este es mi territorio, y tú, número dos, fallaste".
Número 2 solo se quedó mirando y preguntó: "¿Quisiste matarme, verdad?".
El Herodes respondió: "Claro que no niño, pero son daños colaterales. Y ustedes son simples herramientas mis queridos niños siempre habrá mas".
Número 2 miró a Adán 1. Sabía perfectamente lo que pensaba. En un abrir y cerrar de ojos, número 2 se deslizó por las sombras, rompió el cuello del guardia del Herodes y le puso el arma en la cabeza. "Pues mira lo que hace tu niño", respondió, jalando el gatillo.
Adán 1 no tenía más que hacer, viendo cómo el cuerpo del Herodes Gabriel caía. Pensó que ahora no solo tenían que encontrar al archivero de las llaves y los cofres de piedra, sino que ahora también la organización los buscaría por matar a un Herodes... un pecado mortal. Observando a número 2 en la sombra del callejón, donde se reveló contra la organización, y con ira de saber y darse cuenta de que no era el armar perfecta de la organización y solo era una herramienta de esta, miró a Adán 1 con furia y riendo con su clásica ironía comentó: "Ahora tienes mi atención".